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CIELO Y TIERRA - ¿QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO?

Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en Viajes y Turismo

Código de Conducta Nacional para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en Viajes y Turismo

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En la fotografía, la Lic. Susana Cafaro y el Dr. Gonzalo Casanova Ferro

El viernes 02 de Julio a las 11 hs,  en el Auditorio Antonio Torrejón del Ministerio de Turismo de la República Argentina, fué presentado  el "Folleto sobre el Código de Conducta Nacional para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en Viajes y Turismo", por parte del Dr. Gonzalo Casanova Ferro - Director Nacional de Gestión de la Calidad Turística.

Acompañado por la Lic. Susana Cafaro, coordinadora del Programa Turismo Responsable e Infancia y del Proyecto Código de Conducta, dependiente de dicha dirección, quien explicó los fundamentos de esta herramienta y las acciones realizadas para su implementación en el sector turístico nacional.


El Proyecto Còdigo de Conducta para la Protecciòn de los Derechos de Niñas, Niñas y Adolescentes de la Secretarìa de Turismo, es una herramienta de responsabilidad  social  que permite diseñar acciones de promociòn de derechos  y de prevenciòn de la explotaciòn infanto - juvenil. 

Sostenido por un fuerte proceso de sensibilización dirigido a todos los actores de la actividad turística, y por el trabajo en red con organizaciones del sector pùblico y privado que adhieren a la promoción del mismo, para  comunicar a sus asociados , proveedores y comunidades la importancia de tomar acciones efectivas es la protección de los todos niñ@s y adolescentes.

Acompañan este Proyecto como miembros del Comité de Implementación UNICEF, SAVE THE CHILDREN, ECPAT Internacional y AFEET  , junto a la Secretarìa Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, la Secretarìa Nacional de Derechos Humanos y el Programa las Victimas Contra las Violencias del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos.

En esta oportunidad distintas organizaciones del pronunciaron su interés en sumarse al proyecto, y se contó con la participación de representantes de distintos organismos públicos que realizan un importante aporte al desarrollo del proyecto.

También se trabaja en  un  programa de implementación dirigido a  las empresas interesadas en adherir y asumir este compromiso. Más informaciòn a través del correo infancia@turismo.gov.ar

Fútbol: La lección alemana

Ojalá sirva la lección alemana


Juan Pablo Varsky - Para LA NACION -03 de Julio de 2010 - 23:06

| Sebastián Domenech CIUDAD DEL CABO.-

Alemania nos dio una lección de fútbol. Jugó el partido perfecto. Confirmó que funcionamiento no sólo significa defenderse con orden. Demostró que para ser ofensivo no hace falta amontonar delanteros. A partir de su compromiso con un plan, todos sus jugadores supieron atacar y defender en los momentos y lugares indicados. La Argentina perdió 0-4 contra algo más que un equipazo. Cayó contra una idea bien ejecutada, contra un proyecto que llevó años de construcción. Primero Jürgen Klinsmann y ahora Joachim Löw desmontaron el patrón del lanzamiento directo, sin elaboración y sin talento, que tan exitoso había sido para el fútbol alemán. Convencieron a los futbolistas de que se podía jugar al toque y al engaño sin perder un gramo de intensidad.

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La crisis global es cada día más peligrosa

Un mundo al rojo vivo
La debacle financiera, energética y climática alcanzó esta semana picos de gravedad que aumentan la probabilidad peligrosos enfrentamientos. La presidenta argentina se los dijo en la cara.
Por Diego Ghersi | Desde la Redacción de APM
Los que enseñan historia suelen sostener que de las crisis económicas se sale con una guerra y les basta citar un solo ejemplo: la Gran Depresión derivada del “Crack de 1929” fue el origen de la Segunda Guerra Mundial.

En los últimos días muchas son las señales que podrían pasar desapercibidas desde el marco de la información mosaico –inconexa- que los medios de prensa “independientes” y hegemónicos, distribuyen en forma constante entre millones a de personas en todo el mundo.

