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CIELO Y TIERRA - ¿QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO?

Derechos Humanos

PUEBLOS ORIGINARIOS TERRORISTAS CRUENTOS

Creo que las políticas de las administraciones estadounidenses han sido replicadas en estas latitudes. La fórmula es fácil. Si molestas o estorbas a los intereses económicos de un sector poderoso de tu país, pasas automáticamente a engrosar las filas del terrorismo mortífero y sangriento. Claro que EE UU considera que su dominio territorial se extiende al universo. Argentina no está exento a esta estrategia, también culpó a pueblos originarios que reclamaban por sus tierras de estar vinculados a células terroristas de la ETA.

Chile: crece represión contra mapuches

Para el gobierno chileno, los líderes del movimiento indígena mapuche son terroristas aunque nadie haya sido muerto ni vejado en sus reivindicaciones políticas. Varios de ellos purgan en la cárcel condenas de más de cinco años. En contraste, el policía que asesinó a un dirigente comunero enfrenta en libertad una condena de dos años. Lejos de arredrarse, el movimiento por el territorio y  los derechos mapuches crece y comienza a fundar instituciones autónomas


Pamela Sepúlveda / Voces de la tierra-IPS

Santiago, Chile. Mientras aumenta la tensión en territorios mapuches de Chile, surge una nueva herramienta de resistencia y defensa desde los propios indígenas frente a un Estado en cuya justicia no confían.

“Nosotros, como comunidad, estamos prácticamente todos encarcelados, y el que no está en la cárcel está con alguna medida cautelar con arraigo”, relató a IPS Antonio Cadín, werkén (vocero) de la comunidad Juan Paillalef, ubicada a 730 kilómetros al sur de la capital.

Este dirigente mapuche cumple prisión de cinco años y un día, con beneficio de reclusión nocturna, por atentado contra la autoridad y desórdenes. Su esposa, la lonko (máxima autoridad tradicional) Juana Calfunao, cumple condena de cuatro años y medio por el mismo delito. La hija menor de ambos, de 12 años, pidió asilo político en Suiza hace más de un año.

Cadín sostiene que la protesta de su pueblo es contra la indiferencia y la represión sostenida desde los inicios del Estado chileno, y que no ha encontrado respuestas en los últimos 20 años de vida democrática.

“No ha habido un reconocimiento hacia nuestra estructura político, social y jurídica que tenemos como pueblo; no se ha respetado a las autoridades tradicionales y no se ha respetado el derecho territorial”, enfatizó.

Para luchar por sus derechos y enfrentar las injusticias de que sostienen ser objeto, la comunidad Juan Paillalef se coordinó con más de 20 comunidades mapuche para impulsar la creación del defensor social autónomo mapuche.

Esta inédita defensoría se basa en los lineamientos de sus autoridades tradicionales junto a “seis abogados, más un equipo multidisciplinario: sicólogos, asistente social, antropólogo y sociólogo, para acompañar los informes ante los tribunales cuando los hermanos estén siendo enjuiciados”, dijo Cadín.

Para el abogado del Observatorio Ciudadano, Matías Meza-Lopehandia, la generación del defensor autónomo es un signo de madurez del movimiento en sus derechos y autonomías.

“Tienen que ver con esto, con que los pueblos indígenas se hacen cargo de sus propios problemas, revalidan sus propias organizaciones, y ése es el proceso que se está viviendo hoy día”, indicó el jurista.

Los mapuches constituyen el pueblo originario más numeroso en Chile, con cerca de 1 millón de personas. Casi la mitad vive en la capital, y el resto, principalmente en la región de la Araucanía, a unas 10 horas al sur de Santiago.

Es precisamente en esa zona donde el conflicto se enciende con ocupaciones de predios, quemas de camiones forestales o bosques que reclaman como ancestrales.


Seis atentados incendiarios han ocurrido en lo que va de 2010, cuatro de ellos se habría atribuido la Coordinadora Arauco Malleco.

“No tenemos duda que el trabajo de las policías y de los fiscales permitirá atrapar a estos delincuentes, ponerlos tras las rejas, y nosotros esperamos que la justicia aplique, como en todos los casos anteriores, el máximo rigor de la ley”, dijo el ministro del Interior provisional, Patricio Rosendea, a la prensa ante el último episodio.

En enero se conoció la formalización de cargos a cuatro mapuches, entre ellos un menor de edad, bajo la Ley Antiterrorista, por su supuesta participación en un ataque incendiario; y otros 23 mapuches también fueron llamados por la justicia por supuestas amenazas y asociación ilícita terrorista.

Pero también se interpusieron dos querellas criminales por torturas, una cometida por policías a un mapuche de la comunidad Temucuicui, y otra que presentó el defensor jurídico autónomo mapuche en contra de la Gendarmería –encargada de la seguridad penitenciaria– por tortura y apremios ilegítimos cometidos contra una mujer de la comunidad Juan Paillalef.

Para el abogado, no es un indicador de que el conflicto se haya recrudecido en la Araucanía ni que efectivamente todos los hechos que se les imputan sean causados por mapuches.

Actualmente hay 52 indígenas encarcelados –que se autodenominan como “presos políticos mapuche”–, imputados por actos de violencia en el marco de sus reivindicaciones.

Cuarenta de ellos están procesados o cumplen condenas de hasta 10 años de prisión por supuestos delitos terroristas; en hechos donde, según observa Meza-Lopehandia, nunca hubo “desprecio por la vida humana” ni muertos como consecuencia, como supone el concepto de terrorismo.

Como contraste, por dar muerte al joven comunero Matías Catrileo, la sentencia del Tribunal Militar determinó que el policía uniformado responsable de su muerte tendrá una condena de sólo dos años con pena remitida, es decir, no cumplirá prisión efectiva.

La Ley Antiterrorista, promulgada por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), según diversos organismos de derechos humanos, no es aplicable a la protesta mapuche.

Investigaciones judiciales secretas, uso de testigos protegidos que impiden una legítima y oportuna defensa, aumento de la detención preventiva y duplicación de las penas para los condenados son algunos de sus vicios.

Según detalla el abogado, se rompe la presunción de inocencia, manteniendo privados de su libertad a indígenas que se “presumen culpables” sin, muchas veces, existir pruebas contra ellos.

También genera preocupación que, en la práctica, rebaja el estándar de acción y respeto a los derechos fundamentales desde policías y fiscales.

