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CIELO Y TIERRA - ¿QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO?

Salud

MEDICAMENTOS ADULTERADOS - ¿Y A MÍ QUÉ?

funcionarios desplazados por  Ocaña (ex-ministra de Salud) vuelven a la superintendencia

El regreso de los gerentes cuestionados

En medio del escándalo que generó la compra de medicamentos truchos por parte de las obras sociales, el organismo que las controla recontrata a ex funcionarios de la gestión de Héctor Capaccioli. Falta la firma para su nombramiento, pero ya ocupan despachos.

La Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el organismo esencial para las finanzas de las obras sociales, también es parte fundamental en la causa por la mafia de los medicamentos que está revisando si incumplió el rol de contralor. Su misión de fiscalizar a las obras sociales ya había sido cuestionada por Graciela Ocaña cuando era ministra de Salud. Ahí dentro funcionaba una estructura de gerentes muy bien relacionada con el sindicalismo que la ex funcionaria intentó desarticular cuando asumió su cargo. Con la asunción de Jorge Manzur en Salud, la vieja estructura gerencial parece estar de vuelta.

Detrás de ese armado, fuentes oficiales señalan a Néstor Vázquez, un neurólogo de relación directa con José Luis Lingeri, quien ideó en los 90 la Administración Nacional de Seguros de la Salud (Anssal) que después se convirtió en la SSS.

La salida más ruidosa que había impulsado Ocaña fue la de Héctor Capaccioli, el superintendente y recaudador de campañas durante la gestión K que quedó muy mal posicionado después del llamado “triple crimen”, cuando se supo que muchos de los aportantes eran droguerías de sospechosa legalidad que habían llegado a través de él a donar plata para Cristina Kirchner.

A pesar del escándalo que está desnudando la trama de connivencia entre el Estado, las obras sociales y algunas droguerías, como es el caso de San Javier, cuyo titular, Néstor Lorenzo, es el principal imputado en la causa por la provisión de medicamentos truchos a La Bancaria, Manzur ascendió a titular de la Superintendencia al desplazado Ricardo Bellagio, un hombre de excelentes vínculos con la CGT que difícilmente podía desconocer esa situación: trabaja hace más de quince años en el edificio de Diagonal Norte 530. Además, durante el mandato de Capaccioli, tuvo bajo su mando simultáneamente las gerencias de administración y de control financiero. En este último puesto le tocaba, precisamente, hacer las auditorías contables y recibir los balances de las obras sociales. Mientras ocupó ese cargo, se acumularon los 45 millones de pesos en cheques rebotados de La Bancaria sin que la SSS hiciera demasiadas objeciones.

Con Bellagio reaparecieron otros nombres que fueron designados por Manzur pero no tienen todavía la firma de la presidenta Cristina Kirchner. Uno es Jorge Pedro Bustos, ex mano derecha de Capaccioli que ahora ocupa la poderosa oficina de gerente general del organismo y que tampoco podría negar su buena relación con Juan José Zanola. De ese grupo, también volvió Jorge Quintana, en la SSS desde el menemismo. El ministro de Salud ya lo habilitó para retomar su puesto de gerente de informática, un sillón que parecería poco trascendente si no fuera porque desde ahí se maneja el padrón de afiliados a las Obras Sociales. Es decir, de los pacientes que figuren en esa lista, dependen los millones de pesos en medicamentos que asigna el Estado para los sindicatos. Otro hombre fundamental es el abogado Oscar Cochlar, que atiende el teléfono desde un despacho pegado al de Bellagio y se describe como asesor personal. En esa misma estructura estaba Alejandra Ongaro, jefa de Ceremonial de Capaccioli, quien estaba dentro del Policlínico Bancario cuando llegó la Policía Federal a allanarlo. Ongaro figura también como empleada de San Javier.

Las obras sociales deben informar

Las obras sociales deberán informar antes del fin de semana si desde 2006 tuvieron alguna relación comercial con las droguerías del empresario Néstor Lorenzo. La Superintendencia de Servicios de Salud envió ayer una circular a más de 300 organizaciones sindicales del rubro. Al mismo tiempo, la Administración de Programas Especiales deberá comunicarle al superintendente, Ricardo Bellagio, los subsidios o reintegros que haya pagado a obras sociales por compras a esas droguerías. Bellagio informó que se trata de “un cerrojo” para precisar los vínculos entre obras sociales y empresas de Lorenzo.

Exigen el embargo preventivo de CFK por el daño de los fármacos truchos 

Publicado por Critica de Argentina - 17/09/09

LO QUE SE VIENE CON LA DROGA

El gobierno tiene ya en sus manos el plan que define la política nacional de drogas, cuyas prioridades son la lucha contra el consumo de alcohol, la persecución de las redes de comercialización del paco y la reformulación de la legislación y de los controles sobre los precursores químicos con los que se elabora gran parte de los narcóticos.

