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CIELO Y TIERRA - ¿QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO?

Trata de Personas

El vuelo de la mosca

El vuelo de la mosca

La mosca en la ceniza, el nuevo film de Gabriela David, expone –con belleza narrativa y sin concesiones– la realidad de la trata de mujeres. Con un elenco de jovencísimos talentos, la película no omite escalafón: la madama, el cliente, el vecino, las responsabilidades.

Por Guadalupe Treibel

Hay, en campo abierto, un truco rural que no admite duelo: el de la mosca ahogada que, puesta en ceniza, sacude las alas y, sin más, revive. Después del agua y el fuego, la resurrección concreta. Y la posibilidad como alegoría. Si la mosca puede... ¿quién más podrá? En la línea de la oportunidad (la que no es y engaña, la que es y activa), se pasea La mosca en la ceniza, el nuevo trabajo de la realizadora, guionista y productora Gabriela David (Taxi, un encuentro, 2001).

La historia es una, la de muchas veces: dos chicas –Nancy (María Laura Cáccamo) y Pato (Paloma Contreras)– conocen a la vecinita de pueblo que les hace el entre para viajar a Buenos Aires y trabajar como mucamas en un hogar “bien”. “A 800 pesos por mes con casa y comida ¿Les parece poco?”, pinchará la entregadora. Nancy quiere ir, hacerse unos pesos, estudiar; Pato –leal y casi analfabeta– sabe seguirla.

Una busca “mejorar”; la otra no sabe bien qué busca y, ante la duda, su madre le dará el empujoncito final: “Cuantos menos seamos, mejor. Además, ya estás grande para no hacer nada”. La (triste) realidad de los bajos recursos en las familias numerosas. Al colectivo de larga distancia entonces, que ya son dos para la ciudad. O, mejor dicho, tres. Porque al dúo dinámico lo acompaña Oscar (Luciano Cáceres), el “capito” de burdel que las lleva a destino.

“Acá uno se puede perder”, dirá –con hermosos ojos desorbitados– la Nancy frente a las luces urbanas que se encienden. Nancy es inocente, no ve más allá; parece una nena en cuerpo de grande, capaz de jugar con moscas y jarros por horas. David no demora el relato; falta poco para que ambas tengan el panorama completo...

Porque el monótono cantor melódico Oscar las deposita en una zona coqueta de Capital donde, sobre la calle Agüero, una puerta abre la –otra– cara de lo que sesabeynosedice: el espacio del cuerpo que desaparece, el prostíbulo (o, dicho sea de paso, la versión 2.0 del centro de detención clandestino), donde las espera la mala malísima Susana (Cecilia Rossetto), una madama inescrupulosa y asexuada que, de buenas a primeras, las introduce en su nuevo “trabajo”. No sin antes sorprenderse porque las chicas tienen documentos...

“La idea nunca fue contar la historia en registro documentalista, crudo o muy realista; no era cuestión de estar exponiendo lo que uno objeta. Por eso aprovechamos los recursos narrativos para construir un ambiente opresivo y dar, a través de climas y sonidos, la sensación de sexo constante, sin mostrarlo”, explica la directora a Las 12 sobre su segundo trabajo, premiado en los festivales de Huelva y Kerala. Su ópera prima, Taxi, un encuentro, ya había ganado once premios internacionales en 2002.

Sobre el puntapié inicial de la película –escrita en 2005 y filmada durante poco más de un mes a fines de 2008–, una noticia local accionó como disparador. “El guión partió de un caso real ocurrido en pleno barrio de Belgrano, donde una chica logró escapar de un burdel y tuvo la entereza de torcer su destino y avisar a una vecina. Pero la pregunta es ¿nadie vio o escuchó nada? Esa indiferencia remite a nuestra época de plomo y es parte de la idiosincrasia argentina”, asegura David.

El “también pasa a la vuelta de la esquina” la llevó a ubicar el prostíbulo de La mosca en la ceniza en Barrio Norte, a centrar el horror puertasparadentro en un contexto de lo más shockeante. Porque, mientras las chicas sufren la tortura, la explotación sexual y las marcas en cuerpo propio, el afuera es puro contraste: las señoras high class pasean a su perro, el florero riega, el policía mira para otro lado... Esa sutileza en la mirada arrima un batacazo certero y sin concesiones que no cae en el golpe bajo. Hay una poética rota que La mosca en la ceniza preserva y realza.

“Desde mi condición capitalina y burguesa aprendí que la trata no es algo que ocurra en rutas en medio de la nada. Son chicas apropiadas que remiten a los desaparecidos, no desde el terrorismo de Estado pero sí desde la inactividad de decisión política”, resalta –a puro pulmón– la realizadora, cuyo libro cinematográfico fue seleccionado en 2007 para participar de la Fundación Toscano/Sundance Institute que se realizó ese febrero en México.

Amigas son las amigas

Obviando las etiquetas, La mosca en la ceniza no pretende asumirse como un film de denuncia. “Quería contar la historia de una amistad femenina porque la lealtad en cine siempre está vinculada al universo del hombre”, asegura David. Para la talentosa Cáccamo –revelación inapelable en su rol de Nancy–, se trata de calar hondo en el comportamiento humano, en un universo donde el encierro anula y vuelve al malo “un villano doloroso”. “Es una red y una transa, como la droga”, dice la actriz. Y agrega: “El arte muestra lo que está pasando, para bien o para mal. Una defiende la causa desde su lugar; en mi caso, desde la actuación”.

Para recrear en pantalla esa amistadparasiempre, Cáccamo y Contreras tuvieron ensayos previos a la filmación, con escenas varias de improvisación. También participaron de manifestaciones y estuvieron en contacto con organismos contra la trata de personas. El resultado salta a la vista, con la verosimilitud al orden del día.

Claro que sus personajes –estas dos jovencitas traídas a puro engaño y obligadas a “trabajar”– no reaccionan de manera similar frente a la patética realidad de infierno de cabaret: Pato se niega y, aún padeciendo amenaza y trompada limpia, resiste en la posición de no entrega. Nancy, en cambio, se adapta como instinto de supervivencia. La inocencia la inunda aunque –detrás de la aparente simplicidad– esconda un batifondo potente. Porque que el personaje pueda amalgamarse al abuso impuesto, habla de un cuerpo (pre) marcado, de algo entrenado para no sentir tanto dolor.