Encadenar esos hechos aislados requiere imaginación y esfuerzo. Aún así hay que intentarlo.

Considerando que las piezas del rompecabezas se han hechos visibles en el último mes, cabe preguntarse si las sociedades opulentas están preparadas para soportar que la presidenta de la “tercermundista” Argentina cruce dialécticamente al primer mandatario francés y deje al descubierto que las metodologías anticrisis que se intentan imponer en Europa están equivocadas.

Si a los europeos les costaba antes digerir a la Argentina en el G-20, si lo toleraban por dar una imagen plural del organismo, es probable que ahora, sería oportuno que comiencen a aceptar que fue Cristina Fernández quien esta vez intento abrirle lo ojos.

Agreguemos a esto que las naciones de la Unión Europea se quejan –con un rostro tan pétreo que causa casi vergüenza ajena- de que el MERCOSUR impone barreras a sus productos, y olvidan que durante décadas han ignorado – hoy mismo lo hacen- los pedidos sudamericanos de interrumpir las subvenciones a sus propios productos agrícolas.

La cuestión de fondo es que Europa necesita colocar en Sudamérica sus saldos exportables. De esa forma se mantendría el pleno empleo y el ingreso de divisas a costa de la desocupación y el endeudamiento de buena parte de América Latina. En otras palabras se trata de exportar la crisis enviándola lo más lejos que se pueda.
También cabría interrogarse acerca de si Washington está preparado para admitir que un país emergente como Brasil abogue por el diálogo a favor del desarrollo nuclear pacífico de Irán; encuentre alternativas viables acercándose a Turquía; deje en ridículo a la diplomacia estadounidense y proponga la igualdad de derechos de las naciones para ensayar con tecnologías de avanzada.

O si la Casa Blanca está dispuesta a soportar que un mandatario “simpático” como Luiz Inacio Da Silva cometa el sacrilegio de decir al éter que “la única manera de garantizar la paz es que todos destruyan sus arsenales nucleares”.

La respuesta a la movida turco-brasileña llegó desde el Consejo de Seguridad de la ONU, con la aprobación de más sanciones para Irán.

La medida involucra la revisión de buques de esa bandera en aguas internacionales por fuerzas navales de Estados Unidos. Toda una provocación surgida de un verdadero cachetazo a lo que menos parece interesar: la resolución de conflictos por medios diplomáticos. ¿Está decidida ya la caída del gobierno Iraní?

Frente a ello, Teherán reaccionó al instante. El comandante de la Armada del cuerpo elite de los Guardianes de la Revolución Islámica, general Ali Fadavi, advirtió de que si Estados Unidos y sus aliados inspeccionan a los barcos iraníes en aguas internacionales, "recibirán una respuesta adecuada en el golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz". Entiéndase que puede reemplazarse libremente “respuesta adecuada” por “lluvia de plomo” sin cambiar un ápice el sentido de la frase entera.

Acoplado con esta situación habría que considerar otra noticia que en los últimos días tuvo muy poca trascendencia: el gobierno turco prohibió a Israel el uso de su espacio aéreo para vuelos militares o, lo que es lo mismo, privó a Tel Aviv de un posible corredor de ataque indirecto a las plantas de desarrollo nuclear iraní.

La relación entre ambos países viene muy resentida desde el sangriento abordaje de un buque humanitario turco con destino a la Franja de Gaza –territorio sitiado por Israel-, por parte de marinos israelíes.

Todas las acciones citadas son maniobras hacia posiciones relativas favorables con vistas a un escenario bélico en construcción cuyo epicentro es, sin duda, el gobierno de Teherán.

Sin embargo, y a diferencia de la invasión a Irak del año 2003, un ataque a Irán está privado de justificaciones por una doble inhibición.