Son cinco los anteproyectos de ley que el Poder Ejecutivo enviaría al Congreso en las próximas semanas, que incluyen un plan integral de atención, prevención, asistencia e inclusión, la reforma de la ley de estupefacientes (declarada inconstitucional por la Corte) y una iniciativa sobre la recuperación de activos incautados al narcotráfico.

El comité de expertos que desde marzo de 2008 trabaja en el tema, está coordinado por la fiscal de instrucción porteña Mónica Cuñarro e integrado por los jueces Roberto Falcone, Martín Vázquez Acuña y Patricia Llerena; el camarista Horacio Cattani; el sociólogo Alberto Calabrese; la psicoanalista Eva Giberti, y los especialistas Carlos Damín, Alicia Gillone y Mónica Nápoli. Piden que las provincias adecuen su legislación a la normativa nacional en la lucha contra el alcoholismo y que se agraven las sanciones; y en lo que respecta al paco, que se profundice la persecución de las redes de comercialización.

Después de reunirse con el Jefe de Gabinete Aníbal Fernández, el comité participó en la Cámara de Diputados de la Nación de una reunión de las comisiones de Legislación Penal, Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico, y Acción Social y Salud Pública.

Ante los diputados presentes, Cuñarro explicó que el 11 de este mes el comité de expertos se reunirá para terminar de delinear la iniciativa de reforma de la ley de estupefacientes (la 23.737), .

Adelantó que, planteará diferenciar las penas previstas para las personas condenadas por narcotráfico o por ser "mulas" (gente utilizada para transportar droga). También discutirán el tema de las cantidades que se considerarán permitidas para tenencia para consumo personal y los agravantes cuando se trate de personal de fuerzas de seguridad implicados en el narcotráfico.

Sobre el alcohol, el comité científico sostuvo que se debe "establecer mecanismos, a través del Consejo Federal de Salud, para que cada provincia adecue su legislación a la normativa nacional en materia de lucha contra el alcoholismo y en forma urgente replique [sic] planes de prevención, diagnóstico y tratamiento".

Según el comité, "las bebidas alcohólicas tienen una incidencia 450 veces mayor a otras drogas en los delitos y accidentes de tránsito y una alarmante la influencia en homicidios culposos, daños y abuso de armas, entre otros. Por lo tanto consideran necesaria la creación de un modelo de control de la cadena de producción y que se tomen medidas como la de clausura de locales o altas multas cuando se detecte descontrol en el tema alcohol en los espacios públicos.

Entre los 35 objetivos del programa, y en lo que al paco en especial se refiere, se pone énfasis el control en relación con los precursores químicos priorizando los que se usan en el paco, y en la detección de operaciones sospechosas, con la coordinación entre los laboratorios, las fuerzas de seguridad, la Anmat y del Instituto Nacional de Medicamentos (Iname) ampliando las competencias de estos últimos.

"Persecución por denuncias de narcotráfico - Laura Borda, madre de Santiago Borda, el joven secuestrado anteayer en el barrio de Villa Ortúzar y liberado siete horas después luego del pago de un rescate, aseguró ayer que su familia había realizado una denuncia relacionada con el narcotráfico en 1998 y que, desde entonces, sufren "una permanente persecución". En declaraciones realizadas ayer a radio Continental, Laura explicó que, desde entonces, sufrieron varios "hechos desagradables" y uno de ellos ocurrió hace un mes, cuando el auto de Santiago Borda, el Citroën C3 que ayer apareció incendiado tras el secuestro, fue encontrado bañado en sangre" (textual de La Nación).

 

Puntos principales

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Diseño de un plan nacional de drogas . Establecer políticas públicas nacionales con la creación de unidades ejecutoras en los ministerios de Salud, Trabajo, Educación, Justicia y Desarrollo Social. (textual)

 

  • Nueva estructura . Establecer mecanismos administrativos para coordinar los laboratorios de la Anmat con los de las fuerzas de seguridad y priorizar el control del llamado paco. (textual)

 

  • Auditorías a empresas químicas. Generar un registro de datos cruzado entre varios organismos para detectar infracciones en las empresas que trabajen con precursores químicos. (textual)

 

  • Registro de precursores. Derogar la actual normativa para establecer las competencias en la cabeza de la autoridad sanitaria.(textual)

 

  • Reforma a la ley de drogas . Se presentará un anteproyecto de ley en sintonía con el fallo de la Corte Suprema.

