MEDICAMENTOS ADULTERADOS - ¿Y A MÍ QUÉ?
funcionarios desplazados por Ocaña (ex-ministra de Salud) vuelven a la superintendencia
El regreso de los gerentes cuestionados
En medio del escándalo que generó la compra de medicamentos truchos por parte de las obras sociales, el organismo que las controla recontrata a ex funcionarios de la gestión de Héctor Capaccioli. Falta la firma para su nombramiento, pero ya ocupan despachos.
La Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el organismo esencial para las finanzas de las obras sociales, también es parte fundamental en la causa por la mafia de los medicamentos que está revisando si incumplió el rol de contralor. Su misión de fiscalizar a las obras sociales ya había sido cuestionada por Graciela Ocaña cuando era ministra de Salud. Ahí dentro funcionaba una estructura de gerentes muy bien relacionada con el sindicalismo que la ex funcionaria intentó desarticular cuando asumió su cargo. Con la asunción de Jorge Manzur en Salud, la vieja estructura gerencial parece estar de vuelta.
Detrás de ese armado, fuentes oficiales señalan a Néstor Vázquez, un neurólogo de relación directa con José Luis Lingeri, quien ideó en los 90 la Administración Nacional de Seguros de la Salud (Anssal) que después se convirtió en la SSS.
La salida más ruidosa que había impulsado Ocaña fue la de Héctor Capaccioli, el superintendente y recaudador de campañas durante la gestión K que quedó muy mal posicionado después del llamado “triple crimen”, cuando se supo que muchos de los aportantes eran droguerías de sospechosa legalidad que habían llegado a través de él a donar plata para Cristina Kirchner.
A pesar del escándalo que está desnudando la trama de connivencia entre el Estado, las obras sociales y algunas droguerías, como es el caso de San Javier, cuyo titular, Néstor Lorenzo, es el principal imputado en la causa por la provisión de medicamentos truchos a La Bancaria, Manzur ascendió a titular de la Superintendencia al desplazado Ricardo Bellagio, un hombre de excelentes vínculos con la CGT que difícilmente podía desconocer esa situación: trabaja hace más de quince años en el edificio de Diagonal Norte 530. Además, durante el mandato de Capaccioli, tuvo bajo su mando simultáneamente las gerencias de administración y de control financiero. En este último puesto le tocaba, precisamente, hacer las auditorías contables y recibir los balances de las obras sociales. Mientras ocupó ese cargo, se acumularon los 45 millones de pesos en cheques rebotados de La Bancaria sin que la SSS hiciera demasiadas objeciones.
Con Bellagio reaparecieron otros nombres que fueron designados por Manzur pero no tienen todavía la firma de la presidenta Cristina Kirchner. Uno es Jorge Pedro Bustos, ex mano derecha de Capaccioli que ahora ocupa la poderosa oficina de gerente general del organismo y que tampoco podría negar su buena relación con Juan José Zanola. De ese grupo, también volvió Jorge Quintana, en la SSS desde el menemismo. El ministro de Salud ya lo habilitó para retomar su puesto de gerente de informática, un sillón que parecería poco trascendente si no fuera porque desde ahí se maneja el padrón de afiliados a las Obras Sociales. Es decir, de los pacientes que figuren en esa lista, dependen los millones de pesos en medicamentos que asigna el Estado para los sindicatos. Otro hombre fundamental es el abogado Oscar Cochlar, que atiende el teléfono desde un despacho pegado al de Bellagio y se describe como asesor personal. En esa misma estructura estaba Alejandra Ongaro, jefa de Ceremonial de Capaccioli, quien estaba dentro del Policlínico Bancario cuando llegó la Policía Federal a allanarlo. Ongaro figura también como empleada de San Javier.
Las obras sociales deben informar
Las obras sociales deberán informar antes del fin de semana si desde 2006 tuvieron alguna relación comercial con las droguerías del empresario Néstor Lorenzo. La Superintendencia de Servicios de Salud envió ayer una circular a más de 300 organizaciones sindicales del rubro. Al mismo tiempo, la Administración de Programas Especiales deberá comunicarle al superintendente, Ricardo Bellagio, los subsidios o reintegros que haya pagado a obras sociales por compras a esas droguerías. Bellagio informó que se trata de “un cerrojo” para precisar los vínculos entre obras sociales y empresas de Lorenzo.
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Publicado por Critica de Argentina - 17/09/09
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