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CIELO Y TIERRA - ¿QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO?

Política Internacional

LA DERROTA DE URIBE

El hundimiento de la doble reelección: Implicaciones del fallo sobre el sistema político

LE SUGIERO, LUEGO DE LEER ESTA NOTA, VISITAR OTRA RELACIONADA 1778 JÓVENES ASESINADOS POR EL GOBIERNO COLOMBIANO PARA HACERLOS PASAR POR GUERRILLEROS Y COBRAR DEL ESTADO PREMIOS EN DINERO Y OTROS BENEFICIOS. ver la nota

 

Escrito por Ricardo García Duarte - lunes, 01 de marzo de 2010


La sentencia de la Corte no sólo frena la tendencia a concentrar el poder bajo el pretexto del “Estado de Opinión”, sino que destierra para siempre la segunda reelección y modera el presidencialismo colombiano -lo cual debería ser acompañado de otras reformas para ampliar la democracia.
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El Referendo ha quedado hundido; y bien hundido. La Corte Constitucional, como si con ello quisiera preservar su propia existencia autónoma y la de los otros entes de la Justicia y del Control, cuya independencia podría verse afectada en el futuro por la prolongación de un mismo gobierno más allá de ciertos límites razonables, sepultó el proyecto de ley que quería a través de un referendo asegurar un tercer período consecutivo para el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Y lo hizo del modo más categórico posible; con una votación nítida de 7 votos contra 2; sin prestarle el más mínimo crédito a los argumentos de desidia proferidos por el Procurador; y haciendo coincidir en el fallo de inexequibilidad las objeciones contra las irregularidades de forma con las que atacan los vicios de fondo.

La inconstitucionalidad del proyecto de referendo no anula ese mecanismo de la democracia participativa, sólo lo corrige con las exigencias de una mayor observancia en sus trámites. En cambio, entierra definitivamente la segunda reelección de un presidente, sea mediata o inmediata.

Dos consecuencias, de orden constitucional, se desprenden de la sentencia de inconstitucionalidad:

- La primera tiene que ver tanto con los trámites formales en la discusión y aprobación de una ley, como con el perfeccionamiento en las condiciones que acompañan una iniciativa popular.

- La segunda tiene que ver con el equilibrio en los poderes del Estado y con el sentido de su evolución; esto es, con la propia arquitectura dinámica del orden constitucional; particularmente, con la orientación de su identidad, si es democrático o si, para seguir la tipología de Lowenstein, es puro nominalismo bajo el que se mimetiza la esencia autoritaria.

Contra los vicios de trámite

En el caso de los trámites legislativos, la Corte se ha inclinado por el rigor y por las exigencias en el cumplimiento de los requisitos formales; pero de un modo que no la hace caer en un rigorismo extremo o en un formalismo perverso que pudiese afectar con posterioridad el ejercicio legislativo o la democracia participativa. De esta manera, los vicios de forma -trasgresiones efectivas y materiales de unos requisitos consagrados en las disposiciones legales- afectaban de ilegalidad la marcha de todo el proceso; de modo que el normal encadenamiento de pasos sucesivos y progresivos en la aprobación de una ley de referendo fue sustituido por un eslabonamiento de irregularidades que en vez de ser corregidas hacia atrás, eran soslayadas en una indebida fuga hacia adelante, para incurrir en otras irregularidades.

Al menos cuatro grandes campos de irregularidades -no subsanables- detectó la Corte, a saber: las que se cometieron en la financiación de la iniciativa popular; las del cambio en la formulación de la pregunta original; las de la convocatoria presidencial a las sesiones extraordinarias; y finalmente, las que saltaron a la vista con la votación de los cinco "tránsfugas" que emigraron del partido Cambio Radical, para depositar en el nombre de otro partido su voto por el referendo.

Se trataba, en apariencia, de errores que no viciaban de nulidad la voluntad de quienes firmaron, y tampoco la transparencia y el debido proceso en la aprobación legislativa. Algunas voces, entre ellas las de ciertos juristas y abogados litigantes (en una manifestación de extremo formalismo al revés) se dejaron escuchar para sostener que, o bien las prohibiciones legales no existían, por ejemplo las de los topes en la financiación de las firmas; o bien, las otras irregularidades no afectaban la voluntad de los congresistas que libre y mayoritariamente aprobaron la ley del referendo.

La Corte, sin embargo, conceptuó, primero, que las irregularidades existieron efectivamente; segundo, que eran insubsanables y viciaban de nulidad el proceso legislativo; y tercero, que las irregularidades formales no eran meros rituales sin contenido, sino formas indispensables para proteger y garantizar el Estado de Derecho.

La simple crítica formal podía llevar a que la argumentación sobreaguase apenas con dificultad en una fundamentación poco sostenible. Pero al mismo tiempo, los magistrados levantaban paradójicamente la idea de que sólo les cabía la facultad para estudiar los vicios de forma. En esa encrucijada, ellos optaron por el camino razonable de hacer una argumentación de sustancia sobre los vicios de forma, de modo que en lugar de que la decisión de inexequibilidad apareciese contrariando la participación popular y el Estado de Derecho, emergiese en cambio como un instrumento para garantizar que la voluntad popular se expresase libremente, sin manipulaciones; y que el segundo -el Estado de derecho- se preservase con limpieza para salvar la seguridad jurídica, necesaria en todo orden institucional.

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20 AÑOS DE LA LIBERACIÓN DE NELSON MANDELA

'Hasta cierto punto, es comprensible que Venezuela sea paranoica'

TeleSUR _ 26/01/2010

De los documentos militares oficiales se extrae que las bases no servirán exclusivamente para la lucha contra el narcotráfico, sino también para actuar contra gobiernos considerados "enemigos de Estados Unidos". En este sentido, los temores venezolanos son legítimos.

Un joven académico alemán se ha convertido en los últimos años en uno de los mayores expertos en Europa sobre política latinoamericana, especialmente sobre temas de conflicto en Colombia. Su nombre es Raul Zelik, fue profesor invitado de la Universidad Nacional de Colombia durante 2009 y su último libro es un extenso estudio sobre el paramilitarismo en este país.