En primer lugar se trata de un gobierno iraní democrático y, en segundo, no cuenta con “probadas” reservas de armas de destrucción masiva -en este caso de carácter nuclear-, lo que obligaría a utilizar nuevamente la mentira de asegurar sin pruebas su existencia, repitiendo así el escandaloso “affaire” armas químicas de Irak.
No solo eso. A diferencia de un inflexible Irak de preguerra, Teherán demostró ser permeable a iniciativas más justas, como la pergeñada por la dupla Ankara-Brasilia, abortada por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Hasta aquí, todos estos elementos permiten aproximar la idea de que la hegemonía -tal cual se daba desde la Segunda Guerra Mundial- está resquebrajándose a pasos agigantados.

El multilateralismo -tolerado en las Cumbres como teoría discursiva- difícilmente es digerido en las prácticas y las acciones proviolencia ganan por varios cuerpos a las alternativas diplomáticas.

Las explicaciones son distintas para los diferentes actores.

Mientras que un ataque a Irán sería para Israel una cuestión de “supervivencia”; para Estados Unidos es una cuestión ligada a la energía, por el control del petróleo iraní, y también económica, por la continuidad de los negocios de su desmesurado aparato militar industrial.

Por su parte, para la UE la cuestión pasa también por la energía, dado que actualmente depende de los envíos de gas y petróleo que circulan por territorio ruso y por ende su continuidad queda inadmisiblemente supeditada al buen o mal humor de Moscú.
La locura probélica puede comprobarse también en otras latitudes.

En efecto, los pueriles intentos de la Casa Blanca para lograr el reconocimiento latinoamericano de un “Gobierno Hondureño” - tal cosa significaría convalidar una nueva técnica de golpe de Estado-, pone en evidencia las contradicciones discursivas de Washington. Si por un lado se aboga por más “Freedom & Democracy” no se puede por otro amparar internacionalmente a golpistas.

La actitud de la Casa Blanca en el caso hondureño acrecienta la brecha que separa a Estados Unidos del resto de América, ya bastante grande desde el asentamiento de fuerzas militares de ese país en bases cedidas por Colombia y la correspondiente militarización de la región.

Más lejos aún hay que mencionar la tensión creciente en la península coreana, donde parece reflotarse un enfrentamiento de la Guerra Fría, que disimula una puja sino-rusa –estadounidense con vistas al control hegemónico mundial a mediano –casi corto- plazo.

Pero la crisis no es solo de dinero, ni sólo de energía sino que también es del ecosistema y, en ese sentido, la noticia silenciada de esta semana es que una proyección hipotética de la deriva del derrame en el Golfo de México –en caso de no poder controlarse próximamente- supone a la mancha de crudo esparciéndose por amplias extensiones del Atlántico Norte y bañando las costas de Europa, desde la península Escandinava hasta Gibraltar.

Si bien este es un escenario extremo, cierto es también que nadie tiene idea del caudal vertido y menos aún de cómo detenerlo. No resulta menos catastrófico lo que ya es una realidad: el derrame ya afecta a Cuba y plantea a Washington un conflicto internacional de difícil resolución. Y cada minuto ese problema se agrava más y más.

La figura que aparece uniendo las piezas examinadas del rompecabezas es digna de un relato de ciencia ficción: países que no encuentran mecanismos de acuerdo jugando con armas de masivo poder destructivo, mientras medio planeta se desangra y produce la mayor catástrofe ecológica de la historia humana.

Declaraciones de SADOUS

Tal como sospechábamos, el delito puede existir, pero no hay pruebas.

Como diría Burt Simpson, "Yo no fui, nadie me vio, no pueden probarlo"

viernes 2 de julio de 2010

Versión en Word de la declaración de Sadous

Agradezco al blog Jovenes Cachariences que se tomó el trabajo de transcribir en formato word la nota de ayer de Tiempoe Argentimno con la declaración de Sadous en la Comisión de Relaciones Internacionales de la HCD.
Ahora es más fácil para copiar y reenviar a todo el mundo.
Gerardo
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Las palabras de Sadous derrumban todas las operaciones mediáticas (de Tiempo Argentino)

