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CIELO Y TIERRA - ¿QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO?

Guerras malditas

Colombia,Declaración Final: XI Foro Nacional Por los Derechos Humanos y la Paz

Colombia,Declaración Final: XI Foro Nacional Por los Derechos Humanos y la Paz

Miércoles, 16 septiembre, 2009 10:11 PM

Bogotá 10, 11 y 12 de septiembre de 2009

Los 920 delegados, provenientes de diversas regiones y sectores del país luego de realizar trece foros regionales preparatorios, en un ambiente pluralista y democrático nos hemos reunido en este XI FORO NACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS Y LA PAZ, en la ciudad de Bogotá, y hemos decidido unánimemente declarar ente la comunidad nacional e internacional  que:

1. Colombia atraviesa hoy por la mayor crisis humanitaria conocida en su historia, la cual se expresa con la más alta tasa de desplazamiento del mundo, ejecuciones extrajudiciales, torturas, detenciones masivas y arbitrarias, ametrallamientos y bombardeos sobre comunidades inermes junto con las demás transgresiones al Derecho Internacional Humanitario y violaciones a los derechos humanos.

2.   La implementació n en Colombia de siete bases militares norteamericanas, en áreas de influencia paramilitar, junto con la puesta en marcha de la IV Flota Naval Norteamericana determina la profundizació n de la confrontación interna, constituyendo uno de los mayores peligros para la paz regional. La estrategia de militarizació n de la región afecta la soberanía nacional y el proceso de cambios democráticos que vive América Latina y el Caribe, todo lo cual  tiene como objeto el aseguramiento geoestratégico y la apropiación de nuestros recursos naturales. El XI FORO NACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS rechaza  la presencia militar norteamericana en el país porque conllevará a la profundizació n de la crisis de derechos humanos en la medida que fortalece la guerra como estrategia para la solución del conflicto social y armado.

3.   Rechazamos la doble moral del gobierno de los EE.UU., que al tiempo que expresa preocupación por el escándalo de las interceptaciones telefónicas ilegales y el espionaje del DAS, su Departamento de Estado certifica en derechos humanos al gobierno de Colombia soslayando las crecientes denuncias sobre ejecuciones extrajudiciales (“falsos positivos”), desplazamientos, detenciones arbitrarias y otros crímenes de Estado.

4.   La estrategia global de guerra del militarismo norteamericano del cual el régimen colombiano representa su mejor aliado en esta parte del hemisferio, constituye uno de los mayores peligros para la paz global y los derechos de los pueblos. En nombre de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico se justifica el asesinato, la barbarie y el genocidio en contra de pueblos y comunidades enteros con el objeto de apropiar recursos naturales y profundizar la hegemonía cultural y económica del decadente modelo de acumulación imperialista.

5.    La actual crisis económica no es ajena a la situación colombiana y a los derechos humanos, a pesar de las falacias de prosperidad presentadas por la política económica del gobierno colombiano, se agudizan hoy más los factores estructurales que mantienen vivo el conflicto colombiano. Las  cooperativas de trabajo asociado, el salario en condiciones indignas, el desempleo, subempleo, las exenciones al gran capital, el cierre y privatización masiva de universidades y hospitales; las familias guardabosques,  la implementació n de zonas francas, las enormes cargas tributarias constituyen la base  y la estrategia con la cual el gran capital pretende superar la verdadera hecatombe del gobierno de Álvaro Uribe, la crisis económica. Continuaremos rechazando la aprobación de los TLC, con los  EE.UU., la comunidad Europea y Canadá.

6.    Nos solidarizamos con las víctimas y rechazamos la agresión y genocidio contra el movimiento indígena, el campesinado colombiano, el  movimiento social y sindical, el cual durante los gobiernos de Uribe ha tenido más de 575 ejecuciones extrajudiciales, 14.000 asesinatos de carácter político entre los años 2002 y 2008, 1.700 colombianos ejecutados extrajudicialmente presentados por el Ejército Colombiano como guerrilleros dados de baja en combate, fenómeno que refleja la verdadera intención por parte de la política de “seguridad y defensa democrática”. La llamada desmovilizació n paramilitar y sus marcos legales legitimadores, como la ley 975 de 2005 han sido un completo fracaso. La extradición de los jefes del paramilitarismo confirma la intención del gobierno de evitar que se conozca la verdad e impedir la aplicación de los estándares universales de justicia y reparación respecto de los derechos de las víctimas. Denunciamos la impunidad generalizada frente a la crisis humanitaria que vive la población.