Este berlinés es uno de los invitados al Hay Festival de Cartagena, que comienza este 28 de enero y termina el próximo domingo, para hablar sobre la crisis con Venezuela. Autor de "Venezuela: más allá de Chávez", conversará sobre el tema con el escritor Enrique Serrano.
 
En entrevista con Semana.com, Zelik presenta al paramilitarismo como la esencia del drama colombiano, explica por qué no viene a Cartagena para defender a Chávez, pero sí a Venezuela, y defiende a capa y espada la polémica idea de una desprivatización de los medios.

¿Dónde nace su interés por Colombia?
Llegué a los 20 años a trabajar en un albergue de desplazados en el Magdalena Medio. Así conocí la guerra. Me di cuenta de que la situación era desconocida para muchos. Llegué para aprender y trabajar con desplazados. Desde entonces me siento comprometido con los campesinos.

Pero usted es escritor...
La escritura es una forma de lidiar con la impotencia de no poder hacer algo ante una realidad tan horrible. Mis experiencias en el país han sido el motivo de mis escritos periodísticos, sociológicos y literarios.

Su más reciente estudio lleva el título Los paramilitares colombianos: 'gobernar sin Estado' o formas terroristas de la seguridad interior. Y su tesis principal: la fuente central del drama colombiano es el paramilitarismo. ¿Dónde quedan actores como la guerrilla y el narcotráfico?
Nunca he desconocido el papel de las guerrillas. Pero creo que al país se le está mintiendo desde hace tiempos sobre lo que realmente pasa en las zonas de conflicto. Los paramilitares, en asocio con el Ejército, son responsables de la mayoría de las violaciones de derechos humanos. Y sin embargo, basta revisar un archivo de prensa para constatar que los medios dirigen la mayoría de sus trabajos en contra de la guerrilla y no en contra de esta alianza nefasta. Aunque es cierto que en los últimos años ha habido importantes investigaciones sobre el paramilitarismo.

¿Cómo cataloga usted los crímenes perpetrados por las Farc?
Es cierto que el secuestro es inaceptable, es una tortura. Pero no hay que olvidar lo siguiente: en Colombia se habla mucho de secuestro; en cambio, de las más de mil masacres y del desplazamiento campesino el cubrimiento es limitado. Todo el mundo conoce a Colombia como el país del secuestro. ¿Pero quién lo conoce como el de las masacres con motosierra?

¿Cómo define al paramilitarismo?
El paramilitarismo es una estrategia de represión y dominación que se volvió informal, que surge del Estado, pero que a la vez lo transforma.

¿Quién domina a quién?
Las élites político-económicas a una mayoría que consideran peligrosa. En el corazón de esas élites, las funciones del Estado se han vuelto informales para mantener la dominación con mayor eficacia. Se han apoderado del Ejecutivo, cambiando así la correlación de fuerzas dentro del mismo Estado.

¿Quiénes integran esas supuestas élites?
Veamos cómo surgió el paramilitarismo en el Magdalena Medio. Hubo una alianza informal entre ganaderos, políticos, militares, empresas petroleras transnacionales y el narcotráfico. Era, por cierto, una alianza inestable, pues el Estado luego entró en choque con un sector del narcotráfico. Pero el paramilitarismo nunca se independizó. Su objetivo siempre fue mantener el estatu quo político y económico para evitar una revolución social.

¿Y dónde queda la violencia de la guerrilla?
Esa violencia también es parte de la tragedia. Pero insisto: el paramilitarismo es el verdadero drama, pues ha llevado el terror más allá de cualquier límite. Recordemos lo que ha pasado en El Salado, en Chengue, en Mapiripán, en Gabarra, en Barrancabermeja y en cientos de otros pueblos.

¿Siente simpatía por el proyecto chavista?
Llevo 20 años pendiente de Venezuela, y me parece limitado pensar que lo que sucede hoy allá sólo es expresión del gobierno de Chávez. La situación actual de Venezuela estriba en una profunda crisis de representación de las élites tradicionales, que durante 40 años usurparon al país. El descontento generalizado que esto decantó en una serie de movimientos sociales, cuya consecuencia fue la llegada de Chávez al poder.

Pero Chávez no es sólo consecuencia. Él es el motor de un movimiento profundamente ideológico. ¿Se identifica con él?
Puede sonar paradójico, pero pienso que Venezuela se ha democratizado en los últimos once años. Entre 2003 y 2005, hice una investigación en los barrios populares de Caracas, y allá la gente me dijo que se sentía reconocida por primera vez como ciudadanos. Los cambios siempre los hacen las mayorías, por lo cual no necesariamente me siento identificado con el gobierno de Chávez. Pero sí siento simpatía.

¿Por qué?
Es el gobierno que menos ha reprimido a los pobres y el que más los ha tenido en cuenta. Comparado con gobernantes anteriores, Chávez es más legítimo y más democrático. Es un error desconocer eso. Y lo digo, aunque su retórica agresiva no me guste.

Usted ha sido invitado al Hay Festival para hablar sobre el conflicto colombo-venezolano. 
¿Viene a defender a Chávez?


No. Si yo pienso que en Venezuela los pobres por fin tienen representación política, esa idea no es necesariamente chavista. Pero sí se diferencia de la postura de la oposición y de las clases medias que, por cierto, son racistas y clasistas. Lo interesante de Venezuela son esas nuevas voces. No deberíamos reducirlo todo a la figura del presidente.

¿Y cuáles son los méritos de Chávez?
Él ha cuestionado la injusticia social y política. Además, el problema es que hay muchas manipulaciones en torno a él.

¿Cómo cuáles?
Hace poco Chávez afirmó que la Unión Europea es cómplice del posicionamiento militar de Estados Unidos en el Caribe. La prensa luego escribió que Chávez estaba amenazando a la Unión Europea, como si estuviera completamente loco. Pero él sólo señaló que las bases gringas en las Antillas Holandesas son parte de un posicionamiento militar.

Pero la presencia estadounidense no es nueva...
Cierto, y siempre se ha dirigido contra gobiernos democráticamente electos. La presencia gringa no se debe a la lucha antinarcóticos. El desafío de Washington en Latinoamérica son los gobiernos de izquierda.