Desde lo actoral, Cáccamo (que fuera alumna del difunto maestro Miguel Guerberof y actuase en El Castillo, de Kafka, entre otras producciones) explica que la apuesta fue no caer en el cliché de “nena boba” o “jovencita del interior”. Y la intentona surtió efecto. Porque, desde la contextura pequeña y la voz particular, María Laura compuso la heroína menos pensada. “Nancy se diferencia del resto, tiene otra línea de pensamiento –explica–. La compuse de adentro para afuera, hablando con una psicóloga que nos asesoró. Porque en el guión ya estaba definido que había algo que ella no podía traspasar. Entonces buscamos las causas de esa limitación y llegamos a tres posibilidades: que cuando era chica, se cayó y le pasó algo en la cabeza, que sufrió mala alimentación, que le faltó educación.”

El personaje de Paloma Contreras (que trabajó en apuestas como Teatro X la Identidad, El niño pez en cine o Tratame bien, en televisión, entre otros), en cambio, tiene otros matices. En palabras de David, la directora, su Pato es “idealista”: “Cree en la evolución personal, no material, y en la educación como arma de progreso. Se resiste totalmente a que le dobleguen la voluntad, su ideario”.

Sobre efectos, Cáccamo reconoce que la entristeció “colgar” su personaje, una vez terminado el rodaje. “Nancy me hizo volver a creer en la inocencia. Cuando uno crece, se vuelve cínico pero ¿por qué hay que dejar de creer en la palabra del otro?”, se pregunta la actriz nacida en Viedma que, terminado el secundario, viajó a Bahía Blanca para estudiar actuación. ¿Próxima parada? Capital.

Noche de perras

Mención aparte merece la madama perrísima compuesta por una Cecilia Rossetto irreconocible que, corajuda, se despidió del glamour para dar carne a Susana, la mujer que –junto a Oscar– regentea el prostíbulo de Barrio Norte. “En mis conciertos y en lo actoral, siempre hice papeles de chica buena que despierta la simpatía del hombre. Habituada a la sonrisa fácil y al juego de seducción, me preocupó cómo componer mi personaje”, reconoce la mujer que, en su último espectáculo –Concierto Amoroso– recorrió un exquisito repertorio de boleros, tangos y poesías mechándolos con anécdotas –en primera persona– de La Habana o Cartagena de Indias.

Entusiasmada con el guión y comprometida con la causa, Rossetto dio vía libre a la metamorfosis. Sobre el proceso, cuenta: “Contrariamente a lo que me enseñaron en las escuelas de actuación, conformé a Susana de afuera para dentro. Me preocupaba mi cuerpo, mi cara. Entonces tomamos la decisión con Gabriela (David) de no ponerle a mi personaje ni una gota de maquillaje, de que tuviera todas las marcas que tengo. Si la hacía cruel y completamente desnuda, podía conseguir una mirada gélida”.

Sí que lo consiguió. Desde la blanquísima tez de encierro, los ojos fríos, la voz vencida, el fisique du rol encontró en esta reversión de Rossetto el punto justo. “Saqué panza a lo bruto, comiendo seis panqueques al día con cerveza”, relata sobre su ¿masculinizada? ¿deshumanizada? versión de madama. “Hay una construcción desde la camisa, el pantalón, los mocasines de hombre. Pero como, a su manera, tiene su sexo con Oscar, nos pareció que, más allá de la panza y la ropa masculina, tenía que tener tetas, para que diera una cosa más perversa”, agrega la mujer que se entregó de lleno en ser “alguien detestable” sin matices, porque “está matando nenas”. “Merece el encierro absoluto”, remata sobre su personaje.

Desde el compromiso social, no es novedad que Rossetto cree que la formación artística puede beneficiar una causa. “¿A quién le puede interesar el arte por el arte mismo? Tenés que abrir conciencias y corazones. Y eso ya es bastante ¿no?”, pone en palabras la mujer que este verano hizo dos films más (de contenido, claro): El Rati Horror Show, de Enrique Piñeyro, y La mala verdad, de Miguel Angel Rocca, sobre el abuso de un abuelo a su nietita.

Y otras chicas del monton

Como toda “empresita” cruenta, el prostíbulo de los apropiadores de cuerpos necesita más chicas para funcionar. De ahí que el cabaret de Susana y Oscar sume otras víctimas a su engranaje. Todos uniformadas (las botas siempre puestas, la cara pintada, los labios rojos), todas rebautizadas por sus carcelarios (los apelativos son ficcionales; no sólo el cuerpo roba el ladrón), poco sabemos (mucho intuimos) del “ejército de reserva” que completa el staff estelar: Está la Rubia (la preciosa Vera Carnevale), está Vanesa (la certera Dalma Maradona), está Denis (la teen Ailín Salas).

Salas, que con sólo 16 años ya trabajó en películas como La sangre brota, XXY o El niño pez, cuenta que su acercamiento a Francisca “Denis” fue instintivo y se alegra de que “sirva para contar algo”. Lo cierto es que su aparición en pantalla quizá sea uno de los más impactantes de la cinta porque pone otro hecho sobre el tapete: el abuso de menores, como una cara (más, ¿la peor?) de la trata de mujeres, de la esclavitud sexual. “Viaja desde otro país para ayudar a su familia sin recursos pero tiene la mala suerte de toparse con esta gente que la engaña”, describe Ailín sobre su Denis.

Pero así como su personaje busca una salida, el de Dalma Maradona pareciera haber claudicado en la intención. ¿Ha entrado del todo en la lógica enferma propuesta por sus carcelarios? ¿Cuánto tiempo lleva ese cuerpo quebrado siendo víctima de la sexplotación? “Perfectamente en un futuro podría quedarse a cargo del boliche; por eso les enseña a las otras”, ofrece Rossetto. Otro color para el abanico de posibilidades, amén de la diversidad de lecturas y chicas expuestas.

El cliente: otra forma de protagonismo

Un –último– factor termina de hacer de La mosca en la ceniza una película necesaria que da voz a una situación plausible: El que cierra la cadena de montaje. El “cliente”.

De buenas a primeras, el film muestra al mozo del bar de enfrente, José, un hombrecito desdentado que, sin dientes, que repite su trauma con base a líquidos a cuanta persona le preste la oreja, representado al seseo por un Luis Machín magistral. De buenas a primeras también, vemos que el mozo José toca la puertita del prostíbulo y vemos que compra el horror. En palabras de David: “Es un pobre tipo que tiene su batalla personal y termina cubriendo y sosteniendo, desde la indiferencia, la cadena”.