7.   Denunciamos la permanencia del paramilitarismo como estrategia  del Estado Colombiano; son conocidas las constantes acciones y amenazas que han conllevado al desplazamiento y eliminación física de líderes sociales, sindicales, defensores de derechos humanos y populares. Llamamos la atención respecto de la doble confrontación en contra de jóvenes inermes e  indefensos por parte de la política de seguridad democrática y del paramilitarismo que además de promover la estigmatizació n profundiza las constantes amenazas a través de panfletos amenazantes y toques de queda con el fin de profundizar  su control político y territorial.

8.   La posibilidad de la segunda reelección del gobierno de Álvaro Uribe a través de la iniciativa del referendo aprobado recientemente por el Parlamento Colombiano representa un grave retroceso para la democratizació n de la sociedad y la solución negociada del conflicto;  el mismo órgano legislativo que aprobó esta iniciativa se encuentra acusado por estar controlado en un 30 % por parte de grupos paramilitares, con más de 45 congresistas en la cárcel y 80 más vinculados  por crímenes cometidos por estos grupos. La lucha contra el referendo debe convocar las salidas pacificas, la lucha por un nuevo poder alternativo y democrático que haga frente al proyecto guerrerista e inaceptable del Presidente Uribe.

9.   La necesidad de un Acuerdo Humanitario es urgente por parte de las fuerzas democráticas en contra del embrujo guerrerista que pretende el rescate militar a sangre y fuego de los secuestrados y retenidos por parte de la insurgencia colombiana. Por otro lado el actual gobierno profundiza la criminalizació n y judicializació n a dirigentes sociales y populares, al mismo tiempo que desconoce la justeza del carácter político del delito de rebelión. El XI Foro Nacional por los Derechos Humanos, exige la libertad inmediata de los secuestrados y retenidos en las selvas colombianas, de los miles de luchadores y presos políticos y de conciencia que se encuentran en las cárceles colombianas.

10. Saludamos la presencia histórica y activa de los afro-colombianos,  población LGTB, indígenas y demás minorías víctimas de la discriminació n y la violencia. Nos solidarizamos con la lucha por sus reivindicaciones. El XI Foro Nacional se compromete de manera activa con sus iniciativas y acciones tendientes a visualizar este tipo de violencia y posicionar sus derechos, que son también nuestros derechos, en una agenda de lucha en contra de la discriminació n en todas sus formas.

11. Ratifica en el actual contexto la necesidad de la búsqueda de una salida política y negociada al actual conflicto armado que vive el país, e invita a la Gran Coalición Democrática, a la Cumbre Social y Política, a Colombianos y Colombianas por la Paz, al Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, a las Plataformas de Derechos Humanos, a las comunidades de indígenas y afrodescendientes, a las mujeres y los jóvenes, a los diversos sectores políticos democráticos y al conjunto de la sociedad colombiana, a realizar esfuerzos conjuntos para superar tendencias de dispersión en la lucha y desarrollar en las calles y plazas un movimiento amplio, unitario  por la paz democrática que  vincule e invite a tod@s los sectores de la sociedad colombiana por la posibilidad de un cambio democrático y la construcción del Estado Social de Derecho.

12.  El XI Foro expresa su solidaridad con las Organizaciones Populares, Defensores de Derechos Humanos, Sindicalistas, Magistrados, Periodistas y Líderes de la Oposición, objeto de espionaje Estatal e interceptaciones telefónicas, perseguidos por los agencias de inteligencia del Palacio de Nariño y exige de los órganos de justicia y control la más rápida investigación y sanción a los responsables.

PROPONEMOS:

1. Impulsar la más amplia agenda de movilización social y popular en todos los niveles con el fin de concientizar al conjunto de la sociedad colombiana  en favor de los cambios democráticos, la plena vigencia y respeto por los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Las jornadas de movilización son:

- 23 de septiembre de 2009, por los Estatales  y FECODE.

- 7 de octubre por el trabajo digno.

- 14 de octubre Paro Nacional e inicio del Paro Nacional de FECODE.

2.   Movilización por los derechos humanos y la paz 10  de diciembre de 2009.

3.  Emprender en forma unitaria y a la mayor brevedad las acciones jurídicas, políticas y sociales que sean necesarias para enfrentar el referendo reeleccionista ilegítimo.

4.   Invitar al conjunto de la sociedad colombiana a vincularse en la iniciativa de la PAPELETA POR LA PAZ, impulsada por la Senadora Piedad Córdoba y demás actividades por el acuerdo humanitario como el mandato por la paz.

5.  Exigir al Estado Colombiano facilitar el Acuerdo Humanitario, así como también la amnistía de todos los presos políticos y de conciencia como instrumento dinamizador de la democratizació n del país.