Usted es alemán y en su país hay más de 70 bases gringas...
¡Bienvenido quien quiera cuestionar también esas bases! Lo digo porque los puntos de apoyo gringos en Alemania han formado parte de una red de secuestros que ha montado la CIA durante los últimos nueve años.

¿Se considera anti-americano?
Le parecerá extraño, pero siento mucho respeto hacia Estados Unidos. Es una nación con una fuerte tradición democrática. Miles de estadounidenses perdieron la vida para liberar a Europa del fascismo. Así que no soy anti-americano. Pero cuestiono las bases estadounidenses, en Colombia y en Alemania, porque considero que establecen zonas de excepción e impunidad que se salen del control democrático y judicial.

Oficialmente, las bases en Colombia tienen el fin de combatir el narcotráfico...
De los documentos militares oficiales se extrae que las bases no servirán exclusivamente para la lucha contra el narcotráfico, sino también para actuar contra gobiernos considerados "enemigos de Estados Unidos". En este sentido, los temores venezolanos son legítimos.

¿Justifica las agresiones verbales de Chávez?
Su retórica a veces es torpe, pero el contenido es correcto: estamos presenciando el reposicionamiento de Estados Unidos en América Latina. Y eso es una amenaza no sólo para la delincuencia o la guerrilla, sino también para gobiernos democráticamente electos.

Muchos creen que lo de Chávez no es más que retórica y una cortina de humo para esconder los problemas internos de Venezuela...
Es válido cuestionar el discurso de Chávez. Pero no olvidemos que él ya sufrió dos intentos de golpe y que estos fueron apoyados desde el exterior, entre otros, por paramilitares colombianos. El gobierno venezolano podrá ser paranoico. Pero eso, hasta cierto punto, es comprensible.

¿A sabiendas de la cercanía de Chávez con la guerrilla colombiana, no está usted defendiendo un discurso doble?
Yo entiendo los temores del gobierno colombiano. Los militares venezolanos tienen cierta tolerancia frente a la guerrilla en la zona fronteriza. Pero no creo que sea un apoyo militar o logístico, se trata de un reconocimiento político...

En Colombia se da por hecho que hay apoyo financiero y logístico. Pero aun si éste fuera sólo político, no puede negar que es un problema.
Estoy de acuerdo con que la posición de Chávez es parte del conflicto. Pero siempre hay que cuestionar primero lo que pasa en casa: en Venezuela señalar los errores venezolanos; en Europa, los europeos, y en Colombia, los errores colombianos.

Pero hay argumentos sólidos para criticar a Chávez desde el exterior...
De acuerdo, hay cosas cuestionables. La corrupción y las burocracias siguen controlando al país. En vez de democratizar a la sociedad, se la ha estatizado.

Chávez persigue a la oposición política y quiere perpetuarse en el poder...
Para un militante de la oposición, Colombia es un país más peligroso que Venezuela.

Aun si fuera verdad, eso no le quita lo negativo a la represión del régimen de Chávez.
Hay que ser más preciso. El hecho de que un canal privado de televisión haya perdido su licencia no es expresión de una dictadura. Al contrario: en una democracia verdadera los medios no deberían estar en manos de unos pocos consorcios, sino en manos públicas.

En una democracia verdadera, Chávez debería respetar la libertad de expresión...
No, en una democracia los medios no deberían ser propiedad privada. En especial, los medios masivos como la televisión. En Europa, por ejemplo, la televisión privada es un fenómeno reciente. Hay países como Dinamarca que tienen una fuerte cultura democrática y desconocen los canales privados. Tal como en la educación, donde se mantiene el papel hegemónico del Estado, la radio y la televisión deberían ser un bien público. Público, no estatal. A los monopolios privados de la información no les interesan las mayorías, sino ciertos intereses privados.

¿Cómo ven en Europa el conflicto?
Yo pienso que Colombia sigue necesitando una solución política. Porque hay elementos del conflicto que aún tienen legitimidad: por ejemplo la lucha por una reforma agraria. Si se diera esta reforma, se le quitaría un caballo de batalla a la guerrilla. Y así la insurgencia estaría obligada a repolitizarse o a desaparecer.

Fuente: http://www.semana.com/noticias-cultura/hasta-cierto-punto-comprensible-venezuela-paranoica/134137.aspx

Thomas Sparrow y Camilo Jiménez

EVO MORALES - Guía espiritual de los pueblos originarios de Bolivia

EVO MORALES - Guía espiritual de los pueblos originarios de Bolivia

Evo quedó instituido como guía espiritual de los pueblos originarios de su país y de Abya Yala (Sudamérica) ante 20.000 personas.

HAITÍ- LA PRIMERA OCUPACIÓN MILITAR DEL PODER INTELIGENTE

por Angel Guerra Cabrera                                                                                                     

Estados Unidos se ha aprovechado de la más reciente tragedia haitiana para implantarse militarmente en el país caribeño por largo tiempo. Así se veía venir desde que Washington anunció el envío de una magnitud de medios bélicos a la sufrida nación más propios de una invasión armada que de una operación humanitaria.

Subrayando las tácticas del poder inteligente en la era de Obama, el ablandamiento artillero ­por ahora­ lo hace la televisión, que pasa imágenes dantescas del sufrimiento de los haitianos, separándolas de su contexto social y político, como si no se debieran principalmente a una historia de despojo y atropello imperial de siglos. Las imágenes no hacen más que sacar a flote un cuadro humano apocalíptico que, aunque ahora agravado, ya existía antes del sismo.

Mientras las terribles tomas televisivas movilizan una ola de solidaridad internacional nunca vista, la ocupación militar marcha viento en popa disfrazada de acción de socorro. Han llegado a Haití el superportaviones Carl Vinson y su grupo de batalla, incluidos tres buques de desembarco anfibio y dos navíos lanzamisiles, barcos y helicópteros de la Guardia Costera, una unidad de elite de 2 mil marines, 3 mil 500 soldados de la 82 División Aerotransportada ­la misma que actuó en las invasiones de República Dominicana, Granada y Panamá­; en fin, según anuncia el Pentágono, están por arribar entre 9 mil y 10 mil militares de Estados Unidos.

