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La civilización de los bárbaros

A propósito del libro Los bárbaros, de Alessandro Baricco, éste y el autor de Microcosmos dialogan sobre la actual crisis de valores. Hay un cambio en acto, según este debate, que no sólo es cultural, sino antropológico y genético y que puede producir una humanidad radicalmente nueva, distinta de la nuestra

Por Claudio Magris
y Alessandro Baricco
Corriere della Sera

Durante la campaña electoral de 2001 me di cuenta de que no entendía el mundo. Un manifiesto de Forza Italia mostraba a Berlusconi en mameluco, con la inscripción "Presidente obrero", una idea que podría habérsenos ocurrido a mí y a mis amigos como una bufonada estudiantil que lo pusiese en ridículo. Habría sido cómico proclamar a Veltroni o a Prodi "Presidentes obreros". Pero si algo que para mí era una caricatura satírica funcionaba en cambio como una propaganda eficaz, quería decir que las reglas del juego, los criterios de juicio, los mecanismos de la risa habían cambiado; me encontraba en una mesa de póquer creyendo que el as era la carta más alta y descubría que, al contrario, valía menos que el dos de picas.

Alessandro Baricco se adentra en el paisaje de esta mutación de época con extraordinaria agudeza; con esa profundidad disimulada bajo la ligereza que caracteriza su modo de narrar. Quizá Baricco sea un escritor del siglo XIX y del XXI más que del XX, a pesar de que Novecento es el título de un célebre libro suyo. Se mueve en el mundo saqueado por los bárbaros, como él los llama, con la agilidad de un antílope en un territorio que no es precisamente el suyo, pero en el cual no se encuentra de ningún modo incómodo. Los bárbaros lo son respecto a aquello que se considera la civilización (es decir, respecto a nosotros, que nos consideramos como tal), una civilización que se siente devastada en sus valores esenciales: la duración, la autenticidad, la profundidad, la continuidad, la búsqueda del sentido de la vida y del arte, la exigencia de absolutos, la verdad, la gran forma épica, la lógica habitual, toda jerarquía de importancia entre los fenómenos. En lugar de todo esto, triunfan la superficie, lo efímero, el artificio, la espectacularidad, el éxito como única medida del valor, el hombre horizontal que busca la experiencia en una girándula continuamente mutable. Vivir se convierte en un surfing , una navegación veloz que salta de una cosa a otra como de una tecla a otra en Internet; la experiencia es una trayectoria de sensaciones en la que la pulp fiction y Disneylandia valen tanto como Moby Dick y no dejan tiempo para leer Moby Dick . Nietzsche ha descrito con genialidad única el advenimiento de este hombre nuevo y de su sociedad nihilista, en la que todo es intercambiable con cualquier otra cosa, como el papel moneda. Todo esto nace ya con el romanticismo, que ha infringido todo canon clásico, más aún, todo canon; como recuerda Baricco, la primera ejecución de la Novena de Beethoven fue despedazada por los críticos musicales más serios con términos análogos a los que hoy se emplean para despedazar, acusándolas de complicidad con los gustos más bajos y vulgares, muchas performances artísticas o seudoartísticas. Baricco busca describir -o, en sus novelas, contar- y sobre todo entender el mundo, en vez de quejarse de él, y sostiene justamente, en el bellísimo final de Los bárbaros (Anagrama), que toda identidad y todo valor se salvan no erigiendo una muralla contra la mutación, sino operando en el interior de la mutación que es, de cualquier modo, el precio, a veces pesado, que se paga por un gran progreso, por la posibilidad de acceder a la cultura dada a masas antes inicuamente excluidas y que no pueden haber adquirido todavía un señorío coherente.

Si bien todo puede ser comprendido -le planteo cuando lo encuentro en su, y un poco también mía, Revigliasco- no todo puede ser aceptado...

Claudio Magris

C. M.: -Tú mismo escribes que es preciso saber qué debe salvarse de lo viejo -que por lo tanto no lo es- en esta transformación total. Esto implica un juicio que no identifica por lo tanto, como hoy se pretende, el valor con el éxito. También Il piccolo alpino [N. E.: novela de Salvator Gotta que se utilizó en la época fascista como lectura de formación para los jóvenes] vendía hace un siglo muchos más ejemplares que las poesías de Saba, pero no por esto quien lo leía entendía mejor la vida. Si los diarios -como dices- no hablan de una tragedia en África hasta que no se convierte en un chimento para papel ilustración o de subsecretarios, ésta no es no una buena razón para no corregir esta información paupérrima más que falsa. Es, por otra parte, lo que hacen muchos blogs , en los que se encuentra a menudo más "verdad" que en los medios tradicionales.

