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CIELO Y TIERRA - ¿QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO?

Una mujer al frente del Conicet

Miércoles 26 de marzo de 2008 - La Nación

Si todo sigue como está planeado, después de medio siglo el Conicet, la institución creada por el doctor Bernardo Houssay, por primera vez será presidido por una mujer.

La candidata oficial para reemplazar al actual presidente, el doctor Eduardo Charreau, es la doctora Marta Rovira, que cursó estudios en el Lenguas Vivas (igual que su hija y su nieto), egresó como física de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, se doctoró en la Argentina y durante siete años (hasta hace tres) dirigió el Instituto de Astronomía y Física del Espacio. Allí investigó además los fenómenos que se dan en la superficie y la atmósfera en el Sol.

Rovira, que también presidió la Asociación Latinoamericana de Geofísica Espacial y (durante dos períodos) la Asociación Argentina de Astronomía, conoce bien el Conicet desde hace más de tres décadas. Ingresó en 1977, después de pasar por la Comisión Nacional de Estudios Geoheliofísicos. Pero aún así la tarea que tiene por delante no es sencilla: deberá responder a las necesidades de 5216 investigadores y 2700 técnicos que trabajan en 123 centros de investigación en los que se producen anualmente 6000 trabajos publicados en revistas especializadas -un volumen equivalente a casi el 75% de la producción científica nacional, generado con el 23% del presupuesto y el 25% de los recursos humanos del sistema público de ciencia y tecnología-.

Entre los temas que ya la preocupan figura el aumento de presupuesto ("Es importante que tengamos más dinero para distribuir", afirma); la incorporación de más evaluadores extranjeros ("Como en el país hay algunas comunidades que son muy chicas, a veces es difícil encontrar especialistas independientes para evaluar los trabajos"); y muy especialmente el aumento de sueldos que, subraya, a estas alturas quedaron muy rezagados.

Por otro lado, reconoce que "las cosas están mucho mejor que cuando comenzó la actual gestión". "Unos años antes, hubo gente que hasta quería cerrar el Conicet -recuerda-. Ahora a nadie se le pasaría por la cabeza..."

Una mujer al frente del Conicet es un hito. Pero Rovira, que con 63 años (y la vitalidad de una persona décadas más joven) conoció épocas más difíciles para la participación femenina en la vida científica, no le da mucha importancia.

"Aunque hubo una época en que le dediqué tiempo a los chicos (tiene dos, una hija y un hijo) y en el que, por ejemplo, no viajaba, nunca me sentí discriminada -afirma-. El hombre, me parece, en general tiene más tiempo para dedicarle a la profesión, pero siempre me sentí muy cómoda."

¿Se esperaba este ofrecimiento? "No, para nada -asegura-. Uno no hace carrera para este cargo..." No importa. Ahora tiene la oportunidad de hacer historia.

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