El aeropuerto y el tráfico aéreo están bajo el control de su fuerza aérea y sus militares han desplazado a un segundo plano a las fuerzas de Naciones Unidas, a cuyo comando no se subordinan. Surgen protestas de Francia, Brasil, Venezuela y la Caricom, cuyos aviones no reciben permiso de aterrizaje de los yanquis.

El formidable despliegue bélico está lejos de ser temporal, ha llegado para quedarse como lo confirman las gráficas declaraciones de la señora Clinton en su visita a Haití y las del vocero del Departamento de Estado Philip Crowley: ³vamos a permanecer allí a largo plazoŠ², e igualmente las del general Douglas Frazer, jefe del Comando Sur, a cargo de la ayuda, extensamente reproducidas por el académico canadiense y experto en geoestrategia Michell Chossudovsky en su artículo La militarizació n de la ayuda de emergencia a Haití: ¿es una operación humanitaria o una invasión?, publicado en el sitio web Global Research.

Chossudovsky afirma que esta renovada presencia militar estadunidense en Haití será utilizada para establecer un punto de apoyo en el país y también persigue los objetivos estratégicos y geopolíticos de Estados Unidos en la cuenca del Caribe, que están en gran medida dirigidos contra Cuba y Venezuela. Cuba ha mantenido una brigada médica en el país caribeño durante 11 años, que en el momento del terremoto atendía pacientes en 227 de las 237 comunas, apoyada con recursos de alta tecnología aportados por Venezuela. En universidades cubanas se han formado 548 médicos haitianos; con sus colegas cubanos hacen una fuerza de unos mil integrantes, que ahora realiza su labor principalmente en Puerto Príncipe. Mientras el cuello de botella en el aeropuerto no permite que llegue la ayuda, los hospitales de campaña cubanos han atendido a cientos de haitianos y operado a decenas . Cuba desarrolla otros programas de cooperación, también sin costo alguno para Haití, entre ellos uno de alfabetizació n. Venezuela le suministra petróleo en condiciones muy favorables a través de Petrocaribe basándose en los principios de solidaridad de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba).

Esto es lo que molesta a Estados Unidos, que ha sido incapaz de otra cosa en Haití que de saquearlo inmisericordemente apoyándose en sucesivas intervenciones militares desde principios del siglo XX. Al igual que en Honduras, Washington busca yugular allí acciones como las de Cuba y Venezuela que permitan a sus habitantes ponerse por sí mismos sobre sus pies.

Haití fue el primer gran faro revolucionario de la libertad del mundo colonial, ocupó en el siglo XIX el lugar que tocó a Cuba en el XX. Las viejas potencias coloniales y Estados Unidos le han estado haciendo pagar la osadía de su gran revolución social, la primera antiesclavista triunfante de la historia, precursora de la independencia de América Latina.

Washington no va a hacer nada por la libertad y el bienestar de los haitianos. Vivir para ver.

Fuente: SURYSUR

HAITÍ - CRUCEROS LUJOSOS CONVIVEN CON GENTE AGONIZANDO ENTRE CADÁVERES

¿Usted qué hubiera hecho si tenía pago un crucero para esta semana a Labadee, lujosísima playa a 96 km. de Puerto Príncipe, ciudad arrasada por el sismo, con cadáveres apilados, gente desfalleciendo en las callespor agua y comida, a quienes ilógicamente no les llegan las ayudas humanitarias que parten de todo el mundo?

"A sesenta millas de la zona del desastre, cruceros de lujo fondean en playas privadas donde sus pasajeros disfrutan del esquí acuático, navegación a la vela y cocteles de ron que le son llevados a sus hamacas......

El crucero Independencia de los Mares, propiedad de la Royal Caribbean International desembarcó el viernes pasado sus 4370 pasajeros en el fuertemente custodiado centro turístico de Labadee en la costa norte de Haití. Un segundo crucero con 3,100 pasajeros, el Navegante de los Mares, de la propia empresa, fondeará en breve."

 

ALGUNAS COSAS IRRACIONALES SUCEDEN EN HAITÍ (por Néstor García Iturbe)
El pueblo haitiano está sufriendo una de las mayores catástrofes que ha sufrido país alguno, además de eso, está siendo objeto de toda una serie de medidas arbitrarias implantadas por las fuerzas de ocupación estadounidenses, que al parecer llegaron para quedarse, y cuyas decisiones además de ser inapelables, no están orientadas por una autoridad local sino por su propio mando.
El control del aeropuerto nacional de la capital de Haití por parte de las fuerzas estadounidenses les ha permitido negar el aterrizaje a naves aéreas que llegaban con ayuda médica, como sucedió con un vuelo remitido por el gobierno francés, lo cual provocó la correspondiente protesta diplomática por parte de Francia. Algo similar sucedió con una misión de ayuda médica remitida por el Caricom. En ambos casos los vuelos tuvieron que desviarse y aterrizar en otros países donde la ayuda no era necesaria.
Ese mismo control ha permitido a los ocupantes estadounidenses, dar prioridad en la salida del país a sus ciudadanos por sobre los de otros países, que también desean regresar a sus casas.
Danny Schechter, periodista de la emisora Media Channel de Boston, en uno de sus artículos reconoció que "Hay una situación trágica en Haití debido a los problemas causados por la presencia de Estados Unidos y otros países occidentales, en parte por la situación existente en el país que hace difícil la distribución de alimentos, agua y otros servicios, pero los que han planificado la operación debieron haber tomado esto en consideración".
Más adelante continuaba expresando el periodista, "Debemos reconocer que la ayuda que estamos dando con motivo del desastre, es un desastre. Un país que se encuentra en una situación difícil merece soluciones, no más dificultades".
Lo más insólito de todo lo que está sucediendo en Haití, lo reflejó un artículo de The Guardian, publicado en Inglaterra.
"A sesenta millas de la zona del desastre, cruceros de lujo fondean en playas privadas donde sus pasajeros disfrutan del esquí acuático, navegación a la vela y cocteles de ron que le son llevados a sus hamacas.
El crucero Independencia de los Mares, propiedad de la Royal Caribbean International desembarcó el viernes pasado sus 4370 pasajeros en el fuertemente custodiado centro turístico de Labadee en la costa norte de Haití. Un segundo crucero con 3,100 pasajeros, el Navegante de los Mares, de la propia empresa, fondeará en breve.
La Royal Caribbean International es una empresa radicada en la Florida que recientemente invirtió 55 millones de dólares en las edificaciones existentes en Labadee y crear en la misma un centro turístico de alto nivel. Este Centro fue visitado en Octubre pasado por Bill Clinton, quien fue declarado invitado ³especial². El centro cuenta con una amplia protección que ofrecen efectivos fuertemente armados, cuya finalidad en situaciones normales, es no dejar penetrar a los haitianos a las playas allí existentes.
Uno de los pasajeros de los cruceros que se encuentran en Labadee, de sentimientos mucho más humanos que los ejecutivos de la empresa, envió una nota al buzón de críticas del crucero que expresaba; "No puedo imaginarme bajo el sol en la playa, disfrutando del mar, comiendo todo lo que desee y tomando cocteles de ron, mientras que hay decenas de miles de muertos apilados en las calles y los sobrevivientes vagando por la ciudad tratando de encontrar agua y comida""
Lo irracional e insólito puede formar parte de lo normal en un país ocupado por fuerzas de Estados Unidos.