La lógica que hay detrás de la Ley Antiterrorista es la lógica del “derecho penal del enemigo”, analizó Meza-Lopehandia. “Entonces, se deshumanizan, ya no son objetos de derecho, se les puede torturar”, agregó.

En octubre pasado, el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en este país, Gary Stahl, hizo un llamado “a parar la violencia que involucra a niños, de cualquier lado que venga”, luego de reunirse con tres ministros del recién concluido gobierno de Michelle Bachelet para manifestarles la preocupación del organismo internacional frente a las graves denuncias de violencia policial contra niños y niñas mapuche.

Toda esta situación explica que muchos indígenas no confíen en el Estado ni en la defensoría pública que les ofrece, buscando sus propios instrumentos, como el defensor autónomo mapuche.

“No hay garantías” en procesos judiciales “manipulados por el Estado”, señaló a IPS el defensor autónomo, argumentando que “te persigue con la policía, te pone el fiscal y, por otra parte, te pone abogados (…) defensores públicos que obedecen a un sistema y obedecen a un patrón político del Estado, y a un patrón de intereses económicos de este país.”

Proyección ante nuevo gobierno

Las diversas organizaciones mapuches no creen que la política del Estado variará con el gobierno de Sebastián Piñera, en cuanto a seguir negando sus derechos, pero sí temen que aumente la represión y la aplicación de la Ley Antiterrorista.

El derechista Sebastián Piñera, que asumió el gobierno el 11 de marzo, amenaza burlar parte de su forma colectiva de organizarse como una de sus estrategias para apagar el foco de protesta.

Su política de tierras la enfocará en la entrega de subsidios individuales y no reconociendo derechos colectivos, lo que podría aumentar el nivel de conflictividad.

Piñera también apunta a reestructurar la institucionalidad pública dedicada a temas indígenas para, según él, hacerla más eficiente.

Pero “cualquier cambio en la institucionalidad de los pueblos indígenas hoy día no se puede hacer sin consultar a los pueblos indígenas”, advierte el abogado, en referencia al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas, que el 15 de septiembre de 2009 entró en vigencia en Chile.

El relator especial de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, James Anaya, señaló el uso de la Ley Antiterrorista y la extrema violencia en la Araucanía entre los temas que le preocupan, llamando al nuevo gobierno a respetar los acuerdos en materias indígenas.

Para Meza-Lopehandia, es fundamental dar ciertas señales, como la “desmilitarización del territorio mapuche, amnistía a los presos”, y hacer un reconocimiento y pedir perdón “no sólo por las atrocidades que se cometieron 100 años atrás, sino las que se han cometido los últimos 20 años”.

Fuente: Contralínea 173, 14 de marzo de 2010

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  1. Chile: mapuches padecen represión y asesinatos
  2. Chile: la lucha contra la discriminación publicitaria
  3. Chile: voces desde la cárcel
  4. Crece el número de negligencias médicas
  5. Chile: movimiento indígena en puerta


Perú: criminalización de la lucha indígena

Sin pruebas en su contra, activistas indígenas son mantenidos presos por el asesinato de policías, ocurrido durante las movilizaciones indias de Bagua; en contraste, ni un solo policía ha sido detenido por los homicidios de los indígenas, ocurridos en el contexto de las mismas movilizaciones. Mientras, el gobierno pretende llevar a cabo las medidas que originaron el descontento indio: la explotación de la selva por trasnacionales

Ángel Páez / Voces de la Tierra-IPS

Lima, Perú. Todos los peritajes exculpan a dos de los indígenas acusados del asesinato de 12 policías durante los enfrentamientos ocurridos, en junio, entre pobladores y fuerzas de seguridad en Bagua, en la nororiental selva amazónica peruana. Pero siguen presos.

Feliciano Cahuasa Rolín y Danny López Shawit permanecen en prisión desde hace más de ocho meses, pese a que un peritaje técnico demostró que ninguno de los dos disparó un solo tiro y, por tanto, son inocentes en la muerte, el 6 de junio, de los efectivos.

En cambio, no hay ningún policía detenido por el crimen, ese mismo día, de 10 nativos y mestizos, durante el “baguazo”, como se denomina en este país al trágico enfrentamiento que estalló cuando un operativo policial intentó reprimir una protesta de miles de pobladores de la zona.

Las manifestaciones en Bagua, una de las siete provincias del departamento de Amazonas, eran contra un conjunto de decretos-leyes que el gobierno de Alan García aprobó para alentar la inversión privada en la selva, sin la obligada consulta a las comunidades nativas.


Hace poco, los tribunales de Bagua cerraron el plazo de investigación judicial por los casos “Curva del Diablo” y “Estación 6”, abiertos contra 96 nativos y mestizos a los que se atribuye haber intervenido en el homicidio de 23 policías y en la desaparición de otro durante los enfrentamientos.

Juan José Quispe y Gustavo Campos, los abogados defensores de los nativos y mestizos, interpusieron recursos legales en demanda de la ampliación del plazo de investigación.

La razón es que los magistrados no cumplieron con llevar a cabo 74 diligencias consideradas trascendentales para esclarecer la situación de los 96 enjuiciados, entre ellos, Cahuasa y López.

“No hay pruebas contra Cahuasa y López, como tampoco las hay contra los otros acusados”, dijo a IPS el abogado Quispe, de la no gubernamental Comisión de Derechos Humanos (CDH).

“Por supuesto que se debe castigar a quienes mataron a los policías, pero ellos no han sido los autores de los asesinatos”, precisó.

El abogado aseguró que “todo el caso está plagado de irregularidades” y citó entre ellas que “no se ha recogido el testimonio de importantes testigos de los hechos para acreditar que los denunciados son inocentes.

“Los que están enjuiciados son personas arbitrariamente detenidas por la policía el día de los hechos. No los arrestaron como resultado de una investigación”, apuntó Quispe.

El alcalde de la provincia de Condorcanqui y líder del pueblo aguaruna, Héctor Requejo, y el también indígena Merino Trigoso, son acusados de la autoría intelectual de la masacre de policías en Curva del Diablo, un tramo de la principal carretera de la selva, tomado aquel día por los manifestantes.

Requejo y Trigoso fueron señalados por dos adolescentes detenidos por efectivos del ejército durante el “baguazo”. Sin embargo, la declaración de los jóvenes no está incluida en el expediente judicial.

“Las propias autoridades judiciales confirmaron que las declaraciones de los jóvenes no obran en el expediente; sin embargo, subsiste la persecución contra Requejo y Trigoso”, manifestó Gustavo Campos, del no gubernamental Instituto de Defensa Legal (IDL).