 

  • Cambio de política criminal . Ajustar las directivas de persecución policial al fallo de la Corte sobre despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal mediante instrucciones del Procurador General y de la Defensora General a fiscales y defensores. (textual de La Nación)

 

  • Contra la corrupción policial . Se buscará prevenir la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad, con programas de capacitación.

 

  • Venta de medicamentos en farmacias . Profundización del control de expendio de medicamentos de venta libre para que su comercialización sólo pueda hacerse en farmacias habilitadas.

 

  • Aplicación de la ley contra el alcoholismo . Se apela al Consejo Federal de Salud, para la adecuación de las legislaciones provinciales para el tratamiento de un único plan de prevención del abuso en el consumo de alcohol.

 

  • Plan de atención de adicciones . Diseño de un sistema de control estatal sobre los establecimientos de recuperación de adictos.

FUENTE: LA NACIÓN - 02-09-09

En Charata denuncian que se quedaron solos frente al dengue

El intendente de esa localidad de Chaco dice que no tiene contacto con autoridades provinciales ni de la Nación para prevenir los efectos de una segunda ola. Y los vecinos tienen más miedo que antes.

Yo tengo mucho miedo. En el verano, cuando tuve la enfermedad, sufrí mucho, y pienso que si la vuelvo a tener, me va a llevar", dice Valeria Worff, y nada en su rostro indica que esté sobreactuando su temor. Tiene 17 años y vive en Charata, la localidad del sudoeste chaqueño que se convirtió en la ciudad argentina con mayor cantidad de casos de dengue cuando la epidemia irrumpió. Según los datos oficiales de la provincia, hubo allí 3.212 infectados. Un censo realizado por el municipio local registró más de 12.000.

"Acá, en todo momento el gobierno provincial buscó ocultar información, y ahora no tenemos ningún contacto, ni de ellos ni de la Nación, para coordinar acciones pensando en que cuando se vaya el frío vamos a tener de nuevo el problema", dice Miguel Tejedor, el intendente charatense. El funcionario reconoce que el miedo mayor es que, en la nueva ola del virus, circule una cepa distinta a la que se presentó meses atrás. Si fuera así, los que se enfermen por segunda vez podrían sufrir dengue hemorrágico, una versión que puede llegar a ser mortal.

En los barrios se hallaron larvas en gran cantidad en aguas acopiadas domésticamente. Suponen que son de Aedes aegypti, el mosquito transmisor del virus. En Charata no hay red de agua potable, y es un hábito común guardar líquido en pozos, aljibes y baldes. La sequía que castiga a la región desde hace un año y medio no hizo más que afianzar esa costumbre.

El director provincial de Epidemiología, Mario Echeverría, dice que no quiere polemizar con Tejedor. "En Charata estuvimos capacitando médicos y armando brigadas. Ustedes me encontraron llamando a Salud Pública; Tejedor podría hacer lo mismo", le dijo a Clarín. Gerardo Cipolini, intendente de la segunda ciudad con mayor número de casos, Sáenz Peña, también dice estar huérfano de apoyos: "Hacemos descacharrado, pero con la caída de ingresos no podemos resolver todo".

Echeverría, en cambio, hace su propio reclamo. "Con la mayoría de los municipios estamos trabajando bien, pero otros no se suman. Hay gente que sólo está para la foto", sostiene. Además, señala que "se habla del Chaco como la provincia con más casos, y fue Catamarca, si se considera el porcentaje de población afectada, que es lo que cuenta en epidemiología".

Rolando Núñez, del Centro de Estudios Nelson Mandela, planteó que "la epidemia explotó producto de que el virus encontró el ambiente apropiado, comida y zona liberada. Lo peor es que estamos igual que antes, sin haber aprendido prácticamente nada".

En los barrios de Charata hay ánimos diversos. "En casa pusieron una pastilla larvicida en mi pozo, pero no volvieron más", se angustia Alcira Mabel Farías. Ella, su madre y sus hijas tuvieron la enfermedad. Omar Pintos saca agua de su pozo y aunque la pasó mal en marzo, dice estar seguro de que si la enfermedad retorna: "habrá poquito, porque la gente aprendió y toma medidas".

Distinto es lo que opinan Karina y Verónica Díaz, dos hermanas adolescentes que iban al mismo colegio de Carolina Gómez, una chica que murió por el virus. "Nosotras hacemos caso a las medidas que nos enseñaron en la escuela -cuentan-, pero nuestros vecinos no. Se volvió a lo mismo de antes, como si no se dieran cuenta de que ahora puede ser peor".