                                                                                Fuente: El Heraldo

HAITÍ - Estrategia del caos para una invasión (militar estadounidense)

El video "Señor Matanza", es un ícono de América Latina y que no haya estado filmado en Haití no tiene la más mínima importancia. Ilustra claramente la nota que sigue y nos recuerda una realidad "crónica" en América.

Estrategia del caos para una invasión

José Luis Vivas


 

El terremoto que arrasó Puerto Príncipe el 12 de enero pasado ofrece una pretexto inmejorable para justificar la enésima invasión y ocupación militar del Haití, ya ocupado desde 2004, pero ahora directamente por los principales promotores de esa ocupación, sin intermediarios. Motivos, políticos y estratégicos, no faltan. De paso, serviría para escarmentar al principal intermediario de la actual ocupación, Brasil, que a pesar de los buenos servicios prestados en Haití no se ha portado de la misma forma en relación al reciente golpe de Estado en Honduras.
 
Lo que hemos observado hasta el momento parece corroborar la tesis de que se está preparando una nueva ocupación militar, no humanitaria. Varios elementos lo indican como: fricciones con los actuales ocupantes, la Misión de Paz (MINUSTAH) de la ONU, especialmente con Brasil, que tiene el mando militar; entorpecimiento de la ayuda humanitaria y fomento de una situación de caos; y una campaña mediática consistente en la creación de una imagen de caos y violencia, que justificaría una ocupación ante la opinión pública. Como veremos abajo, todos esos componentes parecen estar presentes.
 
Hay motivos para sospechar que se está permitiendo deliberadamente el deterioro de la situación humanitaria en Haití. Por ejemplo la reconocida descoordinación en las tareas de rescate, ampliamente difundida por los medios. En teoría, correspondería a la ONU dirigir tales tareas, pero al parecer ésta ha sido desautorizada por los Estados Unidos, que ocupó desde primera hora uno de los puntos claves para la coordinación de las tareas de rescate, el aeropuerto. Sin el liderazgo de la ONU, y con un Estado haitiano “fallido” o, en lenguaje menos Orwelliano, quebrado de forma premeditada, no queda nadie que pueda dirigir las tareas de rescate eficientemente. Ciertamente tampoco las ONGs, que han venido recibiendo fondos internacionales para ejercer muchas de las funciones que deberían corresponder al gobierno haitiano. A las ONGs no se les puede exigir las mismas responsabilidades que a un gobierno, un hecho tal vez muy conveniente en estos momentos.
 
Otro elemento es la escasa prisa en el envío de ayudas por parte de EEUU, en contraste con la rapidez demostrada en a movilización militar. Incluso la distante China parece haberse adelantado a los Estados Unidos en el envío de auxilio. Así, el teniente general retirado del ejército estadounidense, Russell Honoré, que participó en las tareas de rescate tras el huracán Katrina en 2005, declaraba acerca de la situación de Haití tras el terremoto: “pienso que eso ya hemos aprendido durante el Katrina, llevemos agua y alimentos y comencemos a evacuar a la gente… Pienso que deberíamos haber comenzado con más premura” (1). Por ejemplo, mientras las fuerzas armadas de EEUU parecen haber sido movilizadas con bastante rapidez, un buque hospital de la marina se está preparando con más parsimonia: “es un buque lento, algo viejo, tardará una semana en llegar una vez que lo hayamos puesto a punto”, aclara un portavoz del Pentágono (2). Quizá no puedan hacer nada mejor con el viejo buque, pero deberían existir otros medios para acelerar las ayudas. Por ejemplo, se podría seguir la sugerencia algo herética de Lawrence Korb, ex secretario asistente de Defensa de EEUU, de aprovechar los conocimientos de los cubanos en las tareas de rescate: “debemos pararnos y pensar que nuestro vecino Cuba cuenta con algunos de los mejores médicos del mundo… Deberíamos tratar de trasladarlos allí en en nuestros vuelos “(3).
 
Todo eso nos deja la impresión que, en el mejor de los casos, las tareas de rescate no son una prioridad para el gobierno de EEUU, al contrario de las puramente militares, como el envío de “3500 soldados de la 82 División Aerotransportada de Fort Bragg”, cuya misión “no está clara”, según el Christian Science Monitor (2). Pero quizá quede más clara con esta explicación del portavoz del Departamento de Estado de EEUU Philip Crowley: “Nosotros no estamos adueñándonos de Haití. Estamos ayudando a estabilizar el país. Estamos ayudando en el suministro de material y socorro para salvar vidas, y vamos a permanecer allí a largo plazo para ayudar a reconstruir Haití.” (3) Y también las palabras posteriores de la secretaria de Estado Hillary Clinton, asegurando que las fuerzas norteamericanas se quedarían en Haití “hoy, mañana, y previsiblemente en el futuro”.
 