“Es más, los adolescentes han dicho que no han acusado a ninguno de los dos”, adujo.

Campos detalló que “hemos planteado a los juzgados que el caso sea declarado complejo, con la finalidad de continuar con las investigaciones antes del juicio oral, y así establecer que no hay evidencias contra los 96 procesados”.

Pero el pedido fue rechazado, “así que hemos apelado”, añadió Campos, antes de explicar que “estamos muy preocupados por la cadena de irregularidades que afecta el debido proceso”.

La fiscalía penal de la provincia de Utcubamba, en cuya jurisdicción se produjo el “baguazo”, denunció como autores mediatos (a través de otros) del homicidio de cuatro indígenas a dos generales, y como presuntos autores materiales a dos policías.

Los generales son el exjefe de la Dirección de Operaciones Especiales, Luis Muguruza, y al exjefe policial de Bagua, Javier Uribe.


La defensa de los indígenas y mestizos sostiene que la denuncia fiscal contiene graves errores, como considerar autores mediatos de los hechos a los dos generales, quienes se limitaron a cumplir órdenes.

“Muguruza y Uribe eran parte de una cadena de mando que alcanzaba al entonces director de la Policía Nacional, teniente general José Sánchez Farfán, y a su jefa inmediata, la entonces ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, quien a su vez estaba a la orden del presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon”, señaló Quispe.

Sin embargo, “ni siquiera se han tomado las declaraciones de Cabanillas y Simon, que son muy importantes para establecer en dónde se originó la orden para reprimir a los manifestantes ubicados en Curva del Diablo y la Estación 6, donde se produjeron las masacres de ambos lados”, afirmó.

A juicio de Quispe, “esta denuncia de la fiscalía está construida para garantizar la impunidad a las autoridades del (Poder) Ejecutivo”.

Pero, además, hay otro intento para sustraer de la acción de la justicia a los que desde el gobierno nacional adoptaron la decisión de ejercer la violencia sobre los nativos, que protestaban contra leyes que los afectaban.

El presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, el vicealmirante en retiro Carlos Mesa, anunció que formulará un reclamo de competencia a la justicia común para que sean los tribunales castrenses quienes procesen a los dos generales denunciados.

Mesa argumentó que corresponde a la justicia militar procesar a los policías, por presuntos delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones.

“Los generales de la policía han sido denunciados por los delitos comunes de homicidio y lesiones graves, que no son delitos de función aquí ni en ninguna otra parte”, arguyó el director de la no gubernamental Asociación Pro Derechos Humanos, Miguel Jugo.

Esta organización se encarga de la defensa de los 96 indígenas y mestizos acusados por la violencia en Bagua, junto con CDH, IDL y la católica Comisión Episcopal de Acción Social.

“Se trata de una maniobra de la justicia militar para asegurar impunidad a los generales de la policía a cambio de que no declaren que ellos ejecutaron la operación en Bagua por órdenes directas del exprimer ministro Yehude Simon y la exministra del Interior Mercedes Cabanillas”, aseguró Jugo.

Planteó que el estamento militar y los propios generales acusados saben bien que las penas por un delito en el ejercicio de su función son mucho menores que la de homicidio calificado en la justicia penal, que llega hasta los 35 años de cárcel.

Para protestar por las irregularidades en las causas de los 96 nativos y mestizos acusados, la Organización Regional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Norte convocó una movilización para el lunes 22 de febrero.

La convocatoria también buscó denunciar el incumplimiento de la derogatoria de los decretos-ley que encendieron la ira de las comunidades nativas y desembocó en el “baguazo”.

La Comisión Multipartidaria del Congreso Legislativo, encargada de la desactivación de las normas legales que provocaron el levantamiento indígena, informó a IPS que ya fueron derogadas cuatro de las 10 “leyes de la selva”.

Esta comisión emitió un informe que concluye que los 10 decretos vulneran el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que obliga a la consulta previa a las comunidades nativas cuando se trate de normas que afecten su hábitat y forma de vida.

Pero la derogación de la totalidad de las “leyes de la selva” todavía no se ha ejecutado, que es lo que demandan los pueblos de la Amazonia peruana.

Fuente: Contralínea 173, 14 de marzo de 2010

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Tlacotepec, miseria y cacicazgo

Enclavado en la Sierra Negra, Tlacotepec es el segundo municipio más pobre del estado gobernado por Mario Marín Torres. Las brechas agrestes, la falta de alimentos y apoyos para la producción agropecuaria colocan en riesgo la vida de más de 12 mil indígenas nahuas. Pero la principal amenaza que los acongoja es un viejo cacicazgo que se muestra vigoroso en el siglo XXI

 

Serie el Vértigo de los Payasos

Por Allan McDonald - Serie "El Vertigo de los Payasos"

120 millones de personas viven en tugurios

“En América Latina hay 120 millones de personas que viven en tugurios

En el marco de la Iº Jornada sobre Vivienda Social y Eficiencia Energética, organizada por la el Foro Ecuménico Social, la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y la empresa Edenor, el Dr. Bernardo Kliksberg compartió algunas reflexiones acerca de la situación de América Latina.

“….  Hablar de vivienda social y eficiencia energética es mucho más importante que especular sobre grandes temas sobre los que no se puede llegar a ninguna conclusión práctica. Implica aterrizar directamente en algo muy relevante en la vida de la gente”.

Ver el artículo completo en Cielo y Tierra en Wordpress

ATENCO - UN PUEBLO EN LUCHA POR LA DIGNIDAD

ATENCO - UN PUEBLO EN LUCHA POR LA DIGNIDAD

Los invito a visitar el sitio web de un pueblo que pagó muy cara su lucha para que sus tierras no fueran expropiadas.

Lograron frenar el documento del gobierno que así lo establecía, pero a cambio sufrieron, torturas, escarnio, violación, y presos "sin causa real" que hoy, 4 años después siguen incomunicados con sus familias.

 

México, San Salvador Atenco: Terrorismo de Estado e impunidad.