El mozo José compra sexo, sí, y sueña –entre pobres coqueteos a Nancy– con enamorarse. Pero ¿qué pasa cuando se pincha una ilusión de azúcar y sale la crueldad del centro clandestino? ¿Quién quiere salvar a estas chicas? ¿Quién puede? ¿Será que el hábito no se rompe jamás? ¿Será que todos prefieren pasear el perro, regar las plantas, mirar para otro lado...? Otra vez la condición humana, la idiosincrasia nacional, la descripción de un patrón que se repite.

“Hay oferta porque hay demanda”, destacan al unísono actrices y directora. Porque “irse de putas” –en jerga de macho– es llenar el tanque que hace que la rueda gire.

Mejor si hablar de ciertas cosas

Como segundo negociado más redituable de mafias, la trata de personas existe hace ratísimo y es tremendo negociado. No es novedad que chicas del interior, de países limítrofes, de la propia Capital se esfuman de la faz de la tierra a cada rato. No es novedad que, en los casos de reapariciones, el estigma social –“esa fue prostituta”– es tan fuerte que se demoniza a la víctima. Para variar...

Pero, al menos, la gente comenzó a incorporar la trata como tema, como problemática social. Y la ficción ha hecho su buena parte en torcer la situación. En 2008, la tira Vidas Robadas contó la historia de la secuestrada Juliana Míguez (en el cuerpo de Sofía Elliot), su cosificación y pasaje, su traslado por los circuitos de la red mafiosa. Y estuvo la otra parte, la de lucha de madre que busca. Y encuentra.

David reconoce que posiblemente el culebrón de Telefe haya habilitado el tema para el gran público. “Pero les cuesta involucrarse con este tipo de cuestiones, más por cómo está encarado el cine hoy en día, tan derivado al entretenimiento. Para mí, el cine es otra cosa: es posibilidad de reflexión. El tema es que los exhibidores nos dejen mostrarla, a pesar de los tanques norteamericanos y otras películas menores. Porque, en el año del Bicentenario seguimos más dependientes que nunca. Los ’90 nos arrasaron culturalmente y estos son los resultados”, remarca la realizadora.

Con todo, no descarta otro posible “uso” de la película. “Muchos militantes contra la trata quieren que el film sea de interés cultural porque les parece que funciona muy bien de manera preventiva. Nunca imaginé esa posibilidad pero me encanta. Si puede servir para difundirse en colegios, sería maravilloso”, proyecta la directora. Que así sea.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-5618-2010-04-02.html

Prostíbulo ofrece servicio de guardería

Rayando lo bizarro, yo pregunto, la "guardería", sería "de buena voluntad" como un "servicio a las empleadas", o sería "de engorde" para tráfico de órganos o hasta que tuvieran "demanda" de niñas/os por parte de algún "usuario/explotador de prostitución"

 

Habilitado como guardería, pero era un prostíbulo

Informa Telam que por orden del Juez Federal Carlos Ochoa, efectivos de Gendarmería Nacional allanaron la whiskería "EL DIAMANTE", situado sobre la ruta 35 cercano a Coronel Moldes, a 220 km de Río Cuarto, pcia. de Córdoba - Argentina.

En el operativo rescataron a 8 mujeres - entre ellas una adolescente de 16 años con documento falso - que eran obligadas a prostituirse y a vivir en dependencias del local que por su precariedad eran "inhabitables".

Fue en medio del rescate que descubrieron que en el fondo se encontraban los hijos de estas mujeres, cuatro niños de entre 2 y 7 años. Los niños estaban al cuidado de una nena de 11 años, hermana de una de las mujeres. Se trataba de una especie de "guardería" en la que quedaban los chicos cuando sus madres tenían que "atender clientes"

Los gendarmes constataron también que las mujeres eran además obligadas a convivir en dependencias precarias casi inhabitables por sus condiciones.

Los dueños del prostíbulo fueron identificados como MIGUEL ANGEL BRUNELLI y su hijos EMILIANO BRUNELLI, a los que el juez dictó prisión preventiva y procesamiento bajo la figura de Trata de Personas (Ley 26.364), con una condena posible de amplio rango que va de 3 a 15 años de prisión.

Fuente: Télam

Palos para el que denuncia

Palos para el que denuncia

Juan Grabois es el fundador de la mayor organización cartonera y reconocido denunciante de redes de prostíbulos. Acusa a Daniel Crisci, ex comisario en Constitución. A metros de su casa lo detuvieron por "resistencia a la autoridad".

Por Lucas Schaerer

“Esta mañana cuando salgo tengo un policía parado en la vereda. Me miraba y hablaba por celular. Era notorio que estaba allí para intimidarme. No soporta la Federal las denuncias y escraches que hicimos con la Alameda por la red de prostíbulos en Monserrat, Constitución y que ampliamos a todos los barrios de la Ciudad. Por eso hago responsable a Néstor Valleca jefe de la policía y al ministrio de Justicia Julio Alak por la integridad de mi familia y la mía”, explicó Juan Grabois a NOTICIAS URBANAS.

El cuestionado proceder de los funcionarios policiales contra el joven referente de cooperativas cartoneras empezó a las ocho de la noche este miércoles 7. Salía de su casa. Tenía cita con otro dirigente social, Gustavo Vera, con quien viene denunciado y escrachando desde 2008, primero la red de prostíbulos en Constitución y Monserrat, y que el año pasado ampliaron a 600 casas de explotación sexual prohibidos por la ley de Profilaxis.

Grabois nunca llegó al encuentro previsto. Entonces Vera lo llamó por el retraso. "Estoy en la comisaría 51" respondió y cortó el fundador de cooperativas cartoneras que en ese momento estaba rodeado de policías. Ese llamado termina provocando que en una hora 500 cartoneros se instalaran en la puerta de la seccional ubicada en Artilleros 2081, barrio de Núñez, y poco después de las 23 sea liberado.

El joven universitario y dirigente social a minutos de haber sido dejado en libertad pudo charlar con NOTICIAS URBANAS.

“Todo comenzó cuando dos policías uniformados se acercaron de mala manera a pedirme mi identificación. Estaba a 40 metros de mi casa cuando estaba sacando mi documentación y pido que ellos también se identifiquen. Ahí me tiraron al piso y empezaron a golpearme. Los vecinos pasaban se quedaban mirando, pendían que me soltaran pero eran echados por las intimidaciones de los policías enfurecidos. A los minutos llegan dos patrulleros. Ya en la comisaría se reían de los libros que tenía, me borraron las fotos del celular, abrieron mi computadora y lo más llamativo que en reiteradas oportunidades preguntaron por mi filiación política. Después del interrogatorio un oficial dijo ‘cuidado con este que es militante, cualquier cosa lo manda al pozo’. Terminé en un calabozo que por lo oscuro y pequeño llaman el ‘Pozo’. Ellos tenían muy en claro quien era y sabían de nuestras denuncias por los prostíbulos”.