Operaciones cruzadas, campañas de prensa, espionaje comercial, supuestos negocios turbios entre dos países latinoamericanos, un grupo de diputados argentinos que se juramentan silencio, un ex embajador –Eduardo Sadous– con ansias de protagonizar una novela de Graham Greene, cables internacionales secretos entre embajadas, ironías entre legisladores, chicanas, 90 millones de dólares perdidos y encontrados y minucias sobre cómo funciona el comercio internacional, forman parte de este globo de ensayo mediático que necesitaría de un nuevo Osvaldo Soriano para relatar con pericia las delicias de este caso que bien podría llamarse “Nuestro hombre en Caracas”.
Tiempo Argentino pudo acceder en exclusiva a la versión taquigráfica de la exposición que el 23 de junio realizó Sadous ante la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara de Diputados,una muestra del despropósito mediático y al mismo tiempo una excelente oportunidad para fisgonear en la realpolitik internacional.
Según consta en el documento que los diputados no quieren dar a conocer, Sadous se asemeja al célebre personaje de Greene –Jim Wormold– que había logrado tener en vilo a la diplomacia británica haciéndole creer que tenía los mapas de una planta nuclear en la Cuba del dictador Fulgencio Batista.
A la postre, esos planos no eran otra cosa que el dibujo de un aspiradora. Algo similar ocurrió con las declaraciones del ex embajador en Venezuela. Mientras Clarín el 24 de junio había titulado “Sadous apuntó directo a Kirchner y a De Vido”, la verdad es que ese título no refleja lo que Sadous dijo, sino lo que le hubiese gustado a Clarín que dijera.
Respecto del ex presidente Néstor Kirchner, Sadous dice:
“Sobre si el presidente conocía el funcionamiento de esto, yo entiendo que sí, que lo debe haber conocido, evidentemente, por los numerosos viajes tanto de él como del presidente Chávez a la Argentina, por la cantidad de acuerdos que se firmaron en cada ocasión y no me cabe la menor duda de que estaba al tanto”.
¿Pero qué es exactamente el funcionamiento de “ésto”? La pregunta la hace el diputado del peronismo disidente Eduardo Amadeo y la versión textual dice: “¿Hasta dónde el presidente Néstor Kirchner en su conocimiento tuvo acceso a esta información vital sobre la manera en que se estaban desarrollando las negociaciones? No sólo el problema del fideicomiso, sino la estructura general de la operación…”.
Pero, a ver, ¿cuál es el problema del fideicomiso? Sencillo: en enero de 2005, Sadous había enviado un cable diplomático titulado “Gravísima situación” donde informaba de un faltante de 90 millones de dólares en el fideicomiso que administra PDVSA –la empresa pública de petróleo venezolana, que nada tiene que ver con el Estado Argentino– y a través del cuál Caracas paga los productos que Buenos Aires le exporta.
El único momento que “apuntó directo”– no es otra cosa que una gran nube de humo. Sadous estaba dibujando el plano de aspiradora.
Respecto de la denuncia contra Julio De Vido, Sadous dice, textual: “Los empresarios argentinos en forma permanente hacían comentarios sobre la necesidad de pasar por el Ministerio de Planificación Federal para resolver que sus ventas a Venezuela se imputaran al fideicomiso. Ahora,denuncias concretas obviamente no las hubo; si las hubiera habido yo lo hubiera puesto en conocimiento de la Cancillería, como es mi deber y como lo hice cuando tuvimos pruebas concretas de la desaparición de los 90 millones de dólares del fideicomiso y reaparición posterior”.
Habría que recordar que ningún empresario ratificó los dichos de Sadous. Y habría que agregar que en algún momento de su declaración admite que es posible que también hubiera negocios non sanctos de Venezuela con países como “Brasil, Chile o Francia”, pero que tampoco esto le constaba. Lo que sí, también se quejó porque dicen que dicen los que finalmente no dijeron que los “retornos” llegaban hasta el 15% cuando lo común es el siete o el diez. Es decir, el escándalo es apenas una cuestión de grado.
A esa altura, la reunión en la comisión estaba tomando un tono caricaturesco. El diputado Carlos Kunkel ya había interrumpido a Sadous denunciando que “la puerta de la sala ha quedado abierta y están filmando la reunión” y también había protagonizado un irónico cruce con la diputada de la Coalición Cívica, Patricia Bullrich, sobre la prosapia de la ex ministra de Trabajo durante la presidencia de Fernando de la Rúa. “La diputada Patricia Bullrich de Pueyrredón está pidiendo una interrupción”, dijo, entre las risas de otros diputados, Kunkel; y la respuesta jocosa fue “Pueyrredón de San Martín”.