Los sucesos represivos de Texcoco y San Salvador Atenco en mayo de 2006, han tenido enormes repercusiones en materia de derechos humanos y un importante repudio público a la represión contra el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra e integrantes de la otra campaña, que arrojó un saldo de 207 detenidos, dos jóvenes asesinados, medio centenar de mujeres que sufrieron violaciones, abusos sexuales, tortura y cateos ilegales. Cabe resaltar que veintiséis de cuarenta y siete mujeres detenidas en los hechos, han denunciado ser víctimas de violencia sexual, física o verbal por parte de los policías que las custodiaban, algunos de ellos ahora exonerados, por lo que 11 de ellas han decidido acudir a la Comisión Interamericana de derechos Humanos, órgano autónomo perteneciente a la Organización de Estados Americanos buscando justicia ante el Estado mexicano. Sin embargo, el caso de las mujeres, así como de resto de violaciones a los derechos humanos siguen hasta hoy, impunes. 

CONVOCATORIA  A LA CAMPAÑA NACIONAL E INTERNACIONAL 

 

Visiten la página del CASO ATENCO

Violencia machista, fama y políticas públicas

Por Mariana Carbajal para Página 12

Doscientas treinta y una mujeres, varias de ellas niñas y adolescentes, fueron asesinadas a lo largo de 2009 por su esposo, novio o ex pareja, algún miembro de su círculo familiar cercano o un extraño en el marco de un ataque sexual. Una cada día y medio. Los datos surgen del relevamiento que realiza la Asociación Civil “La Casa del Encuentro” en base a los hechos publicados en la prensa. Muchas más mujeres, claro, sufrieron lesiones y quedaron con secuelas o siguen soportando el maltrato machista en el anonimato de sus hogares. A pesar de la magnitud del fenómeno, muy pocas veces la violencia de género y los femicidios llegan a la tapa de los diarios. Salvo que tengan el condimento de clase (Nora Dalmasso), de morbo o de fama –y otras curiosidades– como en el caso de la compañera del baterista de Callejeros, Wanda Tadei. Varios medios todavía confinan los crímenes sexistas a las páginas policiales –como hechos aislados– y los siguen tildando de homicidios “pasionales”, como si el amor pudiera ser el motor de la bestialidad. En esa operación encubren el patrón común que los atraviesa: la violencia contra las mujeres es una de las caras más dolorosas de la discriminación y tal vez la violación más frecuente, silenciada e impune de los derechos humanos. No sólo en la Argentina. Pero esta inseguridad, que ocurre puertas adentro, que se sustenta en la desigualdad histórica de poder entre varones y mujeres, conmueve poco en las esferas de decisión.

Hay que destacar que en 2009 el país dio un paso significativo para combatirla. El Congreso aprobó la Ley 26.485 de “Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”. La norma consagra el derecho de las mujeres “a vivir una vida libre de violencia y sin discriminación en todos los órdenes de la vida” y establece un abanico de medidas importantes. Pero a casi un año de su sanción, todavía no fue reglamentada.

El país requiere una política de Estado contra la violencia machista. Asumió compromisos internacionales en ese sentido. Es una deuda con las mujeres, con la sociedad. Se han hecho avances, aunque por el momento sólo hay políticas sectoriales. Entre ellas se destaca el programa “Las víctimas contra las violencias”, en el ámbito del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, con brigadas móviles de intervención en urgencias en el territorio de la ciudad de Buenos Aires.

Hay otras iniciativas. El Ministerio de Trabajo creó la Oficina de Violencia Laboral; y el de Desarrollo Social, el Programa Juana Azurduy de Fortalecimiento de Derechos y Participación de las Mujeres. La Corte Suprema de Justicia de la Nación, por su parte, abrió en septiembre de 2008 una Oficina de Violencia Doméstica (OVD) para recibir denuncias y brindar asesoramiento: pero también es para el ámbito porteño. Son respuestas insuficientes para un fenómeno tan extendido.

Algunas estadísticas pueden ayudar a dimensionar el problema. La OVD, en su primer año de funcionamiento, recibió 6746 denuncias y detectó 8354 personas que sufrieron maltratos familiares: ocho de cada diez afectadas son mujeres; entre los varones, 6 de cada 10 son niños y adolescentes. Casi 9 de cada diez denunciados son hombres. La mitad de los agresores son parejas de la víctima y casi un tercio, ex parejas.

En las comisarías de la Mujer y la Familia de la provincia de Buenos Aires se recibieron 50.549 denuncias entre enero y septiembre de 2009, en el 80 por ciento de los casos fueron presentadas por mujeres, según información de la Dirección General de Coordinación de Políticas de Género, del Ministerio de Seguridad. La amplia mayoría de los denunciados, varones. Los números asustan. Como asustan la violencia psicológica, los maltratos y las golpizas. Sin embargo, en el principal distrito del país, las políticas oficiales hacen agua. Una red de casi veinte ONG que trabajan en la temática en territorio bonaerense (entre ellas, ADEM-Mujereando, Casa de la Mujer Azucena Villaflor, Mujeres al Oeste y Fundación Propuesta) denunciaron a Página/12 la falta de pago de parte del Ministerio de Desarrollo Social de fondos que se comprometió a entregarles por convenio para tareas de prevención y atención a víctimas de violencia machista. Las deudas se acumulan desde 2008. Las ONG trabajan a pulmón, cubriendo los baches del Estado. Y el Estado se desentiende del problema y las deja en banda. Hace dos años se implementó el Programa de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia en la Secretaría de Derechos Humanos provincial y aún hoy –denuncian las ONG– funciona sin estructura; además, apuntan, “resulta alarmante la falta de personal en todas las comisarías de la Mujer y la Familia, para atender la enorme cantidad de denuncias que se presentan diariamente”. En 2009, los femicidios fueron 66 en el territorio bonaerense.

De las 231 mujeres víctimas de femicidios registradas el último año en el país, seis murieron incineradas. El fuego, al parecer, no es el aliado más común entre los femicidas: la mayoría prefirió asesinar –a la mujer que se suponía amaban– a puñaladas, balazos o golpes.

Se acerca el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fecha en que muchos funcionarios y funcionarias encabezarán actos y harán anuncios rimbombantes, seguramente vinculados con la problemática de la violencia de género. Sería bueno que no se queden sólo en palabras

Para prevenir la tortura

Presentación pública del proyecto de creación de un mecanismo nacional de visita en la cámara de diputados. Se presentó en la Sala José Luis Cabezas de la Cámara de Diputados de la Nación, el Proyecto de Ley que crea un Sistema Nacional de Prevención de la Tortura y Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, en cumplimiento del Protocolo Facultativo a la Convención Contra la Tortura, que nuestro país ratificó en noviembre de 2004, y que todavía no ha sido implementado.
R.L.C.
12|11|2009

El Proyecto es el resultado del trabajo conjunto de veintitrés organizaciones sociales y de derechos humanos, que trabajan por los derechos de las personas privadas de libertad y en la lucha contra la tortura en todo el país. El objetivo del proyecto es la creación de un sistema nacional de prevención de la tortura, cuya función principal es realizar visitas a todos los lugares de encierro -cárceles, comisarías, institutos de menores, neuropsiquiátricos, alcaidías, etc-, y efectuar un control sistemático de su situación, así como de las políticas que se impulsen.