Grabois continúa hablando y es notorio que su voz quedo difónica de la larga jornada. “Me puse a gritar porque nunca me dijeron la imputación, ni me permitían el derecho básico de un llamado. Hasta que en un momento un cabo muy jovencito me saca una foto y me dijo que estaba preso por violar la ley de espectáculos públicos”.

El fundador del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) agrega que “el titular de la comisaría 51, Daniel Crisci, fue responsable de la comisaría 16 en Constitución. Con la Alameda hicimos un escrache a esa institución por su complicidad con mafias prostibularias y en ese momento Crisci estaba a cargo".

NU se acercó a la comisaría para conocer la versión policial de los hechos. El comisario prefirió guardar silencio.

El abogado defensor, Pablo Sernani, afirmó a NU que el dirigente social fue imputado por “resistencia a la autoridad” y que la causa tramita ante el juzgado Correcional Nº 5, secretaria a cargo de Walter Candela. Sernani adelantó que solicitará "medidas procesales de protección con una fuerza de seguridad que no sea la Federal”.

El subsecretario de Derechos Humanos porteño, Edgardo Berón, informó que su área tomó contacto con el dirigente social y puso a disposición el equipo de abogados y terapeutas. “Nos pusimos a disposición y vamos a dar todo el apoyo necesario. Repudiamos totalmente estas formas de proceder y acompañaremos las denuncias por prostíbulos”, concluyó Berón.

En la Unidad Fiscal Asistencia en Secuestros Extorsivos (UFASE) y Trata de Personas, a cargo de Marcelo Colombo, donde las ong’s radicaron su investigación sobre los 600 prostíbulos no estaban al tanto de lo sucedido; igual aseguraron que se presentarán de oficio ante el juzgado para certificar la veracidad de las denuncias por prostíbulos y solicitar protección al denunciante agredido y detenido.

Por su lado la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en la Legislatura, Gabriela Alegre, tampoco estaba al tanto del caso.

Link permanente: http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/sociedad/3-143566-2010-04-09.html

Notas relacionadas: Arrestan a Juan Grabois

SEMINARIO REGIONAL - TRATA Y EXPLOTACIÓN SEXUAL

La siguiente es una nota publicada por la Cooperativa La Alameda en su sitio web, en la que su presidente, Gustavo Vera, realiza una crónica del seminario y sus observaciones con respecto a la delegación oficial de la República Argentina.

Los invito a leerla.

28-29/03/2010

 

Por Gustavo Vera

El seminario Regional sobre Trata y Explotación Sexual realizado el 25 y 26 de marzo en San Pablo fue convocado por el gobierno brasilero y sueco que desde hace algunos años trabajan en una línea de cooperación en el combate contra la trata de personas y el crimen organizado. Se convocó a representantes de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Chile poniendo énfasis en invitar a los fiscales especializados en combatir la trata, las divisiones específicas de las policías regionales y aquellas ONGs que han tenido algún rol destacado en el terreno práctico.

Por la Argentina, fue convocado el fiscal Marcelo Colombo de la división antitrata de la UFASE, el comisario Jorge Fernández de la división antitrata de la Federal y por las ONGs estuvieron presentes Susana Trimarco, de la Fundación María de los Ángeles y yo, por la Fundación la Alameda. El comisario de la Federal faltó, el único entre todas las delegaciones. Y a la delegación inicial se sumaron tres funcionarios más del Ministerio de Justicia preocupados por qué conste en actas que en la Argentina “se combate la trata en todos los frentes”.

A diferencia de muchos encuentros que se convocan sobre el tema donde se filosofa largamente sobre la trata sin ninguna conclusión práctica, el objetivo de este seminario era avanzar en la socialización de las experiencias de los gobiernos brasilero y sueco y conocer las buenas prácticas y los problemas que pudieran destacarse en la región.

En la abrumadora mayoría de los seminarios con funcionarios gubernamentales, la Alameda suele ser excluida por no ser “políticamente correcta” y por aprovechar cualquier foro para denunciar con nombre y apellido lo que está ocurriendo, incomodando a varios de los presentes, varios de los cuales están acostumbrados a pasear por el mundo, degustar buenos vinos y opíparas cenas y alegrar las veladas con frases edulcoradas. Sin embargo, a este fuimos invitados y no ingenuamente por los organizadores suecos que vienen siguiendo con interés la experiencia de la Alameda y los resultados prácticos de sus denuncias, investigaciones y propuestas. Algo que evidentemente no agradó a los funcionarios argentinos del Ministerio de Justicia que sólo me dirigieron la palabra cuando nos cruzábamos durísimo en algún debate.

El grueso de la primer jornada fue la socialización de las experiencias de los suecos y brasileros e informes de la representantes de la OEA, ONU y OIM. En la apertura, el secretario de justicia brasilero señaló que la trata ha pasado a ser el segundo negocio ilícito mundial después del tráfico de drogas y superando incluso al tráfico de armas. Que la trata debe enmarcarse dentro de redes de crimen organizado y que, tal como lo establecen las convenciones internacionales, el “consentimiento de las víctimas” es “irrelevante” (cabe aclarar que la trampa de la ley argentina sobre trata radica en que exige que la víctima , cuando es mayor, pruebe que no hubo consentimiento en su traslado y reducción a la servidumbre, algo que prefieren evitar porque al denunciar toda la red delictiva sienten terror hacia la represalias que puedan sufrir ellas y sus familias. Por eso en la Argentina quedan tantos delitos impunes y sólo tenemos condenados a un cieguito y una madame que era ex victima). Luego se explayó sobre las rutas de la trata desde latinoamerica hacia Europa y Asia y desde Asia a Latinoamérica.

Lo más importante de la exposición del secretario de Justicia brasilero fue cuando subrayó que el combate contra la trata debía perseguir la ruta del dinero para ser efectivo. Combatiendo el lavado y el blanqueo, confiscando los bienes de los esclavistas y desmantelando económicamente las redes, no sólo deteniendo a los culpables. Más de seis millones de reales han sido confiscados en los últimos tiempos a los tratantes que además fueron detenidos. Y ese dinero ha sido volcado a programas de investigación y asistencia a las víctimas de trata. En la Argentina, salvo el caso del Juez Federal Sergio Torres y el Tribunal Oral 6 que confiscaron masivamente maquinarias a los esclavistas, en la abrumadora mayoría de los casos donde se prueba trata o servidumbre no se suele perseguir la ruta del dinero y las redes quedan económicamente a salvo, pese a la detención de algunos de sus secuaces. Las causas por lavado brillan por su ausencia y la UFI está reducida al rol de una oficina irrelevante. La definición de los brasileros es concreta: «el crimen organizado es una empresa. Busca tener ganancias. Y para destruirlo no basta con arrestar a los secuaces. Además hay que desmantelar las rutas del dinero.