6.  Regular mediante Ley Estatutaria  el derecho fundamental del HABEAS DATA para archivos de inteligencia militar, policía y civil con el objeto especial de que defensores de derechos humanos, periodistas, líderes sociales y de oposición, puedan controvertir y depurar la información errática sobre sus actividades legítimas que están poniendo en riesgo su vida e integridad personal.

7.  Proponer octubre de 2009, articulada con la MINGA SOCIAL E INDIGENA, como fecha para el inicio de campañas, movilizaciones, foros, conciertos, encuentros y conferencias en contra de la presencia de las siete  bases militares en Colombia.

8. Crear un observatorio de monitoreo y seguimiento a la presencia militar norteamericana en Colombia, en especial sobre las bases aéreas de Palanquero, Apiay y Arauca; las bases navales de Malambo y Cartagena, sobre el Caribe, y de Málaga en el Pacifico, lo mismo que las bases de Tolemaida, Tres Esquinas y Larandia

9.  El XI Foro se compromete a contribuir en la conformación del Capítulo Colombia del Consejo Mundial por la Paz, el cual debe hacer parte del movimiento global contra la guerra y el militarismo.

10.  Invitar a los capítulos regionales y locales del CPDH, con criterio de amplitud y pluralidad,  a fortalecer nuestra presencia en el movimiento por la paz, la defensa de los derechos humanos y los derechos de las víctimas a la verdad, justicia y reparación integral.

11. El XI FORO NACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS, invita a elevar la organización y unidad de las víctimas de crímenes de Estado así como fortalecer el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado y la Coordinación de Víctimas del Genocidio contra de la Unión Patriótica.

12. Vincularse activamente en la solidaridad con los pueblos agredidos, especialmente con el pueblo de Honduras sometido a un régimen de facto. Exigimos la libertad de los cinco patriotas cubanos detenidos arbitrariamente en los EE.UU.

EXIGIMOS EL DESMANTELAMIENTO DE LAS BASES MILITARES NORTEAMERICANAS.

¡¡SOLUCION NEGOCIADA Y POLITICA DEL CONFLICTO INTERNO!!

LA REELECCION  RESTRINGE LAS LIBERTADES DEMOCRATICAS,

¡¡EXIGIMOS APERTURA A LA DEMOCRACIA!!

¡¡VERDAD, JUSTICIA, REPARACION Y GARANTIAS DE NO REPETICION!!

Bogotá, 12 de septiembre de 2009

El mal estaba en todas partes

Nicholson Baker muestra en 'Humo humano' cómo la pulsión destructiva de la II Guerra Mundial no era sólo de un bando - El autor rinde homenaje al pacifismo

JOSÉ MARÍA RIDAO - Madrid - 22/06/2009

Desde que, con motivo de la conmemoración del medio siglo del final de la II Guerra Mundial, la investigación historiográfica empezó a confundirse con el denominado "trabajo de memoria", la idea de que el conflicto más devastador de todos los tiempos revestía los caracteres de una lucha escatológica, de un combate contra el Mal Absoluto, ha ido ganando terreno. Poco a poco, la indagación sobre los procesos políticos, diplomáticos y económicos que condujeron a la guerra se fue abandonando en favor de una reflexión de otra naturaleza, a medio camino entre la filosofía y la teología, y en la que lo más relevante es responder a la pregunta de por qué el ser humano fue capaz de tantas atrocidades como tuvieron lugar entre 1939 y 1945. Podría tratarse, sin duda, de una reflexión interesante, incluso necesaria, pero a condición de que no parta del equívoco que Nicholson Baker denuncia en su ensayo Humo humano, que acaba de publicar en España Debate: ese genérico ser humano que se libró a la destrucción y el asesinato en masa no se encontraba únicamente en las filas del nazismo, sino también, en mayor o menor medida, en cada uno de los bandos enfrentados.

Churchill: "Estoy a favor de emplear gas tóxico contra tribus incivilizadas"

El abogado Roosevelt propuso reducir el número de judíos en la Universidad

El propósito declarado de Baker es saber si la II Guerra Mundial fue una "guerra buena" y si, hechos todos los balances, "ayudó a alguien que necesitara ayuda". Tal vez la sensación de que, al emprender esta tarea, se vería obligado a nadar a contracorriente de un relato historiográfico que consagra a Churchill y a Roosevelt como héroes haya llevado a Baker a plantear su obra, no como un volumen de historia al uso, sino como un texto coral en el que son los protagonistas quienes toman la palabra. El autor, por su parte, se ha limitado a seleccionar las declaraciones, los artículos de prensa, las cartas o los diarios en los que los protagonistas se expresan en primera persona, añadiendo de vez en cuando breves comentarios sobre el contexto y, siempre, la fecha de los documentos. El resultado es perturbador, como si, de pronto, hubieran sido convocados a escena todos los silencios, todos los equívocos imprescindibles para que la historia de la II Guerra Mundial se pueda seguir contando como hasta ahora.