La diputada fueguina Mariel Calchaquí había precisado que esto no era otra cosa que “una discusión sobre fondos que no eran públicos; son negocios de empresarios, facilitados, tal vez por las buenas relaciones bilaterales, pero no hay fondos públicos”.
Bullrich saltó y espetó “PDVSA son fondos públicos”. Y Heller terció: “¡No son argentinos!” Es decir, lo que quiso remarcar el diputado del Partido Solidario, es que si hubo un caso de corrupción estuvo sobre la órbita de la administración venezolana y no argentina.
En otro pasaje de su declaración, Sadous agrega un poco menos de luz sobre el tema del manejo del fideicomiso:
Calchaquí: – (…) ¿Qué intervención directa puede tener el Ministerio de Planificación de la Argentina de este tipo de pagos, cuando son el Banco de Venezuela y PDVSA, los que administrar y efectivizan?
Sadous: – Indicar a qué empresas se puede pagar o no, a qué empresas se puede imputar los pagos de los fondos del fideicomiso que administran PDVSA (…) El mecanismo era a través de PDVSA, al ser administradora era la que decidía en consulta con ministerios u organismos estatales venezolanos qué productos o bienes se compraban. Ahora, cómo…
Pinedo: – Nosotros no sabemos cómo.
Sadous: – Supongo que por negociaciones políticas entre distintos ministerios…
Pinedo: – ¿Cómo se hacía para enterarse de que querían comprar tal cosa?
Sadous: – PDVSA informaba al Ministerio de Planificación Federal y a la embajada cuáles eran los productos a comprar. Se transmitía esto a Cancillería y se presentaban las empresas que iban a vender dentro del sistema del fideicomiso (…).
Heller: – Y a la Cámara de Comercio.
Sadous: – En algunos casos se informaba a Cancillería, en otros casos al Ministerio de Planificación Federal, que era quien mantenía las relaciones regulares una vez por mes o dos veces por mes. Cuando venía Uberti o la delegación del Ministerio de Planificación mantenía reuniones con venezolanos, PDVSA, el Ministerio de Energía y Agricultura sobre las demandas que tenían estos ministerios para comprar productos.
Pinedo: – ¿Quién seleccionaba a los vendedores argentinos?
Sadous: – Ni la embajada ni la Cancillería.
Pinedo: – ¿Usted no sabe quién?
Sadous: –No.
Pero la decisión final sobre los pagos del fideicomiso no es la única cosa que no supo Sadous a lo largo de su exposición.
Tampoco supo explicar – nombrado Uberti y el Ministerio de Planificación – sobre la supuesta “diplomacia paralela” con la que tanto habían machacado los medios de comunicación.
Con respecto a la diplomacia paralela, yo nunca usé la expresión ‘diplomacia paralela’. Lo que sí creo que hubo fueron gestiones paralelas, es decir gestiones en las cuales la embajada no participó”.
Sadous no conoce de otros casos similares a lo largo de sus 37 años de trabajo, pero cualquier persona sensata y con un conocimiento de realpolitik internacional sabe que las embajadas guardan un rol protocolar mientras que el mundo de las presiones políticas, comerciales, de negocios, van por otro. Los Estados Unidos, España, Francia y Gran Bretaña, entre otros, lo saben a ciencia cierta.
El mayor despiporre político se produjo cuando el histriónico diputado Jorge Yoma intervino y, luego de quejarse del “horario castrense” impuesto por el presidente de la comisión Alfredo Atanasof, que le impidió tomar mate tranquilo con su familia, expuso: “Estábamos frente a un escándalo de corrupción de proporciones en la Argentina en el que un embajador iba a aportar datos confidenciales que poco menos que iban a generar una catástrofe institucional. Ello ameritó que dejara el mate de un lado y venga para esta reunión. La verdad es que estoy totalmente decepcionado y le transmito, presidente, esta queja en nombre de mi familia”.
Pero más allá de la ironía, Yoma, que fue embajador en México, puso el acento en algo interesante que se escapó de toda agenda mediática: “Nos parece trascendente el daño que se le provoca al país en un mercado tan importante como el de la maquinaria agrícola con este escandalote que no tiene ningún fundamento. (…) Lo que quiero decir es que este globo, esta expectativa, estas cámaras de televisión el único efecto que van a tener es absolutamente negativo en el comercio exterior argentino, en un segmento tan importante como el de la maquinaria agrícola, en provincias como Córdoba y Santa Fe, cuya actividad es tan importante, cuando no existe el más mínimo elemento de que haya habido participación de un funcionario argentino en actos de corrupción. Pero el daño al país sí es evidente”.