Alessandro Baricco: -Cierto, no todo puede ser aceptado, tienes razón. Pero entender la mutación, aceptarla, es el único modo de conservar una posibilidad de juicio, de elección. Si se reconoce a la nueva civilización bárbara un estatuto, precisamente, de civilización, entonces se hace posible discutir sus rasgos más débiles, que son muchos. Por otra parte creo que la misma barbarie tiene cierta conciencia de sus límites, de sus pasajes riesgosos y potencialmente autodestructivos: en cierto sentido siente la necesidad de los viejos maestros, tiene un hambre espasmódica de ellos. El hecho es que los viejos maestros a menudo no aceptan sentarse a una mesa común, y esto complica las cosas.

C. M.: -Creo que no existe una contraposición entre los bárbaros y los otros (¿nosotros?). Aun quien combate muchos aspectos "bárbaros" no está patéticamente out , y puede contribuir a la transformación de la realidad. La civilización de los Habsburgo, tan experta en invasiones bárbaras, no las demonizaba ni las enfatizaba; se limitaba a decir: "Sucedió que..."

A. B.: -"Sucedió que...", bellísimo. Cuando pensé en escribir Los bárbaros tenía precisamente un estado de ánimo de ese tipo... Está sucediendo que... No tenía en mente contar un apocalipsis ni tampoco anunciar alguna salvación... Sólo quería decir que estaba sucediendo algo genial, y me parecía absurdo no tomar nota de ello.

C. M.: -Indagas espléndidamente la estrecha relación que había entre profundidad, rehuida por los bárbaros, y esfuerzo, sublimada y honda moralidad del trabajo y del deber, que a menudo conduce al sacrificio y a la violencia. Pero la profundidad no está necesariamente ligada a la falsa ética del sacrificio. Sumergirse y volverse a sumergir en un texto -en un amor, en una amistad, en vez de tocarlos de pasada como lo hacen hoy los bárbaros- no quiere decir deslomarse cavando como un forzado en una mina, pero es como zambullirse repetidamente en el mar y descubrir cada vez nuevas luces y colores, que enriquecen las precedentes, o como hacer el amor muchas veces con una persona amada, cada vez más intensamente gracias a la libertad de la confianza incrementada.

A. B.: -La profundidad, ése es un hermoso tema. Sabes, mientras escribía Los bárbaros consagré mucho tiempo a entender y a describir la formidable reinvención de la superficialidad que esta mutación está realizando. Y me parece fantástico lo que hemos logrado hacer al rescatar una categoría que oficialmente era la identificación misma del mal, y devolverla a la gente como uno de los lugares reservados al Sentido. Pero me doy cuenta de que esto no significa de ningún mundo demonizar, automáticamente, la profundidad. Tú precisamente hablas de amistad, de amor, y si observas a los jóvenes de hoy, casi todos típicos bárbaros, encontrarás el mismo deseo de profundidad que podíamos tener nosotros. O si piensas en su necesidad religiosa, encuentras un ansia de verticalidad que no logras conjugar del todo con la cultura del surfing . En definitiva, ¿sabes qué pienso? Que la mutación ha desmontado la dicotomía de lo superficial y lo profundo: ya no son dos categorías antitéticas. Son las dos movidas de un único movimiento. Son los dos nombres de una única cosa. Te diré más: la superficialidad, en las obras de arte bárbaras, ya no es distinguible como tal, no más de cuanto tú puedas distinguir entre la cosa y el adorno en un cuadro de Klimt, o la pura aritmética en una suite de Bach.

C. M.: -Aunque soy más alérgico que tú a los bárbaros, querría defenderlos de una imagen totalitaria. En Google veo también una -aunque inmensa- redecilla semejante a aquella con la que los niños pescan en el mar cangrejos y conchillas. No tengo necesidad de Google para saber algo sobre Goethe, "linkeadísimo", porque lo encuentro también fácilmente en otra parte, como en el pasado. En cambio Google me ha dado información sobre un personaje mínimo en el que me estoy interesando, una negra africana del siglo XVI, convertida en dama de corte en España, raptada por caribeños, que llegó a ser más tarde su reina. Los blogs corrigen la unilateralidad bárbara de los medios, que hablan sólo de aquello de lo que se habla y se sabe. No creo que Faulkner pueda desaparecer, sería mejor que desapareciese Google; pero creo que Google puede en todo caso ayudar a hacer redescubrir la grandeza de Faulkner a muchos ignorantes. Los bárbaros que invadieron el Imperio Romano fueron sus herederos, leyeron y difundieron los Evangelios...