Baker no expone una tesis, la ilustra. Y para ello concentra la mirada sobre dos de los dramas mayores del conflicto: el sistemático bombardeo de poblaciones civiles y las iniciativas, o mejor, la absoluta ausencia de iniciativas oficiales, para salvar a los judíos perseguidos por el nazismo. En realidad, la posición de Baker, la tesis que se propone ilustrar en Humo humano, sólo queda fijada en la dedicatoria con la que concluye un breve epílogo de apenas dos páginas: "Dedico este libro", escribe Baker, "a la memoria de Clarence Pickett y otros pacifistas estadounidenses y británicos. Jamás han recibido realmente el reconocimiento que se merecen. Intentaron salvar refugiados judíos, alimentar a Europa, reconciliar a Estados Unidos y Japón e impedir que estallara la guerra. Fracasaron, pero tenían razón".

Humo humano establece un implícito paralelismo entre la guerra total que inspira la estrategia de todos los contendientes en la II Guerra Mundial y los ataques aéreos en los territorios coloniales. Es entonces cuando aparecen por primera vez protagonistas como el futuro jefe del Bombing Command, Arthur Harris, y el también futuro primer ministro británico, Winston Churchill. "Estoy decididamente a favor de emplear gas tóxico", escribe Churchill al jefe de la Royal Air Force, "contra tribus incivilizadas". La confianza del primer ministro en la eficacia del bombardeo contra civiles, aunque ya no con gas tóxico, que había sido prohibido, se mantiene intacta al iniciarse la II Guerra Mundial, sólo que ahora Chur-chill pretende que la lluvia de fuego que descarga sobre las ciudades de Alemania transmitan el mensaje de que los alemanes deben rebelarse contra Hitler. Con el implícito y aterrador corolario de que, si no lo hacen, se convierten en cómplices del dictador.

Los textos que reproduce Baker recuerdan que el antisemitismo no fue sólo un sentimiento alimentado por el nazismo, sino un clima general. Cuando aún era un simple abogado, el futuro presidente Roosevelt se dirigió a la Junta de Supervisores de Harvard proponiendo que se redujera el número de judíos en la Universidad hasta que sólo representaran un 15%. Y Churchill, entretanto, publicaba en febrero de 1920 un artículo de prensa en el que decía que judíos "desleales" como Marx, Trotski, Béla Kun, Rosa Luxemburgo y Emma Goldman habían desarrollado "una conspiración mundial para el derrocamiento de la civilización". Creía, sin duda, en la existencia de "judíos leales", a quienes exigía en ese mismo artículo que vindicasen "el honor del nombre de judío", pero la obsesión antibolchevique le jugó la mala pasada de elogiar, también en la prensa, a Mussolini, de quien se declaró "encantado por el porte amable y sencillo" y "por su actitud serena e imparcial". E incluso a Hitler, de quien, dejándose influir por los comentarios de los que lo conocían, estima que era "un funcionario harto competente, sereno y bien informado de porte agradable y sonrisa encantadora". En contraposición, Trotski "era un judío. Seguía siendo un judío. Era imposible no tener en cuenta este detalle".

Es probable que quienes defienden la interpretación de la II Guerra Mundial como una "guerra buena", como una lucha escatológica contra el Mal Absoluto, reprochen a Baker la selección de los textos que ha incluido en su provocador Humo humano. Pero, aun así, esos textos seguirán estando donde están, y obligan, cuando menos, a repensar la relación entre la historia y el tan traído y llevado "trabajo de memoria".

Lo individual no quita lo masivo

Lo individual no quita lo masivo

Por Juan Gelman

EE.UU. perpetra desde 1980 su propio Plan Cóndor, que ha aplicado ya en una docena de países, incluso de América latina. El prestigioso periodista norteamericano Seymour Hersh, famoso por sus investigaciones del EE.UU. oculto, soltó la bomba en una mesa redonda realizada en la Universidad de Minnesota: existe una “red de ejecución de asesinatos” que cometen tropas de elite y que en su momento concertaba sus operativos directamente con el vicepresidente Dick Cheney, sin pasar por sus mandos naturales. Se ignora si continúa en funciones desde la asunción de Barack Obama.