Sadous gesticulaba frente al micrófono y Atanasof se ponía nervioso, y lo cierto es que la testimonial naufragaba en un mar de suposiciones, especulaciones, inconsistencias, contradicciones y verosimilitudes que podían resultar similares a la verdad, pero que no tenían ninguna evidencia contundente de que lo fuera.
Mientras tanto, la diputada oficialista Juliana Di Tullio se quejaba porque cuando había salido a fumar había recibido el dato de periodistas de La Nación de que “la oposición ya había quebrado el acuerdo” de silencio.Envalentonada, dijo: “La verdad es que yo no hice ninguna declaración y tampoco creo que algún diputado de la oposición haya quebrado el acuerdo. Espero que así sea. Además, no creo que le convenga.” Margarita Stolbizer la cortó: “¿Qué quiere decir ‘no creo que les convenga’?” Cocorita, Di Tullio, estocó: “Que no les conviene dar información sobre esta reunión porque fue un escándalo y una vergüenza.” Con cara de convidado de piedra, el diputado Juan Carlos Morán, padre de la criatura –la investigación, claro– admitió: “Yo salí tres veces y la verdad es que nadie me obligó a hacer declaraciones.” Y es posible que diga la verdad, es decir, que nadie lo haya obligado.Otra de las intervenciones interesantes la realizó Heller cuando expresó: “Usted ha dicho textualmente que los intereses que se veían afectados por la presencia argentina estaban molestos y, en función de eso, era previsible que actuaran. Dijo que Venezuela tenía un gran comercio con los Estados Unidos. En segundo lugar, dijo que tenía un comercio muy importante con Colombia y, en tercer lugar, tenía un gran desarrollo comercial en las relaciones con Brasil (…). Usted ha dicho que escuchó comentarios de que había retornos. A partir de esos comentarios que usted dice que escuchó –pero que los otros niegan, ya que dicen que no los hicieron– se genera todo este debate y discusión. Sabiendo cómo funcionan determinados países y los servicios de inteligencia así como el vínculo que existe por la defensa de sus intereses comerciales, etcétera, ¿el crecimiento de las exportaciones argentinas a Venezuela en detrimento de terceros países –porque evidentemente eso es así– no generará acciones de inteligencia de esos países para enturbiar las relaciones argentino-venezolanas y de esa manera recuperar cuotas de mercado que están perdiendo? ¿No lo ve como una posibilidad que también deberíamos estar considerando? (…) En definitiva, me parece que existe un montaje de una operación política que no tiene absolutamente nada que ver.” Convertido Sadous en el protagonista de “Nuestro hombre en Caracas”, este hombre puesto por el ex presidente Eduardo Duhalde en la embajada en Venezuela, también es un personaje que aspira a una participación estelar en el cielo opositor. Con la intención de que su gestión fuera reconocida –habló de sus condecoraciones, de los aciertos de su embajada (la recomposición de las relaciones entre ambos países, el crecimiento del comercio binacional de 250 millones a dos mil millones, el acuerdo por el petróleo y la firma del protocolo adicional al convenio de intercambio del año 1978)− intentó tener sus 15 minutos de fama. En cierta manera, los obtuvo.Claro, a fuerza de versiones, de entredichos, de comentarios, que pueden servir para una buena novela de espionaje, pero no para poner en juego una estrategia de crecimiento económico basado en la explotación de nuevos mercados.Es decir, allí donde todos hablaron de una central nuclear, no había otra cosa que los planos de una aspiradora.Opinión¿Qué tapó el caso Sadous?Roberto Caballero Director.Desde el jueves 24 de junio, la Argentina vive un estado de conmoción política que confunde aun a aquellos lectores habituados a comprender los entresijos del poder. El “Caso Sadous” o, mejor dicho, la novela mediática escrita a partir de los dichos del ex embajador en Venezuela ante la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados, tiene hace una semana a la sociedad como espectadora desorientada, sin elementos ciertos para hacer un juicio correcto sobre lo sucedido.No es ocioso citar el jueves 24, porque ese día el diario Clarín, enfrentado con el gobierno por millonarios intereses comerciales en juego (la negativa oficial a cederle Telecom y la cláusula de desinversión de la nueva Ley