Fuente: Diario Clarín

Médicos argentinos explican un enigma de la salud infantil

Hallaron que la resistencia a la insulina entre los 10 y 14 años permite que las nenas se desarrollen

GRIPE A (H1N1)

El virus del miedo

Por Mónica Müller. Médica clínica.

El virus A H1N1 nos ha trasladado desde el siglo XXI, con su cándida confianza en una ciencia todopoderosa, a la Edad Media, cuando la humanidad se sabía inerme frente al misterio de las enfermedades.

Las epidemias tienen efectos tan contagiosos y dramáticos sobre la mente como sobre el cuerpo. El temor arcaico que producen hace reaccionar a las personas y a las sociedades como chicos asustados. El pensamiento mágico reemplaza a la razón y todos confiamos en el milagro que llegará por vía de los mayores, de los médicos, de los dioses o de las autoridades, que simbolizan lo mismo. Cuando la enfermedad se disemina y la muerte golpea, aparece primero la incredulidad y enseguida el reclamo iracundo a los que creíamos nuestros protectores omnipotentes.

Frente a la calamidad, simplificar y generalizar siempre es tranquilizante: concentra lo malo en un solo objeto para que todo lo restante pase a formar parte del universo de lo bueno. Por eso, las sociedades infantilizadas por el miedo tienen la urgencia de señalar a un culpable. Y el culpable siempre es el que piensa distinto, el diferente, el extranjero o el adversario.

Cuando en agosto de 1918 un nuevo virus de gripe comenzó a diseminarse por los Estados Unidos matando en pocos días a un enorme número de jóvenes sanos, la sociedad norteamericana señaló enseguida a los culpables. Muchas personas dijeron haber visto una nube de humo negro y viscoso cargado de microbios saliendo por la chimenea de un barco de bandera alemana amarrado en el puerto de Boston. Otros vieron emerger de la torreta de un submarino alemán varios hombres con tubos de ensayo en la mano, que amparados en la oscuridad esparcieron el germen en lugares públicos de la ciudad. Pero los periodistas mejor informados hacían recaer la sospecha sobre la firma alemana Bayer. Afirmaban –y la gente lo creía– que el laboratorio había contaminado con el germen las tabletas de aspirina para eliminar a toda la población de los Estados Unidos. Recién en 1997 se pudo identificar al verdadero responsable: un virus A (H1N1), de estructura molecular, composición y comportamiento hasta ahora idéntico al de la pandemia actual.

En 1918 la manipulación genética era un tópico que no aparecía ni en la ficción científica de Julio Verne. Aquel virus fue resultado de la recombinación azarosa de uno aviar, uno porcino y uno humano, accidente biológico que se repite cíclicamente a causa del método tradicional de cría de aves y chanchos que se aplica en muchos lugares del mundo. No hay indicios de que el origen del virus actual sea diferente.

Hipótesis conspirativas de cabotaje que abarrotaron las casillas de entrada del correo electrónico desde el principio de esta epidemia aseguraban primero que el tal virus no existía y que el divulgador de la alarmante noticia era Donald Rumsfeld, accionista principal del laboratorio que elabora el fármaco oseltamivir (Tamiflu), de relativa efectividad si se lo toma al inicio de la infección. Durante las primeras semanas, respetados especialistas argentinos minimizaron la gravedad potencial de la epidemia señalando que el virus no era más mortal que el de la gripe común. Ese dato todavía es incierto pero, en todo caso, una enfermedad capaz de contagiar a un tercio de la humanidad puede llevar a la tumba a varios millones de personas en pocas semanas aunque su mortalidad sea baja. En paralelo con la curva ascendente de casos y muertes confirmados en México, la versión conspirativa cambió por “la creación de un nuevo virus en laboratorio, como fue la del VIH, con el objetivo de devastar a la población mundial”. Un correo reciente da detalles más precisos sobre los diseñadores del virus y sus designios: “Un grupo que opera en los EE.UU. bajo la dirección de los banqueros internacionales que controlan la Reserva Federal, así como la OMS, la ONU y la OTAN” con el objetivo de “exterminar a la población de los Estados Unidos mediante la vacuna contra el mismo virus”. En términos económicos parece una estrategia indigna de personajes tan inteligentes e inclinados al mal: no hace falta ser banquero para saber que si no hay personas se acaban los negocios.

Por cierto que la industria farmacéutica es capaz de poner en riesgo a toda la humanidad en su carrera frenética por la competencia y los beneficios económicos y que los gobiernos de Estados Unidos han recurrido más de una vez a armas biológicas para dirimir cuestiones políticas, pero hasta ahora los virus han demostrado ser más elusivos, inteligentes y malignos que la Big Pharma, los alemanes en 1918 y hasta que los funcionarios del gobierno de Bush.