El Comando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC, por sus siglas en inglés), nombre oficial de la red, se dedica a lo que piadosamente se llama “ejecuciones extrajudiciales”, y un silencio de plomo rodea sus actividades. A veces se agrieta: el New York Times (10-3-09) informó que el vicealmirante William H. McRaven, jefe del JSOC en Afganistán, había ordenado suspender los asesinatos de presuntos talibán en razón del elevado número de inocentes muertos en cada uno de la docena de operativos semanales que llevaba a cabo. En diciembre del año pasado –un ejemplo–, sus efectivos habían pasado a mejor vida a seis policías afganos y a un civil en la provincia sureña de Zabul. Talibán muertos, ninguno. Y la suspensión duró poco.

Interrogado sobre el tema, John Hannah, ex asesor nacional de seguridad de Bush-Cheney, explicó que el JSOC apuntaba a quienes habían cometido “actos de guerra contra EE.UU., que están en guerra contra EE.UU. o son sospechosos de planear operaciones de guerra contra EE.UU.” (Democracy Now, 4-3-09). Esto no explica por qué, además de Irak y Afganistán, países donde efectivamente EE.UU. está en guerra, el JSOC ha intervenido en Perú, Colombia, Centroamérica, Yemen, Eritrea, Madagascar o Kenia, según las investigaciones de Hersh. Nadie ha encontrado evidencias de que los talibán anden por esos lares.

La independencia de acción del JSOC es tal que no informa de sus actividades, no digamos ya a los gobiernos extranjeros del caso, tampoco a los embajadores norteamericanos ni a las estaciones locales de la CIA, generalmente encargadas de las operaciones encubiertas. “Se supone que matan a personas que figuran en una lista de sospechosos de pertenecer a Al Qaida, o de tener vínculos con ésta, o de ser antiestadounidenses”, precisó Hersh. El presidente Gerald Ford firmó una orden ejecutiva en los ’70 prohibiendo esta clase de crímenes. Pero los ’70 están lejos y W. Bush siempre pensó que no tenía por qué rendir cuentas al Congreso de estos y otros actos anticonstitucionales.

Se recuerda que en el Mensaje sobre el estado de la Unión que emitiera en el 2003, W. Bush habló de los progresos logrados en la lucha “antiterrorista” y mencionó que se había capturado a más de tres mil miembros de Al Qaida y/o sospechosos de serlo. El entonces presidente de los EE.UU. agregó, con la sonrisita que lo caracteriza: “Y permítanme decirles que algunos de ellos no estarán en condiciones de operar nunca más. Lo puedo asegurar” (www.cnn.com, 29-1-03). ¿Cuántos ejecutados habrán sido de Al Qaida, cuántos no? A saber. Un informe interno de la CIA del año 2002 estimaba que la mitad de los detenidos en Guantánamo, y posiblemente más, nada tenía que ver con acciones contra EE.UU.

El ex vicepresidente norteamericano Walter Mondale compartió con Seymour Hersh la mesa redonda en la Universidad de Minnesota. Ambos se refirieron a las características de la intoxicación que el ejercicio del poder ejecutivo causa en los presidentes norteamericanos, teóricamente limitados por el Congreso y la opinión pública, que los lleva a ordenar acciones encubiertas que exceden el mandato que les otorga la Constitución (www.alternet.org, 6-5-09). Mondale y Hersh no ahorraron duras críticas al gobierno anterior. “Fue extraordinario el desprecio que la Casa Blanca de Bush-Cheney propinó al Congreso”, opinó Hersh. “Lo bueno de nuestro sistema –agregó– es que eventualmente elegimos nuevos gobernantes (pero) lo que me resulta asombroso es cómo conseguimos líderes tan malos de manera constante.” En efecto, es asombroso.

Más de 100 afganos murieron el miércoles pasado a consecuencia de un bombardeo de la fuerza aérea estadounidense en la provincia de Farah (AFP, 6-5-03): se afirmó que unas 25 de las víctimas serían talibán. Se trata de la mayor matanza de civiles desde agosto del 2008, cuando –según investigó la ONU– otro ataque aéreo en la provincia de Herat terminó con la existencia de más de 90 pobladores. EE.UU. negó esta denuncia durante meses y terminó admitiendo que era cierta, pero subrayó que la acción fue legítima. El JSOC hace su trabajo y los ocupantes de Afganistán, también. Cada cual a su manera y a su escala.

Fuente: Contratapa Página 12 - 13/05/09

Pakistán declara la guerra a los talibanes

Pakistán declara la guerra a los talibanes

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¿OBAMA ERA DISTINTO?

¿OBAMA ERA DISTINTO?

Un ataque de EE UU a los talibanes causa una matanza civil en Afganistán

Cruz Roja denuncia decenas de muertos incluidos mujeres y niños, en los bombardeos en Farah, provincia occidental. El presidente Karzai, que se reúne hoy con Obama, exige responsabilidades.