de Medios que ataca su posición dominante en el mercado, entre muchos otros), publicó en su tapa, con título catástrofe: “Sadous apuntó directo a Kirchner y a De Vido.” Una afirmación contundente, en busca del estrépito social, que sólo se sostenía en la recreación literaria de lo que, se suponía, había sucedido el miércoles 23, durante la reunión a puertas cerradas entre Sadous y los legisladores de distintas bancadas. La edición de la nota interna pone en boca de diputados opositores, no sólo las frases, sino también las interpretaciones a las supuestas respuestas del ex embajador: allí aparecen Juan Carlos Morán, de la Coalición Cívica; Juan Pablo Tunessi, de la UCR; Eduardo Amadeo, del PJ disidente; y Patricia Bullrich, de la Coalición Cívica. Con lo cual, suponer queClarínactuó en tándem con las bancadas opositoras para magnificar un tema que se ajusta a la agenda de demolición cotidiana planteada por el grupo oligopólico, sería una casi certeza, que sólo podría ser puesta en duda por un documento irrefutable y de interés público: la versión taquigráfica de la sesión, a la que accedió Tiempo Argentino, bajo estricta reserva de fuente.De la lectura de la misma, se desprenden, al menos, tres conclusiones: 1) Sadous no agregó nada a lo que ya había declarado en sede judicial, donde es testigo. La causa, en realidad, se abrió por la denuncia de un diputado de la Coalición Cívica, es decir, ese expediente tiene un origen político, y la intención de sustraerlo del juzgado y llevarlo a una Comisión de Diputados para escandalizar a las abuelas con definiciones de alto impacto pero insustanciales, permite interrogarse sobre si lo que se busca con esto es la verdad o el rédito mediático en alianza con un grupo que tiene confun- dida su agenda periodística con la empresarial, dañando algo que es muy importante: el derecho de la sociedad a la información veraz.2) Sadous no involucra a Kirchner en las supuestas maniobras dolosas, y sólo lo menciona cuando el diputado peronista disidente, Amadeo, le pregunta lo siguiente: “¿Hasta dónde el presidente Kirchner, en su conocimiento, tuvo acceso a esta información vital sobre la manera en que se estaban desarrollando las negociaciones? No sólo el problema del fideicomiso, sino la estructura general de la operación. Tal vez esta pregunta resulte redundante, porque uno debería suponer que el presidente de la Nación sabe buena parte de las cosas que pasan en la administración, pero quisiera saber si usted puede hacer algún comentario adicional sobre el conocimiento que eventualmente podía tener el presidente Kirchner sobre este tema.” A lo que Sadous responde, luego de una larga explicación sobre la burocracia del sistema venezolano, de las trabas que se colocaban a las exportaciones argentinas, de la alta corrupción de los funcionarios de Caracas, de las bondades del fideicomiso porque agilizaba los pagos, de la intervención del Ministerio de Planificación para que se lograran dichos pagos a los empresarios nacionales, recién después de todo eso, Sadous manifiesta: “Sobre si el presidente Kirchner conocía el funcionamiento de esto, yo entiendo que sí, que lo debe haber conocido, evidentemente, por los numerosos viajes tanto de él como del presidente de Venezuela, por la cantidad de acuerdos en cada ocasión y no me cabe la menor duda de que estaba al tanto.” Sadous respondió lo mismo que respondería, por caso, cualquier embajador estadounidense, si le preguntaran si Obama está al tanto de que los Estados Unidos y España se compran y venden productos entre sí. Clarín, sin embargo, invitó a leer, desde su tapa del 24 de junio, que Kirchner estaba al tanto de la “diplomacia paralela” y, peor aún, del presunto pedido de coimas a empresarios.No es justo, aunque se piense lo que se piense del gobierno de los Kirchner. Y no es justo, además, porque en la versión taquigráfica de la única “corrupción” de la que se habla es de la venezolana.3) La pregunta que nosotros, como sociedad, deberíamos hacernos es qué sucedía mientras esta operación política inundaba los diarios, las radios y las pantallas.Ahora, en parte, lo sabemos, gracias a Radio Nacional: Felipe y Marcela Noble entran y salen del país cómo quieren, mientras la justicia recibe prendas contaminadas con hasta 4 ADN distintos para retratar la prueba que demostrará si son hijos de desaparecidos.Ni Sadous, ni los jubilados.Este es el único escándalo que sacude de veras al país.
Publicado en: Tirando al Medio.blogspot.com