Esas visitas, para que sean útiles en la prevención de la tortura y los malos tratos, deben ser periódicas, no avisadas e integrales, y realizarse con personal especialmente capacitado y preparado para ese fin.

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21 mujeres y niños mueren cada día por causas evitables

Mientras se siguen pagando marchas a favor del gobierno, usan aviones para llevar los diarios al matrimonio K hasta el Calafate, pagan para retransmitir fútbol todo el día, y varios delirios hollywoodenses, la vida no logra ganarle la batalla a la muerte en el 70% de los casos, en nuestro país....

Cada día mueren 21 mujeres y niños por causas evitables

Dura advertencia de expertos sanitarios

Por año mueren en Argentina 333 mujeres durante el embarazo, parto y puerperio, y 11.000 nenes menores de 5 años, de los cuales 6.000 son recién nacidos. Investigaciones nacionales demuestran que al menos dos terceras partes de estas muertes son evitables, es decir, 7.600 mujeres y niños podrían salvarse y sobrevivir: 21 por día. Asustados por esta realidad, diez destacados organismos dedicados a la salud y temas sociales formaron una alianza para promover acciones nacionales tendientes a mejorar la salud de las madres y sus hijos. Hablan de pobreza, de falta de información y educación, pero también reclaman políticas de Estado y denuncian falencias en los servicios de salud.
ASUMEN (Alianza Argentina para la Salud de la Madre, Recién nacido y Niño) se presenta mañana en sociedad con una jornada de concientización. Está formada por la Academia Nacional de Medicina (ANM), la Asociación Argentina de Perinatología (ASAPER), la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (SOGIBA), el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), la Federación Argentina de Enfermería (FAE), la Federación de Obstétricas de la República Argentina (FORA), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). "Un grupo de científicos nos unimos con gran preocupación por el alto nivel de mortalidad materna (MM) e infantil (MI). Entre el 60 y 70 % de estas muertes son evitables –dice Bernardo Chomski, de SOGIBA–. Si aumentaran los controles durante el embarazo se evitarían muchas muertes, pero el 98% de las muertes de los recién nacidos se da a nivel institucional. Es decir, mejorando la atención en ese nivel se podrían evitar muchas más muertes. Las condiciones sociales son determinantes, pero la accesibilidad y la calidad del servicio lo son aún más". Compara Argentina con Canadá, país cuatro veces más grande. Allí, dice Chomski, hay 30 unidades de cuidados intensivos neonatales, mientras que aquí hay 900 ("el 90% no tiene elementos para un parto seguro"). Sin embargo, la mortalidad infantil allá es 6 por mil y acá 13.3. Conclusión: hay gran dispersión de recursos económicos, humanos y tecnológicos.

Otra preocupación de Asumen es que Argentina no cumplirá los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). En 2000, Naciones Unidas congregó en la Cumbre del Milenio a 189 representantes de Estado para que reflexionaran sobre el destino de la humanidad. Cada país asumió compromisos para 2015. Argentina firmó Reducir la Mortalidad en la Infancia a menos de dos dígitos y Mejorar la Salud Materna: bajarla a 13 por cien mil. Ahora es 44 por cien mil. "Las dos terceras partes de la MM y MI son reducibles. La meta que se fijó al 2011 es llegar a un dígito la MI y reducir la MM de 44/100.000 a 33/100.000. Con respecto a los objetivos del Milenio creo que podremos cumplir con lo referente a MI y será más difícil cumplir la meta de MM, pero hay que trabajar para lograrlo, no sólo tiene que ver con la salud, es multifactorial", dice Ana Speranza, directora nacional de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud. "No es un tema coyuntural de este gobierno. Se necesitan políticas de Estado. Por eso, distintas sociedades científicas queremos poner en foco este tema, y que se instale en la sociedad", explica Analía Messina, de Sogiba. ¿Por qué se mueren tantas mujeres embarazadas o en el parto? "El 30% muere en prácticas de abortos en condiciones no sanitarias. Muchas por infecciones y hemorragias, y el resto por hipertensión. No hay controles durante el embarazo, o se llega con hemorragias a centros de salud donde no hay bancos de sangre o no es segura". Messina agrega un dato estremecedor: un chico que pierde a su mamá tiene cinco veces más posibilidades de morir durante el primer año de vida.
Miguel Larguía, de la ANM, habla de los criterios para reducir muertes neonatales: el 34,2% es reducible por diagnóstico y tratamiento oportuno durante el embarazo, el 12% por diagnóstico y tratamiento oportuno en el recién nacido, y el 9,8% por diagnóstico y tratamiento oportuno en el parto.
Desde el CEDES, Mariana Romero habla de determinantes sociales (mujeres que no consultan, que no tienen plata ni medios para movilizarse), y también del conocimiento: "La evidencia existe, pero no se usa o no se implementa".
El objetivo de Asumen es claro: crear un sistema médico de calidad con equidad. Todos tienen derecho a salud de calidad.

Clarín - 12-11-09


Cómo evitar las muertes evitables

Una serie de entidades médicas y científicas, junto con Unicef y la OPS, constituyeron una alianza para instalar en la agenda política el problema de las muertes de madres, recién nacidos y niños. Gisela Pardo, un caso emblemático.

Por Mariana Carbajal

Gisela Pardo murió en Mendoza a pocos días de parir su tercera hija. Tenía 24 años y la ilusión de ver crecer a su prole. Una infección que no fue atendida a tiempo en el Hospital de Malargüe la sumó a la larga lista de mujeres que mueren en la Argentina por causas evitables, vinculadas con la gestación. “La muerte de Gisela era evitable con una buena atención en el parto y una buena evaluación durante el puerperio”, reconoció Mirella Puzollo, jefa del Departamento de Obstetricia del Ministerio de Salud de Mendoza. El caso es emblemático: deja en evidencia fallas en el sistema de salud que impiden la reducción de las elevadas tasas de mortalidad materna e infantil en el país. El Hospital de Malargüe no cuenta con terapia intensiva ni banco de sangre, tiene un laboratorio, pero carece de un bioquímico que analice las muestras, describió Puzollo. Con el objetivo de instalar en la agenda política esta problemática, en un hecho inédito en el país, entidades médicas y científicas junto con Unicef y la OPS constituyeron la Alianza Argentina para la Salud de la Madre, Recién Nacido y Niño (Asumen), que hoy se presentará en sociedad.