Decenas de civiles han muerto en Afganistán como consecuencia de una cruenta ofensiva militar de las tropas estadounidenses contra los talibanes en el oeste del país, según ha informado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

La coalición occidental, encabezada por Estados Unidos bajo la misión antiterrorista Libertad Duradera, llevó a cabo entre el lunes y el martes una ofensiva aérea contra los insurgentes en Farah, provincia occidental afgana. La fuerza conjunta bombardeó a los integristas, ocultos en viviendas, y destruyó numerosas casas de varias aldeas.

Poco después de la operación militar, la portavoz de la Cruz Roja, Jessica Barry, ha informado de que un equipo de reconocimiento enviado a la zona de combate encontró decenas de cuerpos de civiles entre los escombros de las viviendas, entre ellos un voluntario la Cruz Roja que se encontraba trabajando con una familia de 13 personas. La organización humanitaria habla de "docenas de fallecidos", entre los que se encuentran madres y niños, mientras que el gobernador de Farah, Rohul Amin, ha asegurado que los bombardeos han podido causar la muerte de más de 100 civiles.

La policía provincial coincide con Barry cifra los fallecidos en más de un centenar. El jefe policial ha denunciado que durante los combates los talibanes han utilizado a los civiles como escudos humanos. La mayoría de los insurgentes radicales han huido después de los bombardeos y solo ha quedado un rastro de muerte y casas destrozadas en pueblos como Geraaniand Gank Abad.

Responsabilidades

Las autoridades afganas exigen responsabilidad a los autores de esta brutal ofensiva. El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ha ordenado hoy que se investigue el bombardeo. Karzai, de visita oficial en EE UU, ha informado de que un equipo de responsables militares afganos y estadounidenses partió hacia Farah. El presidente ha calificado de "inaceptables" las muertes de ciudadanos inocentes y ha añadido que abordará el asunto en la conversación que mantendrá hoy con el presidente de EE UU, Barack Obama.

El mando militar estadounidense de esta coalición, que opera al margen de la Fuerza de Asistencia de Seguridad (ISAF) de la OTAN, ha asumido su participación en el ataque y ha anunciado la apertura de una investigación para esclarecer lo sucedido. "Ofrecemos nuestras condolencias a aquellos afectados por las operaciones de hoy e investigaremos inmediatamente las denuncias para determinar qué ha sucedido", dijo ayer el portavoz de la coalición, el coronel Greg Julian, antes de conocer la denuncia del Comité de la Cruz Roja.

Ver Nota completa en el diario EL PAÍS

 

El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ordenó hoy que se investigue un bombardeo de la aviación de EEUU en Farah que, según el Comité Internacional de la Cruz Roja, ha causado la muerte de "docenas" de civiles.

EFE Diversas fuentes afganas consultadas por Efe elevaron a 100 la cifra de muertos en el ataque sobre el que Karzai, de visita oficial hoy en EEUU, conversará con su colega estadounidense, Barack Obama.

Según dijo a Efe en Kabul la diputada por Farah Beliqees Roshan, el bombardeo de la coalición antiterrorista que encabeza EEUU causó ayer al menos 100 muertos entre la población.

El portavoz de la Policía, Abdul Ghafar Watandar, por su parte, aseveró, apoyándose en el testimonio de lugareños, que unas 100 personas han muerto, aunque precisó que no podía confirmar la cifra.

"Hay una investigación en marcha en el área y, una vez que esté completa, podremos dar la cifra exacta de víctimas", añadió.

La agencia afgana AIP, que se remite a informaciones procedentes de Farah, dijo que las víctimas mortales pueden ser hasta 150.

Un equipo del CICR enviado ayer a la zona desde la vecina Herat dijo haber visto los cadáveres de "docenas" de civiles, entre ellos mujeres y niños, explicó a Efe la portavoz de la organización en Kabul, Jessica Barry.

Barry dijo que no podía ofrecer una cifra exacta de víctimas, pero añadió que al menos un trabajador de la Media Luna Roja afgana resultó muerto junto a los 13 miembros de su familia, cuya vivienda fue bombardeada.

Un equipo de responsables militares afganos y estadounidenses partió hoy para Farah para investigar lo sucedido, según un comunicado del presidente Karzai, que calificó las muertes de civiles de "inaceptables" y añadió que sacará el tema en sus conversaciones con Obama.

El gobernador provincial, Rohul Amin, dijo ayer a Efe que había habido un "gran número" de muertos, pero hoy su oficina dejó claro que no ofrecerá más información hasta que concluya la investigación.