Nik - Humor

 LA NACIÓN - Lunes 5 de julio de 2010

Nik - Humor


vamos, vamos, Argentina!!!!

JAQUE MATE AL TRABAJO ESCLAVO

Saludamos a toda la gente linda que soñó alguna vez romper las cadenas de la esclavitud, pensó como, actuó en consecuencia, lo logró y lo plasmo en una acción conjunta que toda la sociedad puede hoy tomar como bandera.

¡¡¡BRAVO!!!

Lic. Claudia Santalla

En la fotografía, se ve a miembros de No-Chains con Gustavo Vera, presidente de la Coop. La Alameda.

No-Chains “sin cadena” es la primera marca global libre de trabajo esclavo, impulsada en un esfuerzo conjunto por las cooperativas La Alameda de Argentina y Retorno a la Dignidad de Tailandia.

La marca “No Chains” pretende ser un símbolo y un canal de lucha global contra la esclavitud que vaya sumando a otras cooperativas y grupos de costureros alrededor del planeta.

 

Puntos de venta de No Chains en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
 
Palermo: Mercado de Economía Solidaria. Bompland 1660. Viernes y Sábados de 10 a 20 hs.
Villa Crespo: Espacio Lacandona. Castillo 460. Jueves y Viernes por la tarde.
Congreso: Cooperativa La Vaca. Hipólito Yrigoyen 1440. Lunes a Viernes 9 a 20 hs
Barrio Norte: Galería Bond Strett 1er piso local 73. Rodríguez Peña y Santa Fé. Lunes a Viernes de 12 a 20 hs.
Parque Avellaneda: La Alameda. Directorio 3998. Lunes a Viernes 9 a 16 hs.
Próximamente: Chacarita. Mutual Sentimiento (junto a la estación Federico Lacroze)
Por Teléfono al 4115-5071, de 10 a 16, y por internet en www.nochains.org

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NO-CHAINS con repercusiones en todo el mundo