Pese a la dinámica cíclica que desde hace por lo menos cinco años hacía previsible la pandemia actual, los medios nacionales despliegan hipótesis persecutorias tan disparatadas que si no fuera por el contexto en que se publican deberían merecer la atención de especialistas en psicosis paranoides. Hemos oído decir que el gobierno nacional debería haber hecho algo más para evitar la rápida diseminación del virus y, al mismo tiempo, que exagera la gravedad de la epidemia con fines políticos. Hemos leído que por esos mismos intereses se hace todo lo contrario: que se difunden cifras de casos y de muertes menores a las reales y que la verdadera magnitud de la situación se oculta por alguna razón de conveniencia política. Sin embargo, un mínimo esfuerzo por informarse con objetividad permite saber que las autoridades sanitarias argentinas siguieron desde el principio las directivas de la Organización Mundial de la Salud en cuanto a control, detección de casos y mitigación de la epidemia. La única medida tomada en contra de las indicaciones de la OMS fue la cancelación de los vuelos a México en el intento de retrasar el inicio de la epidemia en el país, lo cual no fue una omisión sino un exceso de cuidado. Los registros estadísticos nacionales surgen de las normas internacionales que contabilizan como positivos sólo los casos confirmados por laboratorio. Por eso no sólo acá sino en todo el mundo las cifras oficiales son inferiores o están retrasadas con respecto a las verdaderas.

Otra regla epidemiológica internacional indica que los hisopados para detectar el virus sólo se hacen de rutina a la primera o dos primeras centenas de enfermos. Después, se reservan para aquellos enfermos que presentan una presunta complicación por el virus. También responde a un consejo de la OMS la venta controlada de antivirales por parte del Estado. Todas estas disposiciones responden a razones indiscutibles y claras de orden médico y en la Argentina se las ha respetado hasta hoy rigurosamente. Sin embargo, con absoluta indiferencia por la verdad, los medios han presentado cada una de esas medidas como maniobras eleccionarias, como hechos delictivos o como torpezas en el mejor de los casos. No es extraño que los políticos y los periodistas, que sobre microbiología lo desconocen todo, aventuren cualquier origen y cualquier desenlace para esta epidemia y traten de capitalizarla para confirmar sus intereses o sus ideas. Tampoco es raro que la gente asustada espere de las autoridades el milagro de aislar al país de la pandemia, de detener el aumento de casos o disminuir la mortalidad del virus. Pero los médicos, una vez aprobada la materia Microbiología, deberíamos conocer la lógica viral, que se caracteriza por eludir casi toda estrategia terapéutica conocida. Y en los momentos en que la sociedad nos necesita con urgencia tenemos la responsabilidad de desactivar nuestros propios dogmas y nuestra propia imaginación para poder razonar con objetividad y calma.

La deuda de las autoridades en materia de salud, alimentación, educación y vivienda, que afecta a muchos millones de argentinos, son responsabilidades históricas bastante graves sin necesidad de sumarles cargos falsos creados por el oportunismo o por el miedo.

Frente a esta amenaza que recién está empezando a mostrar su capacidad destructiva, es más útil volver la mirada al microscopio que buscar un culpable de fantasía. Los médicos tenemos derecho a tener miedo, pero también tenemos la obligación de tratar de entender cuál es el verdadero enemigo que tenemos enfrente.

 

Otra de arena....

PROPAGACIONES E INFLUENCIAS

Mientras se profundiza la polémica sobre el tema, desde Puerto Madryn, Diego Pérez advierte sobre los trasfondos de una información deficiente respecto del virus A H1N1.

Los virus no hablan. Las personas, las comunidades, les damos sentido a los acontecimientos y a las cosas. También a las enfermedades que sufrimos, y con esto también nos nombramos. La expansión del virus California A (H1N1) tuvo mutaciones inesperadas, pero no de su soporte biológico, sino social: fiebre mexicana, fiebre porcina y finalmente la última y extendida denominación A (H1N1) para el gran público. Convengamos que lo que ha estado mutando no ha sido solamente el nombre de un virus; con la expansión de un organismo biológico se ha ido extendiendo también (en una nueva oleada) una episteme, una mirada sobre la salud, la enfermedad, sobre las personas y las sociedades humanas.

Esta forma de ver y organizar el planeta tiene todos los ingredientes de una lucha del bien contra el mal. Cuenta con un escenario global y actores debidamente identificados. Tiene la capacidad de conmovernos y motivarnos a cambiar nuestras conductas y actuar con el “vestuario” adecuado: cada uno con su barbijo. Este escenario es, sin duda, el que construye la aldea global de acuerdo con una mirada que va más allá de las naciones y de las fronteras (exactamente como el virus). Es un escenario de una civilización transnacional y de un gobierno mundial.