Otros funcionarios señalaron que en el caso del trabajo esclavo, el gobierno brasilero escracha regularmente en sus web y oficialmente en una lista a las empresas que están siendo juzgadas por trabajo esclavo y además las sanciona económicamente colocándolas en una especie de “veraz” en el que no pueden tener acceso a créditos y subsidio por determinada cantidad de tiempo. En cambio en nuestro país hay más de cien empresas en las que se ha probado que usan trabajo esclavo y están siendo investigadas en la justicia. Sin embargo, ninguna sanción económica fue aplicada a ellas, la AFIP ni siquiera las visita y el Ministerio de Trabajo no pública el listado de empresas que tienen estas prácticas, ni siquiera las que oficialmente denunció la Defensoria del Pueblo.

Junto con Ongs locales han hecho una importante campaña entre los camioneros para erradicar la explotación sexual infantil. Luego de una encuesta en la que el 60 % de los camioneros admitía haber tenido sexo con mujeres en situación de prostitución en horario de trabajo y un 37 % había admitido que fue con menores y adolescentes, el gobierno impulsó una legislación para castigar duramente a las empresas donde trabajan esos camioneros cuando sean pescados teniendo sexo en horario de trabajo e incluso hacerlas responsables penalmente cuando se trate de menores. De este modo, obligaron a las empresas a involucrarse en el control de sus empleados para evitar sanciones económicas y penales y a la vez se lleva adelante una campaña informativa y preventiva fuerte en las rutas.


Entre los funcionarios suecos, se encontraban los de derechos humanos, procuración y policía. Lo aspectos más relevantes de sus exposiciones fueron los siguientes: en Suecia la prostitución a título individual no está prohibida, sin embargo se penaliza la compra de servicios sexuales desde 1999, e incluso se escracha a los clientes-prostituyentes públicamente. Tal medida ha tenido un efecto notablemente desalentador en la demanda. El lema de los suecos es: “el comprador de sexo alimenta el crimen organizado”. Además el gobierno sueco tiene una política activa de combate a la trata y no se queda esperando las denuncias como frecuentemente ocurre en nuestro país. En la práctica, cuentan con una brigada que por denuncias, avisos en los diarios o seguimiento de rutas, detecta lugares posibles de trata y monta un trabajo de inteligencia e investigación, donde en colaboración con la justicia, se filma, se hacen escuchas, se utilizan agentes encubiertos como supuestos clientes y se recolectan pruebas que permitan el allanamiento y el rescate a las víctimas. El objetivo es recaudar la mayor cantidad de pruebas objetivas que no hagan depender tanto las evidencias de las víctimas en situación de vulnerabilidad. En la argentina se publican impunemente cientos de servicios sexuales, sin que sobre ellos recaiga investigación alguna, salvo las que hacen las propias ongs y que tendrían que hacer desde el estado. Los suecos destacaron sus avances en el combate contra la trata y la explotación sexual, pero también admitieron que este año se iban a capacitar en el combate contra la trata laboral que viene aconteciendo desde los países del este europeo hacia el oeste. Una de las razones de la simpatía con el trabajo de la Alameda de los suecos, es la experiencia aportada por esta en la lucha contra diversas formas de trabajo esclavo.

En los demás países latinoamericanos se detectaron los siguientes problemas y avances. Salvo en la Argentina, en la mayoría de los países de la región no existe una oficina de rescate integrada por profesionales que se especialicen en la contención y cuidado de las víctimas y muchas veces esa tarea es asumida torpemente por policías o miembros del poder judicial con desastrosos resultados. Si bien esto es un avance y habría que generalizarlo, mucho más lo sería si esa oficina fuera independiente del gobierno de turno y dependiera del poder judicial y sus miembros fueran elegidos por concurso de oposición y antecedentes, de manera tal que no exista la más mínima duda de su eficacia en un tema tan sensible, donde a veces de la declaración de una víctima depende poder tirar del hilo y llevarse puesto a los peces más gordos. Por ejemplo, la mayoría de las victimas que fueron de Mar del Plata con el cuento de que eran mayores se las dejó partir sin siquiera declarar y algunas de ellas han sido revictimizadas en prostíbulos, lo cual ha desatado una polémica muy fuerte en el caso. Cuando denuncié esto en el seminario en San Pablo, la representante de la oficina de rescate no lo negó, simplemente dijo “lo hablamos en otro momento” y renglón seguido siguió hablando de las maravillas de su oficina.

Hay países donde el retraso de un marco legal es tremendo. Chile y Paraguay , por ejemplo, ni siquiera tienen una ley para combatir la trata. En uruguay existe una concepción regulacionista de la prostitución en la que se abren muchos grises para distinguir lo voluntario de la trata y lo involuntario. Salvo en Brasil, el combate contra la trata laboral está prácticamente en pañales y en la Argentina el tema fue impuesto más por la perseverancia de las ONGs que por una política activa del estado. Solo para dar un ejemplo, la fiscal antitrata de Paraguay admitió públicamente que el único caso de trata laboral en el que hay interconsultas con funcionarios judiciales de la Argentina es el de las granjas avícolas que denunció la Alameda, pero que no existió ningún contacto, ni investigación en el tema construcción, pese a que es muy frecuente encontrar en las obras ciudadanos paraguayos sin documentación en regla y trabajando en condiciones de servidumbre. El representante de la ONGs de Bolivia se quejó amargamente del poco interés del gobierno en abordar el tema, más allá de declaraciones formales y que recién ahora se estaba comenzando a visibilizar el tema.

El papel de la delegación oficial argentina fue lamentable. Uno de los fiscales reivindicó la “eficacia” de la división antitrata de la policía federal y dijo sin sonrojarse que en la Argentina trabajaban coordinadamente todos los organismos del estado nacionales y provinciales en un trabajo articulado contra la trata. Mientras hablaba, me acordaba de la chica boliviana que fue secuestrada en Villa Urquiza y que la encontraron de casualidad en el Chaco porque fue a un hospital de urgencia picada por un alacrán o del esclavista runfla que fue detenido con las manos en la masa en Guemes en un operativo casual, cuando había sido varias veces denunciado en juzgados federales de Capital por la Defensoria del pueblo y la Alameda.