A. B.: -Los bárbaros que invadieron el Imperio Romano eran a menudo poblaciones ya parcialmente romanizadas, guiadas por caudillos que procedían de las filas de los oficiales del ejército imperial...

C. M.: -La profundidad, escribes, es a menudo fundamentalista. Ha conducido, en nombre de valores fuertes, a la guerra y a la destrucción. No creo sin embargo que la muchedumbre bárbara, inocente, pacifista de los consumidores de videogames sea idónea para exorcizar la violencia; la veo en todo caso desarmada e ingenua y, por lo tanto, fácil presa de las persuasiones colectivas que llevan a la guerra. En tu extraordinaria Apostilla a Ho mero, Iliada dices -y concuerdo plenamente- que la guerra no se derrota con el abstracto pacifismo, sino con la creación de otra belleza, desligada de aquélla, por más alta que sea, siempre atroz del pasado, como en la Ilíada . No veo, sin embargo, en los consumidores de Matrix a estos constructores de paz...

A. B.: -Aparentemente es así. Pero cada tanto me pregunto, por ejemplo, si una de las razones por las cuales, después de las Torres Gemelas, no nos hemos precipitado en una verdadera guerra de religión en amplia escala, no es justamente la barbarie difusa de las masas occidentales y cristianas: la nueva sospecha que les inspira todo lo que se da en forma mítica les impide adherir en modo visceral a los posibles eslóganes guerreros que en el pasado, y por siglos, han abierto una brecha muy grande entre la gente.

C. M.: -Los bárbaros de los que hablamos son occidentales, aunque comprenden elementos de otras culturas. Hoy, la así llamada globalización mezcla en escala planetarias otras culturas, tradiciones, niveles sociales, casi épocas diversas, e introduce también valores de profundidad y de esfuerzo, absolutos, fundamentalismos. Una nueva muchedumbre de excluidos se asoma al mercado de la civilización: respecto de ellos, nuestros bárbaros pronto parecerán aristocráticos de otro ancien régime . Por cierto, pasará tiempo antes de que los clandestinos de cualquier lengua y cultura levanten verdaderamente la voz, pero...

A. B.: -Es cierto. Cuando hablamos de humanismo o de romanticismo, hablamos de mutaciones relacionadas con un mundo pequeñísimo (Europa, y ni siquiera toda), mientras que hoy, cualquier mutación se debe confrontar con todo el mundo, porque está obligada a dialogar con todo el mundo. Será una aventura fascinante.

C. M.:-Hay otra mutación en acto, no sólo cultural, sino antropológica, genética, biológica, que podrá generar una humanidad radicalmente distinta de la nuestra, dueña de su corporeidad, capaz de orientar a su gusto el propio patrimonio genético y de conectar las neuronas propias a circuitos electrónicos artificiales, portadora de una sensualidad que no tiene nada que ver con la que, más o menos, es todavía la nuestra. Por cierto, pasará mucho tiempo de todos modos antes de que algo así pueda ocurrir. Pero no tendrá sentido preguntarse si este hombre o su clon será verdaderamente "otro" respecto de nosotros, si será horizontal o profundo, así como no tendría sentido preguntárselo respecto de nuestros antepasados simiescos o quizá roedores...

A. B.: -¿Lo crees? No sé. A mí me parece una frontera bastante más cercana, un destino que pertenece al hombre como lo conocemos hoy, a ese animal. Porque creo que una de las adquisiciones fundamentales del hombre moderno ha sido la de imaginar y generar una continuidad en su camino, una continuidad casi indestructible. No importa cuánto tiempo será necesario, pero cuando conectemos nuestras neuronas con circuitos electrónicos artificiales habrá todavía, junto a nosotros, una mesa de luz y sobre ella un libro: quizá sea de titanio, pero será un libro. Y lo que hacemos cada día, hoy, quizá sin siquiera saberlo, es elegir qué libro será: ¿puedes imaginarte una tarea más alta y divertida?

[Traducción Hugo Beccacece]

FUENTE: ADN Cultura

Piden que Macri explique el escándalo en el Colón

Piden que Macri explique el escándalo en el Colón

MODELOS, CHAMPAGNE Y SANGUCHITOS

La legisladora Patricia Walsh quiere investigar un evento de una marca de zapatillas. Organizaron un recital de un ex Ramones con cóctel y desfile.