El montaje no es una ficción o producto de conspiraciones; es la forma de ser de “construir mundo” de este orden hegemónico. Un orden que tiene a su disposición herramientas tecnológicas globales como Google, que a través del Google Earth ha puesto al servicio de esta mirada omnipresente de la salud el Health Map, o mapa de la salud. Que tiene un relato global, darwiniano y fascinante como Discovery Channel o la avasallante industria cinematográfica que anticipa en la ficción estas contiendas masivas y globales.

Un orden transnacional que planifica la batalla contra el mal desde una Organización Mundial de la Salud (y sus sucedáneos locales y regionales) y sociedades que asumen acríticamente las recomendaciones de este organismo, que cual “estado mayor” ordena las fases de este combate en cada rincón del globo. Ese mismo estado mayor que negocia con las veinte grandes empresas farmacéuticas la fabricación de una vacuna y que les pide encarecidamente a los laboratorios que no les cobren el medicamento a “los países pobres”. El mismo organismo que se muestra sorprendido porque el laboratorio Novartis dice que no va a entregar ninguna vacuna gratis y que si quieren salud hay que pagarla.

Decenas de profesionales se han manifestado en estos días por la supuesta información deficiente a la población acerca del virus de la gripe A (H1N1), y no es casual. La información está ordenada en base a criterios que no son adecuados a cada nación, a cada pueblo, a cada comunidad. Están empleando un supuesto lenguaje universal de la ciencia que en realidad es el lenguaje universal de las corporaciones y los gobiernos de los países centrales.

¿Cómo se puede comprender si no la “supuesta torpeza” de lanzar a un mundo que registra un movimiento de 58 millones de personas que se trasladan mensualmente de un continente a otro por razones de esparcimiento o laborales, a un sistema de comunicación hiperconectado con miles de millones de celulares, redes informáticas y de televisión, la idea de que ha aparecido un virus que desconocemos, mutante y para el cual no hay cura?

Es un efecto esperable entonces que las personas se agredan, se marginen, aumenten la ya extendida paranoia urbana, la xenofobia, y se sientan desesperadas, mientan a los sistemas de salud para atenderse primero, corran a comprar medicamentos que no saben usar, se automediquen y se aíslen.

¿Es que alguna persona, funcionario o responsable de salud se ha puesto a pensar acerca de los términos que se están utilizando para hablarles a los ciudadanos, a las familias, a través los medios de comunicación? ¿Estos funcionarios creen que es efectivo y mejora el cuidado de la salud contar los muertos mundiales (y locales) y los enfermos como si esto fuera una batalla entre el bien y el mal? Cuántos muertos son pocos (o muchos), ¿es una respuesta que necesitan las personas para cuidarse mejor? ¿Han medido el impacto social de sus palabras en cada comunidad o han adoptado el criterio de implantar este discurso en cada comunidad como forma de considerarlos oportunamente permeables a un cambio de sus actitudes como consumidores? ¿Están trabajando –tal vez sin quererlo– en crear clientes de salud?

Evidentemente no ha sido sólo improvisación y desconocimiento, sino también falta de una mirada más profunda de las autoridades sanitarias acerca de los procesos de salud y enfermedad de las comunidades, la que nos ha llevado a esta forma de “vivir en peligro”. También –y esto es decisivo– la adopción de formas de comunicar está ligada a programas de organismos internacionales que financian las campañas de salud e imponen, con medidas aparentemente “administrativas”, formas de actuar que llevan implícitas estas formas de comunicar. Estas formas van cambiando paulatinamente también los criterios más ligados a la medicina social por los “nuevos” de la medicina de mercado. Así nosotros, los ciudadanos, actores, terminamos adoptando “el vestuario” adecuado para este escenario: los insalubres tapabocas.

Diego Perez.Periodista. Maestrando Plangesco, UNLP/Unpsjb. Para Página 12

Agua de botellas plásticas tiene hormonas capaces de afectar sistema endocrino

El agua proveniente de botellas plásticas puede afectar a nuestro sistema endocrino porque está contaminada con estrógenos, hormonas femeninas responsables de características sexuales, según se desprende de un artículo publicado en la revista Environmental Science and Pollution Research.

 

10 de abril de 2009

Martin Wagner y Joerg Oehlmann, de la Universidad Goethe de Frankfurt, midieron la concentración de estrógenos en las muestras de agua mineral de 20 marcas diferentes que se producen en Alemania. Nueve muestras se encontraban en botellas plásticas; otras nueve, en botellas de vidrio; y las dos restantes, en un envase compuesto de cartón y plástico.