 Las fricciones diplomáticas con otros países, especialmente Brasil, que está al mando de las tropas de la ONU en Haití, no tardaron en manifestarse, lo que parece indicar también que la “misión” norteamericana en Haití va mucho más allá de lo puramente humanitario. Hasta hoy Brasil había cumplido diligentemente con el papel que le fue designado en Haití. Sus tropas se dedicaban a controlar y, en ocasiones, aterrorizar a la población haitiana, especialmente a los más pobres, de una forma que ya habían perfeccionado en las favelas de Brasil. Como informa en una entrevista el periodista Kim Ives, de Haiti Liberté, la presunta misión de la paz de la ONU en Haití, liderada por brasileños, “es extremadamente mal vista [por la población haitiana]. La gente está harta y cansada de que se estén gastando millones en ella, de observar como los muchachos se la pasan dando vueltas por todas partes dentro de tanques gigantescos y apuntándoles con los fusiles. Y es que, como sabes, esta es una fuerza cuya misión es la de someter al país” (4).
 
Cabe esperar que los EEUU entrarían en conflicto con Brasil si la intención del primero es la de asumir un papel militar en Haití. El conflicto no tardó en producirse. En palabras del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el 14 de enero, “sería absolutamente deseable que todas esas fuerzas estuvieran coordinadas por el comandante de la MINUSTAH allí” (3). Pero los EEUU no aceptaron esta propuesta. Funcionarios del gobierno de EEUU han indicado que sus fuerzas “coordinarán” sus acciones con la dirección de la MINUSTAH, y nada más: “Vamos a actuar bajo comando de los EEUU en apoyo a una misión de la ONU en nombre del gobierno y del pueblo haitiano”, declara Crowley (3).
 
Como esa “coordinación” está funcionando se puede deducir de la reacción del ministro de defensa de Brasil, Nelson Jobim, criticando el control “unilateral” de EEUU sobre el aeropuerto de Puerto Príncipe, que según él se tomó sin que otros países fueran consultados, y que estaría entorpeciendo el aterrizaje de aviones de la FAB (Fuerza Aérea Brasileña) cargados de personal y mantenimientos (5). Como indica el diario brasileño Folha de São Paulo, esa situación “ha causado un pequeño problema diplomático entre Brasil y EEUU. Además de entorpecer el aterrizaje de los aviones de la FAB, los brasileños se quejan de que el control norteamericano habría impedido el acceso de la MINUSTAH (Misión de paz de la ONU en el Haití, liderada por brasileños) al local [el aeropuerto]” (5).
 
 A pesar de declaraciones posteriores de Hillary Clinton a Jobim, asegurando que “las fuerzas norteamericanas van a cumplir funciones esencialmente humanitarias, sin interferir en la seguridad pública del país” (6), el hecho es que tales funciones “humanitarias” estarán comandados “no por agencias civiles del gobierno… sino por el Pentágono” , a través de SOUTHCOM (Comando Sur de los Estados Unidos), cuya misión es la de “conducir operaciones militares y promocionar la cooperación en seguridad para lograr los objetivos estratégicos de los Estados Unidos”, como señala Michel Chossudovsky, del Global Research, (7).
 
Otro elemento importante es la aparente instrumentalización de un supuesto estado de caos en Haití, al que también podría contribuir la quizás premeditada descoordinación en la distribución de la ayuda humanitaria. El objetivo aquí sería el de crear una imagen de caos y violencia que justifique la invasión ante la opinión pública, y para eso hay que contar con la colaboración estrecha de los grandes medios de información. Al menos los medios más afines al gobierno norteamericano parecen no haber perdido tiempo en este sentido. Desde el primer momento han tratado de dramatizar la situación, por ejemplo a través de la difusión de rumores de ráfagas de supuestos tiroteos, que nadie más en Puerto Príncipe parece haber oído, o de la formación de nuevas bandas criminales. Así, ya un par de días después del terremoto podíamos leer, en un artículo intitulado “¿Tomarán las bandas criminales el control del caos haitiano?”, las siguientes ominosas palabras: “cuando la oscuridad cubrió la ciudad de Puerto Príncipe, asolada por el terremoto, moradores informaron que habían oído tiros. Eso difícilmente constituía una sorpresa: en Haití, durante las emergencias – naturales o políticas – tiros pueden ser tan omnipresentes por la noche como el ladrido de los perros, con bandas armadas adueñándose de las calles” (8). El hecho de que nadie parece haber oído esos tiros ni visto tales pandillas adueñándose de las calles, puede indicar que la intención aquí es la de crear una falsa imagen de caos que haga más aceptable para la opinión pública una eventual invasión y ocupación del país.
 
La mayor parte de los medios machacan ahora con imágenes de caos y violencia. Pero hay excepciones. Así, como explica el coordinador del Canadian Haiti Action Network, Roger Annis, refiriéndose a un reportaje de la BBC que no muestra nada de esa supuesta violencia, este “contrasta fuertemente con las advertencias de saqueo y violencia que llena las ondas de canales de noticias tales como la CNN”, y que “están siendo reproducidas por el secretario de Defensa de EEUU Robert Gates” (9). Indagado por los medios acerca del motivo por el cual no se estaban lanzando provisiones desde el aire, Gates contesta que “me parece que lanzamientos desde el aire simplemente van a provocar disturbios”, que por lo visto Gates considera peor que la falta de provisiones.
 
Lo más macabro de todo esto es que las ayudas podrían no estar llegando a los damnificados debido a una intención deliberada de provocar ese mismo estado de caos y violencia que parece no existir hasta el momento. Según Roger Annis “está creciendo la evidencia acerca de una negligencia monstruosa hacia el pueblo haitiano tras el catastrófico terremoto de 3 días atrás. A medida que provisiones médicas vitales, alimentos, substancias químicas para purificación del agua y vehículos se están amontonando en el aeropuerto de Puerto Príncipe, y que los medios están informando de un esfuerzo internacional masivo para suministrar ayuda de emergencia, los moradores de la ciudad destrozada se preguntan cuándo podrán ver algún tipo de ayuda” (9).
 