Los insurgentes talibanes habían sitiado días antes el distrito de Bala Bulok, en Farah, donde atacaron varias poblaciones y mataron a tres civiles tras acusarlos de espiar para el Gobierno afgano y las fuerzas internacionales destacadas en el país.

Según la versión de Amin, los talibanes mataron también a tres policías e hirieron a cuatro antes de la intervención ayer del Ejército afgano con apoyo de la aviación de la OTAN.

La fuerza conjunta atacó a los insurgentes, ocultos en viviendas, algunas de las cuales quedaron completamente destruidas por los bombardeos, dijo.

El mando militar de EEUU asumió anoche su participación en el ataque y anunció la apertura de una investigación.

"Ofrecemos nuestras condolencias a aquellos afectados por las operaciones de hoy e investigaremos inmediatamente las denuncias para determinar qué ha sucedido", dijo el portavoz de la coalición, el coronel Greg Julian.

EEUU encabeza una coalición militar que lleva a cabo la misión antiterrorista "Libertad Duradera" en Afganistán y opera al margen de la Fuerza de Asistencia de Seguridad (ISAF) de la OTAN.

Un total de 2.118 civiles murieron en 2008 a causa del conflicto afgano, según cifras de la misión de la ONU en el país.

Las fuerzas afganas y las tropas internacionales fueron responsables de la muerte de 828 personas, un 64 por ciento de las cuales fallecieron en ataques aéreos.

El bombardeo de la aviación estadounidense con mayor número de víctimas entre la población civil era, hasta el momento, el perpetrado en agosto de 2008 contra la localidad de Aziz Abad, en la provincia occidental de Herat, donde murieron 90 personas, 60 de ellas menores de edad

 

Otros medios reportan el BOMBARDEO ESTADOUNIDENSE A CIVILES AFGANOS

Ver nota en BBC

Selección de notas en Wikio

 

15 AÑOS DEL GENOCIDIO EN RUANDA

La guerra civil entre hutus y tutsis sume en el caos a la población.

Gaza - Segun Médicos Sin Fronteras

Es muy peligroso moverse porque los bombardeos aéreos sigue sin cesar. Las ambulancias no han recibido autorización para pasar tras los tanques en busca de los heridos. La mayoría de los que llegan a un hospital están gravemente heridos. El resto siguen en casa esperando a que los enfrentamientos paren para ir a buscar tratamiento. 

La tregua temporal de tres horas diarias no ha cambiado nada.  Sólo afecta a la ciudad de Gaza, no a las zonas urbanas de las afueras. Los tanques han empezado a volver a estas zonas, incluyendo los barrios de Beit Lahia, Beit Hanoun, Sijaya, y Zeïtoun. Debido al alto número de civiles heridos, es necesario ir a buscarlos a sus barrios para encontrarlos. No nos engañemos, el alto al fuego no está ayudando a los trabajadores humanitarios a hacer su trabajo o a las personas a llegar a los hospitales. Estamos en Gaza, en medio de todo, pero no podemos acceder a los pacientes ni hacer nuestro trabajo en condiciones. Hay un problema grave. Necesitamos llegar a los heridos y éstos deben poder llegar a los  hospitales. Tenemos que ser capaces de entrar materiales, que siguen siendo muy escasos ya que los camiones no pueden moverse.
Escasez de material médico
Estamos proporcionando suministros médicos a los hospitales. Nuestro personal medico está tratando a los heridos que están en las zonas cerca de los hospitales ya que es muy peligroso moverse. Las instalaciones hospitalarias funcionan con personal cualificado. Entre el 27 de diciembre y el 5 de enero, el hospital de Shifa hizo más de 300 cirugías mayores, principalmente amputaciones, traumas craneales,  patologías traumáticas múltiples e intervenciones quirúrgicas para patologías abdominales,  todo operaciones difíciles. Hay una falta de cirujanos especializados. Está prevista la llegada de un equipo de MSF con un cirujano vascular, falta ver si consiguen entrar. Es una especialidad crítica ya que los pacientes suelen sangrar abundantemente. Hay falta de espacio en cuidados intensivos, y estamos intentando organizar tiendas hinchables para poder montar una unidad de cuidados intensivos y dos salas de operaciones. Si tenemos acceso, tenemos los medios para ofrecer los cuidados médicos necesarios.