Un tercio de las muestras que se preservaban en envase de vidrio, el 78% del agua en las botellas plásticas y ambas muestras en envase mixto presentaban "niveles significativos de actividad hormonal".

Los investigadores descubrieron también que los caracoles neozelandeses del lodo, Potamopyrgus antipodarum, se reproducen con una intensidad mucho mayor en el agua proveniente de botellas plásticas.

Los autores del estudio creen haber descubierto "apenas la punta del iceberg" porque "los envases plásticos pueden ser la mayor fuente de contaminación xenohormonal en muchos otros productos alimenticios".

Fuente: Ria Novosti, 27/ 03/ 2009 Y Voltairenet

FIEBRE PORCINA

FIEBRE PORCINA

PÁGINA 12 - 20/05/09

Las muertes evitables del mal de Chagas

Se trata de la principal enfermedad endémica de la Argentina, donde se estima que hay dos millones de infectados. “Hay pocas acciones para detectarla en chicos”, advirtió el director del Programa Nacional de Chagas.

Por Mariana Carbajal

Cada semana mueren alrededor de diez personas en promedio en el país como consecuencia de la enfermedad de Chagas. Hay cerca de dos millones de infectados, según estimó el director del Programa Nacional de Chagas, Héctor Freilij. Pero el mal no afecta a turistas que viajan al exterior de vacaciones. Y entonces, poco se habla de su impacto. No es una enfermedad explosiva: es silenciosa y permanente, es la principal enfermedad endémica de la Argentina. Los que se mueren son los más pobres. Algunos ni siquiera se enteran de que estaban infectados por el parásito que transmite la vinchuca antes de sufrir muerte súbita. Pero de la mano de la migración interna y de la ausencia de planes sistemáticos para combatir la presencia del insecto en las casas, el Chagas llegó a las ciudades y dejó de ser un problema exclusivo de las áreas rurales: en la capital sanjuanina hay vinchucas en edificios deshabitados de una zona residencial, reveló Freilij.

El Programa Nacional del Chagas tiene apenas un presupuesto de 16 millones, al que se suma un financiamiento del Banco Mundial que elevaría el monto a unos 50 millones de pesos para todo el 2009. El presupuesto no supera lo que gastará el Ministerio de Salud de la Nación para comprar unos 110 mil tratamientos del antiviral recomendado para los pacientes con gripe porcina y reforzar el stock que ya tenía de 500 mil dosis, unos 70 millones de pesos.

“Hay pocas acciones de pesquisas para detectar la enfermedad en chicos, cuando se calcula que el 80 al 90 por ciento se cura con un tratamiento de dos meses”, advirtió Freilij, jefe de Parasitología y Chagas del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de la ciudad de Buenos Aires. Una ley nacional que se aprobó hace un año y medio y obliga a realizar test a todos los recién nacidos de madres seropositivas y a todas las embarazadas, nunca fue reglamentada y no se aplica. “Estamos frente a un homicidio por omisión, por no hacer nada”, se lamentó el especialista.

Freilij está al frente del Programa Nacional desde 2008. Se dedica al problema del Chagas desde que era médico residente. Conoce el interior del país y también otros territorios latinoamericanos afectados por la vinchuca. Brasil, Uruguay, Chile y recientemente Guatemala han cortado la transmisión por el vector. “Si se hicieran las cosas bien, en tres, cuatro o cinco años Argentina podría llegar a esa situación”, se esperanza.

La estrategia básica para eliminar la vinchuca de las viviendas es fumigarlas, repetir la operación a los seis meses y controlar y estar atentos cuando vuelven los bichitos para volver a fumigarlos, explicó. Pero las tareas de fumigación, que alguna vez estuvieron centralizadas a nivel nacional y luego fueron delegadas a las provincias, han ido disminuyendo con el correr de los años. “De los 3000 fumigadores que había en la década del ’80, quedaron alrededor de 300. En el último año se nombraron 400. El ministerio les ofreció a las provincias que nombraran rociadores nuevos, la cantidad que necesitaran, y que por dos años se encargaba de pagar los sueldos. Pero al término de ese plazo cada jurisdicción debía absorberlos, y no quisieron asumir ese costo salarial. Para hacer una acción como corresponde se requieren entre 1000 y 1500 rociadores”, precisó Freilij.