Es llamativo, pero todavía el Ministerio de Salud no dio a conocer las estadísticas de mortalidad materna ni infantil correspondientes a 2008. Los últimos datos son de 2007. Ese año se registraron 44 muertes de mujeres relacionadas con el embarazo, el parto y el puerperio cada 100 mil nacidos vivos. Uno de los fallecimientos fue el de Gisela, que ocurrió en mayo de 2007, a los pocos días de dar a luz a Camila. “Casi un tercio de la mortalidad de mujeres por gestación se debe a consecuencias de abortos inseguros, realizados con métodos precarios”, apuntó la investigadora Mariana Romero, del Centro de Estudios Estado y Sociedad (Cedes), una de las instituciones académicas que integran Asumen. La mortalidad infantil, en tanto, en 2007 fue de 13,3 menores de un año cada 1000 nacidos vivos. Ese año fallecieron 9300 chicos de menos de un año. Si se toma a los niños menores de 5 años, la MI ascendió a 15,6 por 1000: en 2007 fallecieron 1612 chicos de 1 a 4 años. “El 60 por ciento son muertes evitables”, indicó Bernardo Chomski, coordinador de la jornada que hoy realiza Asumen para analizar el problema, y miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría, una de las entidades médicas que forman esta alianza. Chomski, ya jubilado, fue jefe de Neonatología y de la División Pediatría del Hospital Argerich.

En diálogo con Página/12, explicó el surgimiento de Asumen: “Estamos preocupados por el lento descenso que viene teniendo la mortalidad materna e infantil. La Argentina asumió el compromiso de reducir ambos indicadores para 2015 en el marco de los Objetivos del Milenio (ODM). A este ritmo es difícil que alcance las metas. Aunque si las cosas se hacen bien, se podrían cumplir”, opinó. Bajar la MM a 13 por 100 mil nacidos vivos y la infantil a 8,5 cada 1000 nacidos vivos, son los ODM asumidos por el gobierno ante la ONU. En las últimas dos décadas, la MM se mantuvo casi estable. En 2007, la MI experimentó un aumento (en 2006 había sido de 12,9) y se cortó una tendencia histórica hacia la baja, que sólo se había alterado luego de la crisis de 2001. La Argentina tuvo el descenso de la mortalidad materno-infantil más lento y problemático de la región, según analizan en Unicef.

Maternidades

En Asumen evalúan que uno de los problemas para bajar ambos indicadores está vinculado con el sistema sanitario. “Hay una enorme dispersión de recursos humanos y tecnológicos, lo que hace que la atención sea ineficiente. Proponemos la regionalización y la concentración”, señaló Chomski. Como ejemplo, mencionó el elevado número de maternidades públicas que existe en el país que atienden una muy baja cantidad de partos cada año. “De un total de 989 maternidades, el 78 por ciento atiende menos de 500 partos anuales. Está estudiado que para que una maternidad resulte eficiente tiene que atender un promedio de 4 mil a 5 mil partos al año. Esa cantidad de pacientes hace que la inversión resulte eficiente. Con tanta dispersión no podemos concentrar recursos altamente calificados para atender los cuadros graves”, consideró. Hoy serán analizadas las causas que contribuyen a mantener las tasas altas en el encuentro que tendrá lugar en el Centro de Docencia y Capacitación Pediátrica Carlos Gianantonio. Participarán representantes de todas las instituciones que integran Asumen, entre ellas la Academia Nacional de Medicina, la Asociación Argentina de Perinatología, la Federación Argentina de Enfermería, la Federación de Obstétricas de la República Argentina, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, la Sociedad Argentina de Pediatría, la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires, Cedes, la Organización Panamericana de la Salud y Unicef.

Atención tardía

Gisela era ama de casa. Vivía con su pareja, Pablo, y sus dos hijas, en un departamento en el fondo de la casa de sus suegros, en Malargüe. En su historia clínica dice que tenía primaria completa. El embarazo de su tercera hija, Camila, lo controló en una sala de atención primaria. Pero el parto, como el de sus otras hijas, lo tuvo en el Hospital de Malargüe. Camila nació el 17 de mayo de 2007. Fue un jueves. El sábado le dieron el alta. “Gisela volvió a su casa y se empezó a sentir mal. Aparentemente le habían quedado unos restos de placenta en el útero. Le dio fiebre”, recordó su hermana, Jessica, de 33 años. Dice que consultó en la salita, donde le hicieron algunos estudios. Recién una semana después la mandaron a internar al hospital, con síntomas de infección. “Tenía tos y dificultades para respirar”, siguió Je-ssica. El cuadro –recordó– se agravó hasta que decidieron hacerle un legrado en el que le perforaron el útero. “Sufrió un paro cardiorrespiratorio y la trasladaron al Hospital Schestakow de San Rafael. La internaron en la terapia intensiva con una infección avanzada. Los médicos decidieron extirparle el útero y, luego de la intervención, murió por una falla multiorgánica”, detalló. El Schestakow es un centro de alta complejidad: es el hospital para derivaciones más cercano a Malargüe. Está a dos horas de viaje en ambulancia. El Hospital de Malargüe atiende un promedio de 400 partos al año. No siempre tiene anestesistas o médicos pediatras, comentó Puzollo, quien se desempeñaba como jefa de Area de Obstetricia del Schestakow en 2007. “La muerte de Gisela era una muerte evitable con una buena atención en el parto y una buena evaluación durante el puerperio”, consideró la jefa del Departamento de Obstetricia del Ministerio de Salud de la provincia de Mendoza.

La especialista en Salud de Unicef, Zulma Ortiz, comentó: “Podríamos quedarnos con la idea de que el legrado provocó la muerte de Gisela, pero esa mirada sería muy simplista e ignoraría que ninguna intervención por sí sola puede abordar la diversa gama de causas de muerte materna, y que se requiere una multiplicidad de intervenciones. Pero, claro, que estén disponibles en tiempo y en forma. No podemos transmitir a la sociedad el mensaje erróneo de mala praxis o inadecuada atención. Se trata de entender de que en la medida en que no se garanticen estas condiciones, es mejor no contar con un servicio que luego no podrá resolver el problema”.