Más preocupados por la apariencia que por la realidad y por hacer constar en actas que en la Argentina todo funciona de maravillas y que el único problema eran los jueces , la delegación argentina recibió instrucciones precisas del Ministerio de Justicia de contar un lindo cuento para incautos. Todo iba de maravillas, sino fuera por el detalle de que desde la Alameda denunciamos allá la existencia de más de 4000 prostíbulos en todo el país, su conexión e incremento con las redes de narcotráfico, el más de medio millón de personas trabajando en situación de servidumbre y trata laboral y los más de seiscientos mil pibes condenados a trabajos forzosos, mayoritariamente en el campo. Y además, repartimos decenas de videos con investigaciones propias que corroboran lo dicho.

Todo iba genial , sino fuera porque la Alameda denunció las extensas redes de cohecho que protegen este delito donde las cúpulas de la federal están muy salpicadas y que tan escandalosa es la situación que en la megacausa de trabajo esclavo se intervenía con la gendarmeria y en la investigación de muchos prostíbulos se apelaba a Prefectura o Policía Aeroportuaria porque la policía local no era fiable. En Anibalandia el problema son los jueces. Ciertamente muchos jueces encubren proxenetas y esclavistas, pero también es verdad que los que quieren investigar se encuentran en el camino con que la policía les va borrando los rastros y evidencias y que yo sepa la policía depende del mismo Ministerio de Justicia, con lo cual el problema no se reduce ni mucho menos a los jueces. Por supuesto que los funcionarios señalaron que en la Argentina había fuertísimos avances contra la trata, salvo para el representante de la Alameda para el cual la condena a un cieguito y una madame (ex victima) por más justa que sea, no deja de ser una perejilada y la ausencia de una política activa para desmantelar y confiscar los bienes de las redes del crimen organizado es un síntoma muy preocupante como también lo es la ausencia de condenas en temas de lavado de dinero.

Como no podía ser de otra manera, una representante del Ministerio de Justicia se quejó de los que hacían investigaciones paralelas. Para la funcionaria las ONGs debían limitarse a capacitación y asistencia, muy obvia alusión a los molestos informes de la Alameda que ponen frecuentemente al desnudo las truchadas.

En San Pablo sentí la calidez de las ongs regionales con las que intercambiamos experiencias y contactos y de las delegaciones convocantes al encuentro, particularmente de los suecos y brasileros y de la gente de la OEA y Naciones Unidas. Pero también sentí la frialdad y caradurismo de los funcionarios argentinos que hasta ahora en estos foros venían chamuyando de lo lindo, pero esta vez con la Alameda se les hizo un poquito más cuesta arriba. Por supuesto, han operado por todos lados para que no inviten más a los “loquitos” de la Alameda. Y quizás lo consigan. Lo que no conseguirán es evitar la catarata de denuncias e investigaciones que la Alameda seguirá haciendo a lo largo y ancho del país y sus inevitables repercusiones internacionales. Lo que no conseguirán es tapar el sol con las manos. De las Madres y de Hijos aprendimos que cuando no hay justicia, hay escrache. Y en ese camino continuamos.

1.301 víctimas de trata de personas en España

El año pasado fueron identificadas 1.301 víctimas de trata de personas en España

  • Supone un 41% más que en 2008.
  • Casi todas las víctimas colaboraron con la Policía y Guardia Civil.
  • Del total de víctimas identificadas, un 95% fueron mujeres y trece de ellas eran menores de edad.
EFE. 24.03.2010 - 20.29 h

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado identificaron y atendieron el pasado año a 1.301 víctimas de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, lo que supone un 41% más que en 2008, de las que "la práctica totalidad" colaboraron con la Policía y la Guardia Civil en la investigación de las redes de explotación sexual.  El 50% de las víctimas extranjeras se encontraba en situación irregular

Así lo anunció este miércoles el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una rueda con la titular de Igualdad, Bibiana Aído, para hacer balance del primer año de aplicación del plan integral de lucha contra la trata de seres humanos, que fue aprobado el 12 de diciembre de 2008.

De las 1.301 víctimas identificadas de entre 6.157 potenciales, un 95% fueron mujeres, la mitad tenían entre 23 y 32 años y 13 de ellas eran menores. Además, según Rubalcaba, el 50% de las víctimas extranjeras se encontraban en situación irregular, aunque no quiso detallar sus países de procedencia.

Represión contra las mafias

La Policía y la Guardia Civil actuaron contra 158 grupos criminales y detuvieron a 726 personas (412 por delitos de explotación y 314 por trata de seres humanos), lo que supone un incremento del 34% con respecto a 2008, y un 66% fueron hombres. Son los clubes de alterne y los hoteles o plazas los lugares con un mayor número potencial de víctimasEstos datos demuestran, a juicio de Rubalcaba, que la "represión policial" contra las mafias sexuales "está surtiendo sus efectos" aunque, según Aído, aún queda una "ingente cantidad de trabajo por delante".

También se llevaron a cabo 885 inspecciones administrativas de locales y se levantaron 392 atestados policiales. Los clubes de alterne y los hoteles o plazas son los lugares con un mayor número potencial de víctimas.

"Está en juego la dignidad de estas mujeres que son tratadas como esclavas", dijo Aído, quien anunció que este año el plan mantendrá su dotación de 2 millones de euros para medidas de protección y asistencia social.

Está en juego la dignidad de estas mujeres que son tratadas como esclavas

Rubalcaba destacó los cambios legislativos que ha conllevado dicho plan, como la introducción del artículo 59 bis en la Ley de Extranjería, que introduce un periodo de reflexión de al menos 30 días durante los cuales la víctima puede decidir si desea cooperar con las autoridades en la investigación. También habló sobre el proyecto de reforma del Código Penal, que introduce el tipo delictivo de trata diferenciado del de tráfico, y que incluye el decomiso de los bienes procedentes de estas actividades para crear un fondo para la lucha contra la trata.

El ministro del Interior dijo que así "nos será mucho más fácil llevar a esta gente a los tribunales", y avisó a los responsables de estas redes de la "bajísima rentabilidad y altísimo coste" si deciden instalarse en España y les ha alertado de que, si delinquen, "se les va a aplicar todo el peso de la ley".

 

Publicado en "20 minutos" - España

"Lugarteniente del capo mafia de los traficantes"

Estos delincuentes ya habían sido denunciados por dos personas que habían sido esclavizaas en el lugar, apoyados por la Coop. La Alameda. Sin embargo, la causa fue archivada. Ahora, al fin en Salta, cayó uno de ellos.