Santiago del Estero, Chaco, San Juan y La Rioja son cuatro de las provincias con mayor índice de infestación. Jujuy, Entre Ríos, La Pampa, Neuquén y Río Negro han sido certificadas por la OMS como libres de transmisión domiciliaria por vector. Pero Freilij tiene sus dudas de que actualmente esa situación se mantenga. “Tengo información de que ha vuelto a detectarse vinchuca infectada domiciliaria”, observó. Las migraciones internas han llevado la vinchuca y el Chagas a centros urbanos: en la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, casi el 3,2 por ciento de los donantes de sangre tienen Chagas; en Santiago del Estero, donde se registra la prevalencia más alta, el 14 por ciento de los donantes es seropositivo.

No sólo se trata de rociar y controlar las viviendas. También hay que vigilar la presencia de la vinchuca en los gallineros y alrededores de las casas, en las zonas rurales, las más afectadas. “La vinchuca no se puede erradicar, pero sí controlar”, aclaró el especialista. En parajes de la localidad santiagueña de Añatuya, la Fundación Mundo Sano logró en tres años bajar de un 45 por ciento de viviendas infestadas a apenas un uno por ciento (ver aparte). Según información del Programa Nacional de Chagas, la provincia de Santiago del Estero tenía programada la fumigación en 2969 localidades en 2008: apenas cubrió al 34,4 por ciento. En La Rioja, de las 690 localidades agendadas para realizar tareas de rociado domiciliario, sólo se llegó al 20,6 por ciento. Después de años de olvido, en El Impenetrable se empezó a fumigar para combatir la vinchuca a partir de una presentación judicial de la ONG Nelson Madela que llegó a la Corte Suprema. En 2008, en el Chaco se trataron más de 300 niños infectados con la enfermedad.

“Todas las embarazadas deberían ser testeadas. Es muy importante la rápida detección del niño que nace con Chagas. Un tratamiento farmacológico de 60 días permite la cura en un 80 a 90 por ciento de los casos”, destacó Freilij, médico pediatra e infectólogo. Sin embargo, el experto estima que actualmente de las 700 mil mujeres que dan a luz cada año en el país, sólo son sometidas a un testeo entre 400 mil y 500 mil. La ley sancionada por el Congreso en septiembre de 2007 obliga a diagnosticar a cada embarazada y a cada recién nacido de madre seropositiva. A un año y medio de su aprobación, todavía no fue reglamentada.

No hay estadísticas oficiales. Pero Freilij señala que las estimaciones indican que hay alrededor de dos millones de afectados en el país. Muchos de ellos desconocen que fueron picados por la vinchuca. La picadura no duele y generalmente se produce de noche. Hay pobladores que no saben que el bicho, que habita fundamentalmente en sus ranchos de adobe y techo de paja, transmite una enfermedad. Las condiciones de la vivienda son otro factor importante para combatir el Chagas. “En estados como Texas y Arizona hay vinchuca, pero como no pueden instalarse dentro de las viviendas porque son de buena calidad, no hay Chagas en humanos”, explicó Freilij. En la mayoría de los casos, el contagio se da por intermedio de la vinchuca. Otras fuentes de transmisión son a través de la placenta, durante el embarazo, de madre a hijo, y menos frecuente, por transfusión de sangre contaminada y trasplantes de órganos infectados. Un 30 por ciento de las personas infectadas desarrollará cardiopatía por Chagas. De ese total, el 10 por ciento muere entre los 45 y 50 años por problemas cardíacos. Es una enfermedad calladita. No viaja en avión. Produce un millar de muertes por año en la Argentina, muertes evitables.

Sin miedo a la vinchuca

Por Mariana Carbajal

“Se sabe cómo combatir el Chagas. Pero se necesita un compromiso permanente para prevenir la enfermedad”, consideró Sandra Tarragona, directora de la Fundación Manos Libres, economista de Salud y profesora de la Universidad Nacional de La Plata. Tarragona lamentó que todavía no esté reglamentada la ley sancionada un año y medio atrás, que obliga a una serie de acciones a desarrollar desde el Estado para bajar el contagio. La ONG desarrolla diversos programas sanitarios en Santiago del Estero, Chaco, Misiones y Chubut para enfrentar enfermedades como el Chagas, el dengue, leishmaniasis y el hantavirus. En la localidad santiagueña de Añatuya están abocados a controlar la presencia de la vinchuca en viviendas precarias de la zona urbana y sus alrededores. “Cuando empezamos en 2004 había un alto nivel de vinchucas y trasmisión de la enfermedad. Ahora tenemos casi infestación cero”, contó a Página/12. “Mejoramos 136 viviendas”, precisó. Gastaron 1150 pesos por familia, mucho menos de lo que cuesta un metro cuadrado en Barrio Norte. “La gente no le tiene miedo a la vinchuca. Nos decían: ‘Les tenemos miedo a los alacranes y a las víboras’. Ni sabían que las vinchucas podían transmitir una enfermedad.”

Fuente: Página 12