Ayer, la diputada porteña Patricia Walsh, miembro de la comisión de Cultura, presentó un pedido de informes al Poder Ejecutivo de la Ciudad para que explique el evento comercial de una marca internacional de zapatillas que se realizó el pasado martes 14 en el Centro Experimental del Teatro Colón (CETC).

“Es escandaloso. Los funcionarios de Mauricio Macri no sólo ponen la mayor casa de arte del país al servicio de los negocios privados, sino que además pretenden negar su responsabilidad”, dijo la legisladora de Nueva Izquierda.

Walsh quiere indagar acerca del recital del baterista Marky Ramone (de la legendaria banda de punk rock estadounidense Ramones), que incluyó coctel y desfile de modelos con motivo del lanzamiento de una nueva línea de zapatillas, auspiciado por la filial argentina de la empresa norteamericana Converse, en el sótano del Colón.

En los fundamentos de su proyecto de resolución, Walsh cita la versión taquigráfica surgida de la reunión del lunes 20 con el ministro Hernán Lombardi, cuando se presentó para informar los alcances del decreto Nº 1.160/08 de reestructuración del Ministerio de Cultura, a su cargo: “Voy a formular una pregunta concreta al ministro: ¿esto qué tiene que ver con la presentación de las zapatillas Converse, con el baterista de los Ramones, con un minidesfile de modelos, champagne y sanguchitos, todo hecho en el Centro de Experimentación? Esto salió en los diarios, tengo aquí Clarín y Página/12”.

La legisladora puntualizó que “existe información controvertida sobre la autorización” de este evento y menciona un memorándum del lunes 6 “donde se informa a la Dirección General del Teatro que la empresa festejará sus 100 años y como contraprestación donará 120 joggings para el Cuerpo Estable del Ballet”.

También pide investigar si el jueves 23 se realizó en el CETC la presentación de la séptima edición del libro Gerónima, cuyo autor es el vicegobernador de San Luis, Jorge Pellegrini.

Fuente: Crítica Digital - 29/10/08

MEMORIAS DEL SAQUEO

Encontramos esta maravilla en youtube

Una obra de Pino Solanas, el "cronista" de nuestra Argentina

Ver "Memorias del Saqueo"

La ciudad ya puede disfrutar del primer museo al aire libre

Es una iniciativa del Ministerio de Cultura porteño, que se instala en Barracas

Hay un tango de Cátulo Castillo que reinventa el barrio con la paleta de un pintor: "Una calle en Barracas al Sur/una noche de verano/donde el cielo es más azul/y es más dulzón el canto del barco italiano". A ese vecindario, cuyo pasaje Lanín, entre Brandsen y Suárez es, desde esta semana, la calle del encuentro, llegaron artistas plásticos, autoridades del gobierno porteño, docentes, vecinos y alumnos. El motivo: inaugurar el museo al aire libre, ideado por el pintor Marino Santa María.

El pintor tiene su atelier en el pasaje Lanín N° 33. Por ello, eligió obras de 33 artistas, cuyas copias digitales montó sobre el largo paredón del ferrocarril, al alcance de la mirada y la curiosidad de la gente. El ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, dijo durante la inauguración: "Invertir en el embellecimiento de un barrio no es una frivolidad, sino que se vincula con la decisión de tener una ciudad más justa y con la puesta en valor de nuevos espacios en Buenos Aires para abrirlos al turismo".

El museo al aire libre reproduce obras de León Ferrari, Guillermo Kuitca, Rogelio Polesello, Clorindo Testa, Pablo Siquier, Josefina Robirosa, Marta Minujín, Andrés Labaké, Nora Iniesta, Eduardo Plá, Juan Doffo y Daniel Santoro, entre otros artistas. En diálogo con LA NACION, Plá e Iniesta coincidieron en que "el arte público procura consolidar una modalidad fuera de los museos. Es para todos y las obras se reproducen de manera expansiva".

Lo curioso es que nadie conoce el tamaño real de las obras. Desde la digitalización de las pinturas e incluso los marcos, todo es virtual. La muestra estará colgada los viernes, sábados y domingos, de 10 a 20, de modo que se resignificará un espacio público, cuya noción se ha diluido en la posmodernidad. La idea es mantener la intervención artística del pasaje Lanín hasta diciembre próximo.