"El procedimiento en Salta se llevó a cabo el 6 de febrero último. Uno de los detenidos allí es Zacarías Estrada Umiri, quien sería propietario de los talleres ubicados en Lacarra 932 y en Tandil 3981". El presidente de La Alameda, Gustavo Vera expresó: "- Se trata de uno de los principales lugartenientes del capo mafia de los traficantes. En ese taller nos quisieron linchar el año pasado y a mi me partieron la cabeza. Esos mismos tipos son de la misma mafia que provocó a Hebe en la Plaza en diciembre del año pasado", refiriéndose a Estrada Umiri.

¿QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO?

A continuación la nota publicada en Página 12

Otro eslabón en la cadena de la trata

El procedimiento lo hizo la policía de Salta. Siete adultos y un niño venían encerrados en una camioneta a trabajar en talleres porteños.

Por Eduardo Videla
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El local de la calle Lacarra seguía funcionando pese a las denuncias y a las inspecciones.

El vehículo, un furgón Mercedes-Benz Sprinter, llamó la atención de la brigada policial. Estaba estacionado a un costado de la ruta 34, en General Güemes, a 55 kilómetros de la ciudad de Salta. En la cabina no había nadie, pero el furgón se movía: adentro estaban encerradas siete personas adultas y un niño de cuatro años, todos de nacionalidad boliviana. Venían a trabajar a Buenos Aires, en forma ilegal, a talleres de costura. Cuando los policías les abrieron la puerta, suplicaron por agua y comida. El que los había contratado, el chofer de la camioneta y una mujer que los acompañaba estaban cenando en un restaurant, a metros del lugar. Los tres fueron detenidos por la policía. Los dos hombres quedaron procesados por el delito de tráfico de personas con fin de explotación laboral. Uno de ellos es propietario de dos talleres ubicados en el barrio porteño de Parque Avellaneda, denunciados meses atrás por la Fundación La Alameda, una organización que lucha contra el trabajo esclavo. Ambos siguen funcionando pese a que fueron inspeccionados, el año pasado, por funcionarios porteños, en un procedimiento donde los propios inspectores fueron agredidos por los dueños de talleres.

El procedimiento en Salta se llevó a cabo el 6 de febrero último. Uno de los detenidos allí es Zacarías Estrada Umiri, quien sería propietario de los talleres ubicados en Lacarra 932 y en Tandil 3981. Del primero de esos talleres lograron escapar el año pasado dos ciudadanos bolivianos que eran sometidos a un régimen de semiesclavitud y se convirtieron en denunciantes ante la Justicia. Allí, durante la inspección realizada el 10 de julio último por el gobierno porteño, irrumpió a los golpes una patota liderada por Alfredo Ayala, un defensor de los talleristas que contratan trabajadores ilegales. Ayala es el mismo que, el 19 de diciembre último, lideró una marcha que, con un ataúd, intentó provocar a la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que realizaba una radio abierta en la Plaza de Mayo.

La detención de Estrada Umiri cierra el círculo de una organización que se basaría en el tráfico y la explotación de inmigrantes ilegales. Esto quedó de manifiesto a partir de los testimonios de las víctimas rescatadas en Salta. “Primero dijeron que iban a visitar a familiares, pero luego admitieron que habían firmado un contrato para trabajar en talleres ubicados en Buenos Aires, con una jornada laboral de 7 a 23 horas y una paga de 500 pesos mensuales, con la obligación de residir en los mismos talleres”, dijo a Página/12 el jefe de Prevención y Lucha contra la Trata de Personas de la policía salteña, comisario Reinaldo Choque.

Ninguna de las ocho personas que estaban encerradas en la caja de la camioneta llevaba sus documentos de identidad consigo. Los tenía en su poder Estrada Umiri, junto a los mencionados contratos de trabajo. “Esta es una de las reglas de la trata, retenerles los documentos para que no se puedan escapar”, observó el comisario Choque.

Todos habían sido reclutados en la localidad de El Alto, cerca de La Paz, a través de la agencia de empleos Maby, que ofrece puestos de trabajo como “niñeras, meseras, costureros o secretarias”. Entre los cautivos se encontraban un matrimonio con su pequeño hijo de cuatro años, y otros tres hombres y dos mujeres. Habían recorrido 1500 kilómetros cuando fueron rescatados y les faltaba transitar otros 1600. Tras el rescate, fueron asistidos por el gabinete de profesionales de la policía provincial y luego repatriados, mediante la gestión del Consulado de Bolivia en Salta.

El caso quedó en manos del juez federal de Salta, Julio Bavio, quien el 19 de marzo dispuso el procesamiento con prisión preventiva de Estrada Umairi, como responsable del delito de tráfico de personas, y del chofer del furgón Mercedes Benz, Delfín Condorí Asistiri, como partícipe necesario. La esposa de éste, Rosa Choque Mamani, detenida en el mismo procedimiento, fue liberada por falta de mérito.

Antes de tomar esa medida, el juez dispuso dos inspecciones en los talleres de Parque Avellaneda, el de Lacarra 932 y el de Tandil 3981, a la vuelta del primero. “Estuvimos unos días haciendo inteligencia y comprobamos que había ruido y movimiento compatible con la actividad de un taller textil. Pero cuando recibimos el exhorto para hacer el allanamiento no había nadie. Se ve que estaban advertidos: al personal le habían dado franco y la responsable, Laura Juana Velasco, se había mudado y ahora está con pedido de captura”, informó el comisario Choque.

De ese lugar se habían escapado el año pasado Luis Quispe y su esposa, Daisy, dos trabajadores bolivianos que trabajaban de 7 a 23 horas por una paga de 50 dólares mensuales. Hicieron la denuncia en la Defensoría del Pueblo. El 10 de julio último, la patota comandada por Ayala agredió a inspectores y manifestantes, un hecho en el que resultó herido el titular de La Alameda, Gustavo Vera. Por la agresión, la Defensoría del Pueblo denunció a Ayala y a Estrada Umari. La causa, sin embargo, fue archivada. Ahora, Vera realizará una nueva presentación judicial para que, a partir del procedimiento de Salta, se reabra la causa.

En Mar del Plata plenario abierto para el dia internacional de la mujer

En la última Asamblea contra la Trata de personas, las organizaciones presentes (Multisectorial de la Mujer, Las Juanas, Focos, CAMM y Alameda Mar del Plata) resolvimos convocar un plenario para organizar una jornada de denuncia y arte para este 8 de marzo, que tenga como eje la discusión pública sobre la trata y el proxenetismo.