Una catástrofe humana
Estamos siendo testigos de una catástrofe humana. Normalmente, cuando un país está en guerra, la gente huye. Sin embargo, en Gaza, nadie está huyendo. Gaza tiene la densidad de población más alta del mundo y la gente no tiene a donde ir. Viven en un estado de constante terror, y sólo quieren una cosa: que acabe esta mala pesadilla. No pueden dormir. Cada vez que se van a la cama, no saben si su casa seguirá en pie al día siguiente. Muchas familias han dejado sus casas, o bien porque los tanques se acercan o porque se las han destrozado. Intentan refugiarse en colegios, como pueden, pero no hay lugar seguro en Gaza hoy en día. Los bombardeos son incesantes, no hay electricidad y los hospitales dependen de generadores. 

Falta de comida y suministros básicos
También falta comida. Hay colas interminables en las panaderías. Antes de la guerra, un millón de personas, de un total de un millón y medio, recibían raciones de alimentos. Hoy, las necesidades probablemente han crecido pero el acceso ha disminuido. Los camiones no pueden viajar con seguridad y la gente no puede ir a los centros de distribución. Las personas desplazadas necesitan agua potable y material básico para sobrevivir como colchones y mantas. Lo peor es que los trabajadores humanitarios estamos ahí y no podemos hacer nada”.

Fuente: MÉDICOS SIN FRONTERAS

POR FAVOR, NO DEJES DE VISITAR SU PÁGINA HAY MUCHO QUE PUEDE HACER PARA AYUDAR

http://www.msf.es

 

Testigo del Horror

El domingo 11 de enero El País Semanal publicó el primer capítulo de los seis que consta la serie "Testigo del Horror", que realiza junto a Médicos Sin Fronteras. Con Mario Vargas Llosa en la República Democrática del Congo, el suplemento de El País inaugura esta serie, en la que varios escritores darán cuenta de la violencia que sacude el mundo.

Vargas Llosa en el corazón de las tinieblas

'El País Semanal' abre con Congo una serie de viajes de autor a los conflictos olvidados del mundo

EL PAÍS - Madrid - 09/01/2009

El problema número uno del Congo son las violaciones. Matan a más mujeres que el cólera, la fiebre amarilla y la malaria. Cada bando, facción, grupo rebelde, incluido el Ejército, donde encuentra una mujer procedente del enemigo, la viola. Mejor dicho, la violan. Dos, cinco, diez, los que sean. Aquí el sexo no tiene nada que ver con el placer, sólo con el odio. Es una manera de humillar y desmoralizar al adversario". Así, con el testimonio crudo de un médico del hospital de Minova, arranca el reportaje Viaje al corazón de las tinieblas, en el que Mario Vargas Llosa relata su reciente visita a Congo y que El País Semanal publicará el próximo domingo.

En la narración de su experiencia en el país africano, el autor de La ciudad y los perros realiza un fresco descarnado de la realidad de un país en el que las violaciones compiten con las enfermedades agravadas por la dramática escasez de agua potable. A todo ello hay que sumar la corrupción generalizada, la indiferencia del resto del mundo y la apatía de miles de desplazados que llevan toda la vida siéndolo: "Muchísimos de ellos están ya más muertos que vivos y, lo peor, lo saben".

Acompañado por miembros de Médicos Sin Fronteras, Vargas Llosa pasa de los hospitales a los campos de refugiados, como el de Hewa Bora, cuya paradójica traducción es "Aire Bello". Allí se encuentra con los pigmeos, que descienden a diario el último peldaño de la miseria: "En una sociedad sin ley", escribe el novelista, "corroída por la violencia, las luchas cainitas, las invasiones, la corrupción y las matanzas, los pigmeos son las víctimas de las víctimas, los que más sufren. Basta echarles una mirada para saberlo".

Paradójicamente, Congo es un lugar rico en zinc, cobre, plata, oro y coltán. Obtenido, eso sí, de minas explotadas por mano de obra esclava. "¿Qué le hace falta para aprovechar sus incontables recursos?", se pregunta el escritor. Él mismo responde: "Paz, orden, legalidad, instituciones, libertad". Cosas por ahora "muy difíciles de alcanzar" en un país al que, para colmo de males, huyeron los milicianos hutus que perpetraron el genocidio de tutsis en Ruanda en 1994. Un país con el mayor índice de accidentes aéreos del mundo. Un país en el que se encuentra desplegada la mayor operación emprendida jamás por la ONU: 17.000 soldados y 1.500 civiles impotentes ante una realidad desbordante.

Colonia belga durante casi siglo y medio, Gongo no encontró la estabilidad con la independencia conseguida en 1960. Expolio aparte, Bélgica dejó como herencia la lengua francesa y la religión católica, pero una pregunta surge a cada paso, en cada estación del viaje. Es la que formula un poeta al que Vargas Llosa conoce en Lwemba, un distrito popular de Kinshasa. "¿Y qué hemos hecho nosotros, los congoleños, con nuestro país?".

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