El reportero de la BBC Andy Gallaguer declara también que anduvo por todas las partes de la capital durante el viernes, 15 de enero, y que “no observó nada más que cortesía de parte de los haitianos que encontró. En todas partes fue llevado por los moradores a ver lo que había sucedido en sus vecindarios, sus casas y sus vidas. Y entonces preguntaban: ¿dónde están las ayudas?” (9) A la declaración del secretario de defensa norteamericano que motivos de “seguridad” estarían impidiendo la distribución de ayuda, Gallaguer contesta que “yo no estoy viendo nada de eso” (9). Sobre la situación en el aeropuerto, informa que “hay una gran cantidad de material en el suelo y mucha gente allí. Yo no sé qué problemas hay con la entrega” (9). Igualmente, según palabras de un observador local, “los agentes de los medios están buscando historias de haitianos desesperados que estén actuando de forma histérica. Cuando en realidad lo más común es verlos actuar de forma sosegada, mientras que la comunidad internacional, la élite y los políticos están desquiciados con ese tema, y ninguno parece tener la mínima idea de lo que está pasando” (9)
 
No solamente no hay planes de transportar a médicos cubanos a la isla, sino que la ocupación del aeropuerto se dio inmediatamente después de la llegada de 30 médicos cubanos para reunirse con los cerca de 300 que ya estaban en la isla desde hace más de un año. Y muchos sospechan que algo podría tener que ver con la ocupación del aeropuerto. Trinidad & Tobago Express, por ejemplo, informa que “una misión de ayuda emergencia de la Comunidad Caribeña [Caricom] a Haití, incluyendo a jefes de gobierno y funcionarios técnicos de relieve, no pudo obtener permiso este viernes para aterrizar en el aeropuerto de ese país devastado, ahora bajo control de los Estados Unidos.” Además, “indagado acerca de si las dificultades encontradas por la misión de Caricom podrían estar relacionadas con informes de que las autoridades norteamericanas no estarían ansiosas en facilitar el aterrizaje de naves procedentes de Cuba y Venezuela, el primer ministro Golding [de Jamaica] contestó que ‘solamente espero que no haya ninguna verdad en ese tipo de pensamiento inmaduro, a luz de la espantosa extensión de la tragedia de Haití’…” (10).
 
El siguiente testimonio del director del Ciné Institute de Jacmel, David Belle, también contradice radicalmente la imagen de caos y violencia difundida por los medios. “Me han contado que muchos medios informativos norteamericanos pintan Haití como un polvorín a punto de explotar. Me han dicho que los reportajes principales de los grandes medios solo hablan de violencia y caos. Nada hay más lejos de la realidad… Ni una sola vez he sido testigo de un solo acto de agresión o violencia. Al contrario, hemos visto a vecinos ayudando a vecinos y amigos ayudando a amigos y extraños. Hemos visto a vecinos excavando en los escombros con las manos desnudas para encontrar a supervivientes. Hemos visto a curanderos tradicionales tratando a los heridos; hemos visto ceremonias solemnes ante entierros colectivos, y a moradores esperando pacientemente, bajo un sol abrasador, con nada más que unas pocas pertenencias que les quedaron. Una ciudad mutilada de dos millones de seres esperando ayuda, medicina, alimento y agua. La mayoría no ha recibido nada. Haití puede enorgullecerse de sus sobrevivientes. Su dignidad y decencia frente a esta tragedia son en sí mismas asombrosas”. (11)
 
Todos esos elementos justifican la sospecha de que está en marcha una macabra estrategia del caos para justificar una invasión y ocupación que por lo visto nada tendrá de humanitaria.
 
(1) “Pentagon defends response time of Haiti aid efforts”, Christian Science Monitor, 15 de enero de 2010. http://www.csmonitor.com/USA/Military/2010/0115/Pentagon-defends-response-time-of-Haiti-aid-efforts (sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(2) “Why is it taking so long for Pentagon aid to reach Haiti?”, Christian Science Monitor, 14 de enero de 2010. http://www.csmonitor.com/USA/Military/2010/0114/Why-is-it-taking-so-long-for-Pentagon-aid-to-reach-Haiti (sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(3) “Marines to aid Haitian earthquake relief. But who’s in command?, Christian Science Monitor, 14 de enero de 2010. http://www.csmonitor.com/USA/Military/2010/0114/Marines-to-aid-Haitian-earthquake-relief.-But-who-s-in-command (sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(4) Kim Ives, transcripción de entrevista ofrecida a Democracy Now, 13 de enero de 2010. http://i3.democracynow.org/2010/1/13/haiti_devastated_by_largest_earthquake_in (sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(5) “EUA enviarão 10 mil soldados para Haiti; Brasil critica controle americano do aeroporto”, Folha de São Paulo, 16 de enero de 2010. http://www1.folha.uol.com.br/folha/mundo/ult94u680243.shtml (sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(6) “Após tensão com EUA, cinco aviões da FAB com suprimentos e equipes chegam ao Haiti”, Folha de São Paulo, 16 de enero de 2010. http://www1.folha.uol.com.br/folha/mundo/ult94u680260.shtml (sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(7) Michail Chossudovsky, “The Militarization of Emergency Aid to Haiti: Is it a Humanitarian Operation or an Invasion?”, Global Research, 15 de enero de 2010. http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=17000 (sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(8) “Will Criminal Gangs Take Control in Haiti’s Chaos?”, Time, 14 de enero de 2010. http://www.time.com/time/specials/packages/article/0,28804,1953379_1953494_1953819,00.html?cnn=yes&hpt=T2 (sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(9) Roger Annis, “Where is the aid in Haiti?”, 16 de enero de 2010. http://canadahaitiaction.ca/?p=1055 (sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(10)Robert Singh, “CARICOM BLOCKED... as US takes control of airport”, Trinidad & Tobago Express, 17 de enero de 2010. http://www.trinidadexpress.com/index.pl/article_news?id=161583443(sitio consultado el 17 de enero de 2010).
(11) “El director del Ciné Institute de Jacmel, David Belle, informa desde Puerto Príncipe”, 17 de enero de 2010. http://www.cineinstitute.com/news/2010/01/17/cine-institute-director-david-belle-reports-from-port-au-prince/ (sitio consultado el 17 de enero de 2010).