 

 

“Se necesita apoyo político”

Mariana Romero es médica e investigadora del Conicet y del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes).

–¿Se puede bajar la mortalidad materna en la Argentina y cumplir con los Objetivos del Milenio? –le preguntó Página/12.

–Dado el nivel de la mortalidad materna hoy sólo estrategias articuladas y con gran apoyo político podrían marcar una diferencia hacia el cumplimiento del ODM 5 (Mejorar la salud materna) y su meta de reducir en tres cuartas partes las muertes maternas. Esto significa intervenir fuertemente para prevenir los embarazos no deseados y las complicaciones de los abortos inseguros, mejorar la calidad de la atención de la emergencia obstétrica con recursos humanos que atienden con oportunidad y eficiencia dentro de un sistema de salud que facilita el acceso y está en condiciones de derivar a centros de mayor complejidad cuando es necesario.

–¿Qué medidas debe tomar el Gobierno en ese camino?

–Se debe dar apoyo y visibilidad al Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, tanto en sus componentes de promoción de los derechos como en la provisión de métodos, con consejería integral en salud sexual y reproductiva; se debe fortalecer y monitorear las acciones planteadas dentro del Programa de Mejoramiento de la Calidad de la Atención Postaborto; se debe garantizar la interrupción del embarazo en los casos contemplados por la ley y se deben garantizar las condiciones para atender oportunamente las emergencias obstétricas.

 

Las cifras, los datos

- En Argentina una mujer de cada 530 tiene riesgo de morir por causas relacionadas con la maternidad; en Chile, la probabilidad es significativamente más baja: de una cada 3200, según datos de Unicef.

- En 2007, el 11,7 por ciento de la mortalidad materna ocurrió en menores de 20 años y el 1,3 por ciento en menores de 15 años.

- Hay profundas desigualdades entre provincias. Mientras Córdoba presenta una tasa de mortalidad materna de 15 muertes por 100 mil nacidos vivos, Formosa tiene 133, casi tres veces el promedio nacional. En Chile, la tasa es de 18 por 100 mil nacidos vivos. Uruguay y Costa Rica presentan rangos parecidos, por debajo de 20.

- Cuatro de cada diez maternidades públicas en el país no cuentan con las condiciones obstétricas y neonatales esenciales para atender en forma segura un parto y a un recién nacido, según un estudio del Ministerio de Salud.

- Las peores situaciones se registran en hospitales del NEA, seguidos por los del NOA, pero también hay problemas de insumos y de infraestructura en maternidades de la provincia de Buenos Aires, en la zona norte y sur del conurbano.

- En mayo el Ministerio de Salud lanzó el Plan Estratégico para la Reducción de la Mortalidad Materna e Infantil 2009-2011.

Publicado por Página 12 - (13/11/09)

Mujeres y ¿liberación?

Mujeres, ¡Sólo con la lucha y la organización alcanzaremos la verdadera liberación!





La opresión contra nosotras las mujeres, especialmente contra las mujeres jóvenes en este sistema es brutal. Nuestra vida cotidiana está llena de discriminación, barbarie y violencia. Por ejemplo en la mayoría de los barrios más pobres y en el campo, somos objeto de ultrajes sexuales por parte de Paramilitares, Fuerzas Armadas estatales y delincuencia común. Somos intimidadas y morboseadas por utilizar minifalda o escote o por caminar solas en la noche, y en el conflicto actual somos víctimas de la política burguesa la cual lleva a que seamos botín de guerra, o simples cocineras, costureras y objetos de placer y reproducción de las fuerzas en conflicto.

Una habitante de la cruz en Medellín cuenta: “llegan y empiezan a coquetearles a las adolescentes, luego las embarazan y después las abandonan y si ellas van a reclamarles la paternidad, ellos se enfurecen, las maltratan y las intimidan”. La desconfianza hacia las fuerzas armadas reaccionarias es generalizada entre nosotras las jóvenes del pueblo que nos quejamos constantemente del asedio de policías, ejército y paramilitares.

A las mujeres jóvenes principalmente se nos trata como pedazos de carne, objetos sexuales, mercancía para comprar y vender, una consecuencia de esto es la prostitución, principal atractivo turístico de los países oprimidos como Colombia. Según la ONU, Colombia es el tercer país con el mayor número de víctimas de trata de personas en el mundo, cuyos ingresos se estiman entre 7 y 12 billones de dólares al año. Cualquier mujer joven está expuesta a ser secuestrada o engañada con falsas promesas de agencias de modelaje y terminar en un prostíbulo de Europa o Asia.

El vernos como cosas, objetos sexuales, máquinas de placer lleva a continuas violaciones contra nosotras, el 50% de las mujeres violadas en Colombia son menores de 15 años; muchas de estas violaciones terminan no solo con nuestras ilusiones y esperanzas, sino también en embarazos tempranos no deseados.
La libertad para nosotras las jóvenes bajo este sistema, es la posibilidad de venderse como una mercancía, ya sea en una fábrica, un burdel, una pasarela o un reality show, de drogarse y alienarse para evadir la realidad. Han limitado nuestro papel en la sociedad a meros instrumentos de lujuria y reproducción, y nos han impuesto prototipos que nos hunden en la lógica capitalista del consumismo, que dicta que las mujeres deben ser “bellas”, “delgadas”, “voluptuosas” y “sensuales”, pero mientras muchas se degradan, enferman y mueren, los capitalistas engordan sus bolsillos, con la explotación, miseria y degradación del pueblo. La industria de las dietas gana anualmente 33 billones de dólares; la industria de la cosmética acumula 20 billones de dólares; la industria de cirugía estética consolida 300 millones; y la industria de la pornografía representa 7 billones de dólares cada año.

El problema de la mujer se da a nivel mundial, mientras aquí se subastan niñas vírgenes en el campo y en las ciudades entre los 9 y 12 años en prostíbulos y trata de blancas, en Afganistán y otros países de oriente, las niñas de 11 y hasta 8 años son obligadas a casarse con hombres mayores de 60 años; se exige a las mujeres utilizar el hejab o burka (mantos que cubren el cuerpo de la mujer de pies a cabeza); se practica la mutilación del clítoris en África (también las comunidades Embera en Colombia); mueren mujeres apedreadas o quemadas por sus familias o esposos.