A la vuelta del museo al aire libre, el pasaje se tiñe con los colores de las 40 fachadas pintadas por Santa María. La otra novedad, presentada esta semana, fue la inauguración de la escuelita Pequeños Muralistas Solidarios. Niños cuyo promedio de edad es de 10 años, elaboran pequeñas piezas hechas con trozos de cerámica de colores. Las obras se expondrán en comedores infantiles, centros de salud y hogares de niños.

"Siento que la gente goza de las intervenciones artísticas en el espacio público como lo hace con la música. El público no necesita leer para venir, ni saber nada de arte para gozarlo", dijo Santa María. La iniciativa es también un encuentro entre el sector público y el privado.

La galería de Arte Ruth Benzacar, el Instituto de Cooperación Económica Internacional (ICEI, una ONG italiana) y otras empresas privadas apoyan la propuesta del museo sin puertas del pasaje Lanín. Una de las claves para comprender la puesta en valor de Barracas está en el crecimiento del turismo en Buenos Aires, algo que Lombardi tiene en claro.

Barracas tiene una historia centenaria; sus casas chorizo y sus fachadas neoclásicas son parte de su identidad. "Esta acción responde también a una planificación turística cultural. Hay que diversificar la oferta para no saturar los barrios porteños", dijo el ministro.

La aspiración oficial es crecer el 20% en los próximos dos años. "Así llegaríamos a los 2.000.000 de visitantes por año. En Buenos Aires sigue habiendo mucho espacio para abrir la oferta cultural."

Por Susana Reinoso
De la Redacción de LA NACION

"El agua, clave para la Vida"

Ciclo de Arte y Ciencia

“El Agua, clave para la Vida”

Del 25 de abril al 15 de Junio de 2008,

en el Museo Argentino de Ciencias Naturales

“El Agua, clave para la vida” es una exhibición itinerante a través de la cual,  reconocidos artistas y científicos argentinos, promueven una oportuna reflexión en tiempos signados por el “cambio climático”. Las obras de los artistas miembros Adriana Groisman (Video “Our Trip to Antartica”), Marcelo Gurruchaga y Daniel Aldo Gómez (Muestras fotográficas sobre la Antártida), acompañadas por el audiovisual del joven Stefan Oliva, de 14 años, conforman esta exhibición colectiva que conjuga las miradas “del arte y la ciencia” y nos propone pensar juntos acerca de este recurso fundamental del cual depende la vida en nuestro planeta.

La visión científica la aportan el geólogo José Sellés Martínez, integrante del Departamento de Ciencias Geológicas de la FCEyN-UBA y el Lic. en Ciencias Biológicas especializado en Ecología Lic. Daniel Aldo Gómez, ambos miembros de la Asociación Tierra de Exploradores.

La muestra podrá visitarse entre el viernes 25 de abril y el 15 de junio de 2008, todos los días de 10 a 19 hs. en Av. Ángel Gallardo 490, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

www.tierradeexploradores.org
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"El agua, clave para la Vida"

Ciclo de Arte y Ciencia

“El Agua, clave para la Vida”

Del 25 de abril al 15 de Junio de 2008,

en el Museo Argentino de Ciencias Naturales

“El Agua, clave para la vida” es una exhibición itinerante a través de la cual,  reconocidos artistas y científicos argentinos, promueven una oportuna reflexión en tiempos signados por el “cambio climático”. Las obras de los artistas miembros Adriana Groisman (Video “Our Trip to Antartica”), Marcelo Gurruchaga y Daniel Aldo Gómez (Muestras fotográficas sobre la Antártida), acompañadas por el audiovisual del joven Stefan Oliva, de 14 años, conforman esta exhibición colectiva que conjuga las miradas “del arte y la ciencia” y nos propone pensar juntos acerca de este recurso fundamental del cual depende la vida en nuestro planeta.

La visión científica la aportan el geólogo José Sellés Martínez, integrante del Departamento de Ciencias Geológicas de la FCEyN-UBA y el Lic. en Ciencias Biológicas especializado en Ecología Lic. Daniel Aldo Gómez, ambos miembros de la Asociación Tierra de Exploradores.

La muestra podrá visitarse entre el viernes 25 de abril y el 15 de junio de 2008, todos los días de 10 a 19 hs. en Av. Ángel Gallardo 490, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

www.tierradeexploradores.org

Bienvenido al Sinaí

scarlett07.jpg (12 Kb)

Mahrab, Bienvenido al Sinai
Scarlett Coten

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