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HONDURAS: A 1 AÑO DEL DERROCAMIENTO

AmericaLatina,EE.UU

Un año del golpe en Honduras

El recurso del método

Honduras está sumida en su peor crisis a un año del golpe de Estado

Con un gobierno débil que no logra el reconocimiento de la comunidad internacional y no ha puesto un freno a la violación de los derechos humanos y la impunidad, Honduras llega este lunes a un año del golpe de Estado contra el presidente constitucional de esa nación centroamericana, Manuel Zelaya. Aún persiste la crisis política, económica y social, mientras el país se hunde más en la pobreza.

Sumida en una crisis de derechos humanos y con una creciente convicción de que la convocatoria a una Asamblea Constituyente permitiría salir del conflicto político y social en el que se encuentra la nación, Honduras conmemora este lunes un año del golpe de Estado que sacó del poder al presidente constitucional de ese país centroamericano, Manuel Zelaya.

La crisis política, económica y social en Honduras continúa y hace figurar a la nación como las más atrasada del continente, detrás de Haití, como más de 70 por ciento pobreza respecto a su población.

Cuando el entonces presidente Zelaya convocó a un consulta popular para el 28 de junio de 2009, para conocer la opinión de la ciudadanía en torno a futuras reformas constitucionales, militares encapuchados, en contubernio con la oligarquía, perpetraron un golpe de Estado en su contra.

La Carta Magna hondureña, aprobada en 1982 bajo la tutela de una dictadura, no responde a los intereses de las mayorías y contiene siete artículos pétreos que impiden realizar cambios respecto a la forma de gobierno y distribución de los recursos.

Zelaya responsabilizó por la asonada a una élite que maneja política y económicamente a Honduras, y se opone a cualquier modificación a la Constitución que afecte sus intereses.

El régimen de facto encabezado por Roberto Micheletti, que usurpó el poder, desató una brutal represión contra los opositores, suspendió las garantías constitucionales y clausuró y militarizó medios de prensa.

Durante los seis meses de dictadura de Micheletti se registraron unas cuatro mil 200 violaciones a los derechos humanos, más de 40 miembros de la resistencia antigolpista fueron asesinados, cinco jóvenes masacrados en marchas pacíficas y hubo más de tres mil detenciones.

En un intento por legitimar la asonada, el régimen convocó a elecciones el pasado 29 de noviembre y dos meses después asumió el poder Porfirio Lobo, del Partido Nacional.

Pero el gobierno nacido bajo el golpe de Estado es débil, enfrenta una creciente ingobernabilidad, una ola de violencia sin precedentes y aún no ha sido reconocido por muchos países, sobre todo de América Latina.

Desde la toma de posesión de Lobo, las organizaciones sociales registraron más de 700 agresiones por motivos políticos, entre ellas los asesinatos de 12 dirigentes populares y nueve periodistas.

En el Gobierno de Lobo prevalece el clima de impunidad, los autores del golpe no han sido castigados y muchos de sus protagonistas ocupan actualmente puestos clave en instituciones civiles.

La ruptura institucional ha hecho retroceder al país a los peores años de las dictaduras de la segunda mitad del siglo pasado, pero también colocó con fuerza a un nuevo actor en la vida hondureña, el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).

El FNRP sobrevivió a la represión, a los toques de queda, al hostigamiento contra sus líderes y realiza marchas en todos los departamentos para recoger un millón 200 mil firmas para reclamar el retorno de Zelaya y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.

"Ha sido un año de lucha, de protestas y de rechazo al golpe de Estado y un año de sufrimiento de la resistencia, pero a la vez es el surgimiento de la unidad popular", dijo Juan Barahona, coordinador nacional del FNRP.

La principal bandera del FNRP es lograr una carta magna inclusiva, para el pueblo, que permita corregir las enormes desigualdades sociales.