De todos los oprimidos del mundo las mujeres somos las que llevamos la peor parte. El salario de las mujeres es considerablemente inferior respecto al de los hombres, aunque realicemos el mismo trabajo y ocupemos los mismos cargos; las mujeres de Medellín reciben el 85% del pago que reciben los hombres. En cuanto a la educación las mujeres presentamos mayores tasas de analfabetismo y constituimos la mayor parte de la población desplazada. En esta sociedad la mujer es doblemente oprimida, pues a la opresión de clase que sufren hombres por todo el mundo, se le suma la opresión machista, feudal y patriarcal, que busca inculcar en la mujer la mentalidad de esclavas.

Desde tiempos remotos algunos pensadores y principalmente la iglesia se han encargado de sostener y promover la inferioridad de la mujer como algo natural. Se nos ha educado para obedecer a los hombres, no es gratuito que desde niñas juguemos con cocinitas y muñecas, mientras los niños juegan con balones, trompos y cometas, ellos desarrollan habilidades y creatividad, a nosotras se nos condena a ser madres y amas de casa; se nos relega al mundo del misticismo, el idealismo, el conformismo, se nos impide tener control de nuestro cuerpo y nuestra vida.

Pero, ¿por qué se excluye a la mujer de participar en todas las esferas importantes de la sociedad, especialmente en aquellas donde se toman las grandes decisiones que afectan a la humanidad?, ¿por qué y quiénes buscan que se mantenga este estado de cosas?

No es una cuestión cultural, ni mucho menos una cuestión biológica; las clases diferencian a los individuos más que el sexo y esto ha sido parte de la estrategia de las clases en el poder desde la época del esclavismo para subyugar y dividir al pueblo, y ha sido reafirmado en la sociedad capitalista. No todas sufrimos la opresión por igual, aunque las mujeres de las clases dominantes también son utilizadas y muchas veces degradadas, están al lado de sus compañeros de clase ejerciendo su papel de dominio y opresión sobre el pueblo, de igual forma cuando los burgueses y los terratenientes usan el machismo y el patriarcado, lo hacen como parte del sometimiento de clase, pero cuando el campesino o el obrero lo hacen, le están haciendo el juego a las clases dominantes de mantener oprimido y dividido al pueblo.


Por eso, si no nos liberamos de nuestras cadenas y nos convertimos en un torrente poderoso para la lucha, la emancipación de toda la humanidad no será posible, y si no hacemos parte de la lucha por la emancipación de la humanidad nunca seremos completamente libres. No aceptemos los argumentos que pretenden solo darnos paños de agua tibia, queremos una sociedad que realmente le sirva a la humanidad, y si la base para la existencia de la opresión de la mujer surge con la propiedad privada y la división de la sociedad en clases, entonces estas tendrán que ser destruidas, al igual que el caduco sistema imperialista que las sostiene.

El pasado y el presente nos recuerdan que la juventud siempre ha estado en las primeras filas de la lucha revolucionaria por todo el mundo y entre ellos las mujeres han tenido un papel destacado; en Colombia hemos participado de la lucha obrera, campesina, indígenas, estudiantil… hemos batallado contra el racismo, la esclavitud, la pobreza, el machismo; muchas han sido las mujeres que han dejado huella en la historia porque asumieron con valor el reto de luchar por lo que nos pertenece y alcanzar logros importantes, pero mucha también ha sido la sangre derramada por nuestras hermanas a manos de los que vanamente pretenden hacernos callar. Por eso nuestro esfuerzo no puede ser menor, las jóvenes de hoy debemos caracterizarnos por nuestra decisión, rebeldía y valentía a luchar contra lo caduco y podrido de este sistema.
Sin embargo, el mundo no siempre ha sido, ni será como ahora lo conocemos, un mundo lleno de miseria y sufrimiento, que mantiene el atraso y el sometimiento de las mujeres. La opresión de la mujer surgió con la propiedad privada y la división de la sociedad en clases. Pero también la historia ya nos ha brindado gloriosos ejemplos de lo que pueden lograr los
oprimidos del mundo cuando se levantan con furia y decisión por lo que es justo, muestra de ello han sido las revoluciones proletarias, que buscaron como parte importante de la revolución cambiar en esencia la situación de la mujer, eliminado la prostitución, liberándola de las tareas domésticas, igualando los salarios, asegurando el derecho al divorcio, luchando por eliminar las ideas y costumbres incorrectas y atrasadas, etc.

El 8 de marzo no es, ni debe ser una fecha donde se celebre la delicadeza y sumisión de las mujeres, no debe ser un día de consumismo donde nos regalan peluches y flores, por el contrario, es y debe ser una conmemoración por las grandiosas batallas que hemos librado a lo largo de la historia para alcanzar nuestros derechos y liberarnos de nuestras cadenas. No necesitamos rosas, ni chocolates, necesitamos decisión y valentía de los hombres para luchar a nuestro lado, para reivindicar el espíritu de rebeldía de las mujeres del pueblo, necesitamos que los hombres comprendan que también tienen un papel muy importante que jugar dentro de este proceso, que debemos marchar en pie de igualdad por el camino que nos lleve a alcanzar un mundo mucho mejor, que realmente le sirva a la humanidad; pero que esto solo será posible cuando se destruyan todos los cimientos de la desigualdad, la opresión y la explotación, cuando el imperialismo se vea reducido a ruinas y sobre él se empiece a forjar una nueva sociedad.

Mujeres es hora de lanzarnos a la lucha de manera desafiante y tomar las riendas de nuestro presente, para que el futuro sea brillante, mucho mejor; para esto se requiere de una sólida organización del pueblo de muchas maneras y a muchos niveles, las mujeres jóvenes debemos formar nuestros propios grupos para discutir nuestros asuntos, pero sin olvidar que la solución de nuestros problemas están completamente ligados a la solución de los problemas que tiene el pueblo en su conjunto.


No escogimos el tiempo de venir al mundo, pero es la época que nos tocó y podemos elegir entre hundirnos en el abatimiento, el pesimismo y la indiferencia o hacer historia y dejar huella, luchando por un mundo donde nacerá y crecerá una humanidad verdaderamente emancipada, siempre es posible elegir hacer lo mejor, ese momento es ahora.

¡Contra la opresión de la mujer, es justo rebelarse!

¡Mujeres como esclavas nunca más!

¡Contra un sistema que oprime y explota la rebelión se justifica!

¡Mujer organízate y resiste, es hora de que resuenen nuestros gritos de batalla!


Fuente: Jóvenes Antiimperialistas.blogspot.com - Marzo de 2009.