 

El terremoto en Haití y el imperialismo

Marco A. Gandásegui, hijo

ALAI AMLATINA, 20/01/2010.- El terremoto que sacudió a Haití y, en particular, su ciudad capital, Puerto Príncipe, causó decenas de miles de muertes y muchas interrogantes. Después de una semana de los trágicos movimientos sísmicos, aún no se conoce la cifra exacta de los damnificados y tampoco se ha podido establecer un mecanismo para darle sepultura decente a los muertos o iniciar la reconstrucción.

Hay varios elementos que deben ser tomados en cuenta para entender lo que pasa en Haití. En primer lugar, el país isleño fue ocupado militarmente por EEUU hace diez años. El presidente Bush decidió poner fin a la democracia en ese país exiliando a su presidente, Jean Bertrand Aristide, a Africa del Sur. EEUU le pasó el mandato de la ocupación militar a Brasil y contingentes armados de otros países de América latina. En este período de ocupación militar, Haití ha sido sometido al saqueo de sus riquezas y a la represión de su población.

La primera vez que EEUU ocupó a Haití fue en 1915. La presencia norteamericana duró 19 años, período en el cual subordinó las finanzas del país a la banca de Nueva York, la convirtió en una fábrica de azúcar y se aseguró que su población siguiera en la pobreza extrema. Décadas después, en el marco de la histeria del “anticomunismo”, EEUU instauró la dictadura de François Duvalier, “Papa Doc” que se extendió por más de treinta años (incluyendo el período de Jean-Claude Duvalier, “Baby Doc”).

Las relaciones comerciales entre EEUU y Haití se remontan a fines del siglo XVIII cuando Haití todavía era una colonia de Francia. Después de su independencia, producto de una insurrección de los esclavos en 1804, el presidente de EEUU, Tomás Jefferson “advirtió que (la libertad de los esclavos en) Haití era un mal ejemplo”. Diría que había que “confinar la peste en esa isla”. Sólo después que EEUU aboliera la esclavitud en su propio país el gobierno reconoció a Haití.

Un vocero evangélico, precandidato a la Presidencia de EEUU del Partido Republicano, Pat Robertson, culpó a los haitianos de la tragedia alegando que ese pueblo tenía un pacto con el diablo desde su independencia de Francia. En la línea racista que caracteriza a sectores muy importantes de ese país, agregó que los haitianos le dijeron al diablo que “te serviremos si nos liberas de los franceses”, Según Robertson, “el demonio les dijo OK, trato hecho”.

El presidente de EEUU, Barack Obama, por su lado, anunció “una partida inmediata de cien millones de dólares para respaldar nuestros esfuerzos de ayuda en los primeros días de esta crisis”. Pero antes del envío, ordenó el desplazamiento de 8 mil infantes de marina – con un portaviones, helicópteros y armas - para apoyar a las fuerzas armadas de Brasil diseminadas por el terremoto.

Obama también anunció que solicitó a los ex presidentes Bush y Clinton que coordinaran la iniciativa de Washington de ayuda a Haití. Durante su primer mandato, Bush recortó la ayuda que se necesitaba con urgencia en Haití y respaldó el derrocamiento del presidente Aristide. El presidente Bush (padre), apoyó el primer golpe de Estado contra Aristide en 1991. Mientras tanto, Clinton respaldó la restitución de Aristide, pero a condición de que éste aceptara duras medidas neoliberales.

La interpretación del fundamentalista de la Iglesia evangélica, Pat Robertson, no se aleja mucho de la realidad. Sin embargo, hay que aclarar el significado de los supuestos y de las metáforas del líder republicano norteamericano. Si se entiende el “diablo” como las fuerzas sociales y económicas que se formaban de manera embrionaria a principios del siglo XIX, el exabrupto de Robertson tiene algo de sentido. La industrialización capitalista de Europa occidental estaba cambiando la faz del “Viejo mundo” y recreando una “nueva periferia” en América y posteriormente en Africa y Asia.

Haití se independizó de Francia, con apoyo táctico de Londres, Madrid, y Washington, que se perfilaban como competidores del colonialismo francés. En el transcurso del siglo XIX estos países – mas Alemania y Japón, posteriormente - se convirtieron en potencias imperialistas que se disputaban mercados y territorios desde un extremo del planeta al otro. A principios del siglo XIX, la gesta separatista de Haití quedó subordinada a los diseños de quienes se presentaban como aliados de los haitianos en contra del colonialismo francés (en esos momentos encabezado por Napoleón Bonaparte). Cuando Robertson dice que los revolucionarios haitianos cometieron el error de pedirle ayuda al “diablo”, no sabe o ignora que el diablo es un eufemismo para referirse a esas futuras potencias imperialistas.

Los separatistas de la América hispana tuvieron una experiencia similar. Poco después de independencia, los países de la región quedaron endeudados con la banca inglesa. A fines del siglo XIX intervino EEUU que desplazó a la banca de Londres convirtiendo a la región en lo que sus mandatarios suelen llamar el “patio trasero”.

En Haití hay fuerzas políticas capaces de dirigir un proceso de reconstrucción. Hay que darles toda nuestra solidaridad, un esfuerzo continental. A su vez, EEUU tiene que retirar las fuerzas militares de ocupación (de nacionalidad brasileña y otras) y poner fin a su política de discriminación inaugurada por Jefferson a principios del siglo XIX. Desde Buenos Aires, CLACSO anunció que estaba creando un Fondo Gerard Pierre-Charles para apoyar la reconstrucción. Hay que seguir este ejemplo y dejar a un lado las políticas militaristas.

- Marco A. Gandásegui, hijo, es docente de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) Justo Arosemena. http://marcoagandasegui.blogspot.com

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GANÓ PIÑERA EN CHILE

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Y la gente festeja sacando a la calle ¡¡¡¡¡ un busto de Pinochet !!!!!

Se me ocurren muchas cosas, tantas, pero no podría escribirlas sin evitar ofender a muchos....

Conozca a Piñeira, el empresario que gobernará Chile