"La lucha del frente es la misma por la que Zelaya fue derrocado", precisó Barahona y añadió que el propósito es redactar una nueva constitución para hacer los cambios políticos, económicos y sociales que el país necesita y proyectar a Honduras hacia el futuro.

teleSUR-Agencias/MFD

Lobo califica de ''empujoncito'' golpe de Estado y acusa a Zelaya de ''abuso'' de poder

Para Lobo el derrocamiento de Zelaya fue un ''empujoncito'', un ''golpecito'' y no fue fortuito, sino que en el país había ya un clima de ''confrontación''. Se mostró convencido de que la verdadera intención de Zelaya era perpetuarse en el poder.

El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, calificó el golpe de Estado contra el ex presidente constitucional Manuel Zelaya, como un "empujoncito" y aseguró que nadie lo convencerá de que la verdadera intención del derrocado gobernante era perpetuarse en el poder, algo que calificó como un "abuso" de autoridad.

"Puede ser un empujoncito, o golpecito como le llamen pero ahí hubo una ruptura de alguna forma de lo que pudo, de lo que la democracia debería tener como seguro", dijo Lobo en una entrevista exclusiva concedida a la enviada especial de teleSUR, Madelein García.

Al ser cuestionado sobre la posibilidad de que la Comisión de la Verdad, recién conformada el mayo pasado, concluya que sí hubo una ruptura del orden constitucional aquel 28 de junio de 2009, Porfirio Lobo explicó que lo más importante no es determinar si hubo o no un golpe de Estado, sino evaluar los aspectos previos que desencadenaron la crisis que concluyó con la instalación por siete meses de un gobierno de facto, porque "no surge de la nada" .

"Ahí el tema no es la discusión de si es un golpe o no es un golpe es más un tema de conceptos y como le digo, es un tema que genera a veces muchas confrontaciones porque yo dije que era un golpe aquí y se vino el mundo encima, a mi no me importa pues, aquí el problema es: sea lo que sea la crisis no surge de la nada", dijo e insistió en que Zelaya quería prolongar su mandato y que "abusó al extremo" de su poder.

"La verdad es que el amigo de atrás, el amigo Zelaya abusó del poder, abusó al extremo, y yo le garantizo a Ud. que él se quería quedar, y no hay nada que me lo saque de la cabeza", declaró.

Para el dignatario centroamericano, la verdadera importancia del informe de la Comisión de la Verdad es que será una "narración de los hechos" antes, durante y después del 28 de junio, y que hará las recomendaciones para que "lo que pasó el 28 no se vuelva a repetir".

"Entonces la Comisión de la Verdad es importante porque va a narrar los hechos antes del 28, el 28, después del 28, y la Comisión nos va a decir: mire consideramos que estas reformas deben de hacerse para garantizar que lo que pasó el 28 no se vuelva a repetir.

La madrugada del 28 de junio de 2009, un comando de militares encapuchados irrumpieron en la vivienda de Zelaya, lo secuestraron y trasladaron en un avión a la vecina Costa Rica, a donde llegó sin nada más que su ropa de cama.

Porfirio Lobo se mostró en desacuerdo con lo que le sucedió a Zelaya y las con las sanciones internacionales originadas del golpe, pues con ellas han pagado los inocentes.

"No estoy de acuerdo, ni con Zelaya, ni con lo que le pasó a Zelaya, como con nadie, yo creo que nadie aquí, quizás, algunas excepciones que tenemos pudieran desear que sucediera lo que pasó. ¿Y sabe por qué?. Porque de estas crisis el que paga es el que es totalmente inocente. No es a Pepe Lobo a quien tienen bloqueado, yo soy el presidente de Honduras, al que bloquean es a un pueblo que no tiene ninguna responsabilidad de las crisis políticas", opinó.

Además negó rotundamente que su administración sea ilegítima. "Ahora, que se diga que este Gobierno es ilegítimo, que surge de un golpe de Estado, eso no es cierto, no es correcto y están equivocados. Este Gobierno surge de la voluntad del pueblo hondureño expresado en las urnas tal como lo señala nuestra Constitución y las leyes".

Zelaya puede volver en libertad

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