Los problemas de los ricos
Los 1.500 millones de hombres y mujeres hambrientos, los 900 millones de niños subnutridos, los 25 mil que mueren a diario de hambre, los 600 millones de miserables y los más de 150 millones de explotados sexualmente que pueblan el mundo no son problema para los ricos, quienes están preocupados por la baja de precios de los granos, las carreras de veleros de lujo y las inversiones multimillonarias en emprendimientos inmobiliarios. Mientras los desastres económicos-sociales y naturales que el capitalismo y sus titiriteros provocan conmueven a todos los habitantes de la Tierra, la manteca al techo de los poderosos sigue oliendo feo.
Por: Jorge Luis Ubertalli
Los 1.500 millones de hombres y mujeres hambrientos, los 900 millones de niños subnutridos, los 25 mil que mueren a diario de hambre, los 600 millones de miserables y los más de 150 millones de explotados sexualmente que pueblan el mundo no son problema para los ricos, quienes están preocupados por la baja de precios de los granos, las carreras de veleros de lujo y las inversiones multimillonarias en emprendimientos inmobiliarios. Mientras los desastres económicos-sociales y naturales que el capitalismo y sus titiriteros provocan conmueven a todos los habitantes de la Tierra, la manteca al techo de los poderosos sigue oliendo feo.
Según consignan organismos internacionales, en América Latina sobreviven a gatas 180 millones de pobres, más de 70 millones de miserables y 53 millones de desnutridos. Sólo en Colombia, donde la derecha ha sentado nuevamente sus reales, hay 60% de desocupados en relación con la Población Económicamente Activa (PEA), 20,5 millones de pobres y 7,9 millones de miserables. Sequías, inundaciones, terremotos y otras calamidades se han sumado a la depredación socio-económica capitalista, consistente en repartir las multimillonarias riquezas que producen los trabajadores entre unos pocos, dejando a las mayorías huesos pelados. Según la FAO, los impactos de la denominada crisis alimentaria son mayores en los países que ''dependen de la importación de alimentos y energía''. La utilización de granos básicos para producir biocombustible y alimentar ganado en naciones poderosas, ha ocasionado en estos últimos años la suba de los precios de los cereales, provocando hambrunas entre los pobres que tienen la ''libertad'' de no poder consumir. En este marco, y contrastando con las necesidades de las mayorías, los intelectuales al servicio del capital hacen oir sus voces de alarma. Bajo el título de ''El superávit mundial de granos augura problemas'', el analista del ''Wall Street Journal'', Scott Filman (La Nación, 22 de junio) sostuvo que '' Dos años después del punto álgido de la crisis social de alimentos, los déficits de granos se están transformando en superávits, lo que podría generar una nueva serie de dolores de cabeza''. ¿Cuáles serían para Filman los dolores de cabeza, habida cuenta que un superávit de granos mundial podría alimentar mas bocas de hambrientos que una escasez?. ''Â…si la economía mundial no se reactiva pronto, los superávits pasarían a ser excesos de producción que pueden desembocar en una reducción de precios''-concluye Filman. Según se deduce, para el publicista y sus sponsors la sacrosanta ley del mercado debe primar sobre las necesidades de los hambrientos, a cuya sombra florece el arbusto inservible de la oferta y demanda y la especulación. Los precios bajos y los superávits de alimentos podrían beneficiar a los que menos tienen, peroÂ…¿a quienes les importan sus vidas, sino a ellos mismos?. La miseria, además de constituirse en un negocio para los que tienen de sobra, también sirve para la manipulación y el lavado de culpas que se transfigura en conmiseración y ''ayuda''.
En sintonía con la hipocresía exhibida sin cortapisas por los que manejan los hilos del mundo, dos días antes del artículo de Filman, el mismo periódico local exhibió una nota informativa donde se consignaba que mientras en el Golfo de México proseguía la batalla para detener la marea negra causada por un derrame de crudo de la transnacional BP, su director ejecutivo, Tony Haward, ''se tomó un día libre para asistir a una regata de lujo en Gran Bretaña'', apoyando a su yate Bob, valuado en 360.000 dólares. De nada valieron las críticas de entidades defensoras del medio ambiente y del propio gobierno norteamericano a Haward. A pesar de que podría separárselo de su cargo por sus metidas de pata- que han costado y cuestan daños irreparables, en consonancia con los 100 mil barriles diarios de crudo que fluyen del fondo del mar- su quehacer salió fortalecido una vez mas en el marco del bussiness more bussiness que contiene a la totalidad del capitalismo norteamericano y mundial. Así, la prohibición establecida hace un mes atrás por la Casa Blanca de perforar el lecho marino hasta que no se superara el ''accidente'' de BP, era desechada hace unas pocas horas por el juez federal distrital Martín Feldman, nombrado por Ronald Reagan, accionista de Transocean, empresa propietaria de la plataforma petrolera que explotó en el Golfo; de Halliburton, consorcio vinculado al crudo y también ligado al desastre citado, y a los accionistas mayores de BP, Black Rock y JP Morgan Chase, por ''despótica'' y ''autoritaria''.
Mientras las costas del Atlántico norteamericano se ennegrecen y envenenan, el emporio Walt Disney Co, que erigió estos últimos años negocios de degustación de vinos y tours por los parques de diversiones para visitantes VIP, planea invertir en viviendas de lujo valuadas entre 1,5 y 8 millones de dólares, ubicadas en el complejo Golden Oak, de 392 hectáreas, de Disney World, Orlando, Florida, estado que recibe y recibirá los efluvios verdinegros del crudo marino. Considerado una ''nueva atracción de Disney: casas de veraneo'' (''Wall Street Journal- La Nación, 23 de junio) el emprendimiento, obviamente destinado a los ricos, deberá seducirlos, según la analista Juliet Chung, para comprar ''una casa allí y no en otra ciudad con servicios orientados a la familia''. Una cana al aire más de los simpáticos dueños del capital, que sólo en EE.UU. gastan anualmente 13 mil millones de dólares en alimentos para mascotas y 33 mil millones en perfumes y cosméticos, mientras en Europa oblan en un año 11 mil millones de dólares en heladosÂ…
Sin embargo, los efluentes del mercado parecen no contaminar al yuan, moneda china que no será revaluada de golpe, tal como lo exigen los norteamericanos, sino paulatinamente. Una revaluación del yuan en relación con las leyes del ''mercado''- oferta y demanda de la moneda, en el marco del fetichismo del dinero- sólo provocaría una distorsión en la economía china y marcaría un camino seguro hacia la contracción económica.
La idea peregrina de EE.UU. de que el coloso del lejano oriente revalúe su moneda súbitamente en función de encarecer sus exportaciones a fin de beneficiar a los productores del norte de América no cuajará en China, que aunque sujeta a una economía mercantil planifica su economía y sus finanzas. Su Banco Central, elemento fundamental para organizar la vida económica y financiera del país, libre de ''autarquías'' beneficiosas para el capital financiero internacional, no auspiciará el suicidio de la nación, manipulando una moneda - tal cual lo requieren los productores de burbujas y bienes usuarios- que acentúe el fetichismo del dinero y su nociva virtualidad. Una nueva preocupación para los ricos, en el marco de una crisis orgánica del capitalismo mundial.
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