Invitamos a las personas y organizaciones interesadas a encontrarnos en el aula 60 de la Facultad de Humanidades UNdMd, el miercoles 3 de marzo a las 19hs, a un plenario abierto y horizontal para organizar la jornada.

 Lxs esperamos a todxs!
Alameda Mar del Plata.

Fuente: La Alameda

4000 MUJERES EXPLOTADAS SEXUALMENTE EN MAR DEL PLATA

Los testigos de la trata

Dos personas que realizaron la investigación sobre trata en Mar del Plata, y que ayer reveló Página/12, declararán ante el fiscal general bajo identidad reservada. En Buenos Aires, los representantes de La Alameda se reunieron con el procurador.

Por Carlos Rodríguez

Desde Mar del Plata

Dos testigos de identidad reservada declararán hoy ante el fiscal general de esta ciudad, Daniel Adler, en el marco de la causa abierta por la denuncia de la organización La Alameda por la explotación sexual de mujeres que permanecen en situación de encierro y esclavitud en 92 prostíbulos que funcionan en Mar del Plata. Así lo confirmó a Página/12 el abogado Mario Fernando Ganora, que representa a la organización denunciante y que se reunió ayer con el fiscal marplatense. Como ya lo adelantó este diario, los casos de trata de personas no son nuevos en esta ciudad, donde la Justicia abrió, desde 2007, un total de 45 causas que siguen en trámite y en las cuales hay 15 personas procesadas, diez de ellas detenidas con prisión preventiva.

Los testigos que declararán hoy son los que hicieron una investigación, con cámara oculta, en la cual varias mujeres sometidas a explotación sexual relatan que mientras algunas son obligadas a cumplir 13 o 14 horas diarias de trabajo en los lugares de citas, otras virtualmente están las 24 horas del día a disposición de los proxenetas. Esas chicas, en su mayoría extranjeras que son traídas desde Paraguay, República Dominicana y otros países, viven en los prostíbulos y muchas veces, en sus horas de descanso, son obligadas a levantarse y atender a los clientes, según testimonios recogidos en los videos realizados.

Ganora resaltó que los prostíbulos –se estima que en Mar del Plata habría cerca de 400– están en manos de “organizaciones de tipo criminal que se sienten tan poderosas que se atreven a torcerle el brazo al Estado”. El abogado comparó estos casos con los de los talleres clandestinos de explotación laboral de extranjeros que fueron denunciados también por La Alameda. Ganora sostuvo que estas organizaciones, con su accionar, ponen en evidencia que el poder político “no tiene fuerza” y que la policía “está muchas veces involucrada” en los hechos que se investigan.

Al hacer una evaluación de lo que está ocurriendo en la materia, en el país y en el mundo, Ganora recordó que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas señaló que en materia de explotación sexual y laboral se está volviendo a situaciones similares a hechos que sucedían antes de la década del cincuenta. Ganora subrayó que “la explotación sexual de la mujer sigue, a pesar de que se ha modificado esa ética tradicional que separaba a las mujeres entre las que estaban destinadas a la reproducción y aquellas que eran instrumentos de placer. Se pensó que la emancipación femenina iba a terminar con este flagelo, pero ahora apareció un nuevo modelo de sexualidad masculina que busca el placer en la mercantilización, para luego no asumir ningún tipo de responsabilidad”.

El problema, según Ganora, se complica en cuanto a sus posibles soluciones porque “hay una evidente participación policial en estos delitos, mientras que hay poca decisión de la Justicia y no hay una decisión política real que apunte a ponerle fin a la trata de personas. Hay que tomar medidas políticas reales, porque no basta con modificar el Código Penal o con adherir a convenios internacionales”.

En el año 2002, el juez federal Pedro Hooft investigó y proceso a más de una decena de policías involucrados en casos de extorsión a prostitutas e incluso en los asesinatos de tres mujeres dedicadas a esa profesión. Los juicios terminaron con condenas leves acordadas entre la fiscalía y las defensas, en juicios abreviados. Desde 2007 se abrieron 45 causas en las que hay diez detenidos y cinco procesados en libertad por delitos relacionados con la prostitución y con la Ley de Migraciones. Diez de los involucrados son hombres y cinco mujeres que, en la mayoría de los casos, comenzaron como explotadas y luego pasaron a trabajar como encargadas de los prostíbulos.

Entre los detenidos hay un policía, René Obdulio Villagra, que regenteaba una casa de citas junto con su mujer, que también está presa. Al principio ambos estaban en diferentes dependencias policiales, hasta que se comprobó que sus compañeros los dejaban salir de sus celdas para que fueran a la casa en la que vivían. Por eso fueron llevados a cárceles comunes, en donde hoy esperan ser sometidos a juicio oral. Hoy a las 10 de la mañana, organizaciones locales y de otros lugares del país se concentrarán frente al edificio de la Fiscalía General, en Viamonte y Colón, para reclamar que se investiguen a fondo los delitos que fueron denunciados.

 

Luego de presentar una denuncia contra la red de 400 prostíbulos que funcionan en Mar del Plata, referentes de la organización La Alameda se reunieron en la sede de la Procuración General de la Nación con la procuradora general adjunta, Laura Monti, para impulsar que la causa avance de acuerdo con la resolución dictada en agosto de 2009. En aquella oportunidad, el procurador general, Esteban Righi, instó a los fiscales a solicitar el cierre de los locales que estén investigados por explotación sexual. “Los fiscales siguen haciendo un trabajo intenso en Mar del Plata, pero son desoídos por los jueces, la policía y el Estado municipal”, apuntó Gustavo Vera, denunciante y referente de La Alameda. Además, Vera consideró que Righi deberá “defender públicamente el dictamen para que se denuncie quiénes son los jueces que continúan avalando el proxenetismo”. Los integrantes de La Alameda se reunirán hoy a las 10 con el fiscal general de Mar del Plata, Daniel Adler, que trabajará en la causa con el apoyo de la procuración. Según Vera, la causa “ya comenzó a ser investigada” y “se confirmó que muchos de los prostíbulos denunciados tenían causas iniciadas”.

INDIA NEWS MAGAZINE: 4,000 women forced to work as prostitutes in Argentine city

Buenos Aires, Jan 26 (IANS/EFE) Some 4,000 women, majority of them undocumented, are sexually exploited in some 400 brothels in the Argentine coastal resort of Mar del Plata, members of a non-governmental organisation have said.

La Alameda Foundation, a group that seeks to fight slavery-like work practices, Monday filed a complaint with federal prosecutor Esteban Righi concerning 'the existence of a known network of places where prostitution is ostensibly practised, people are sexually exploited and people who practise prostitution are reduced to servitude'.