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CIELO Y TIERRA - ¿QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO?

Fortunato Benaím, ciudadano ilustre

Una ley de la Legislatura porteña designó ayer ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires al eminente especialista en quemaduras Fortunato Benaím.

El doctor Benaím se encontró con su destino dos años después de recibirse de médico, en 1947. Un incendio en el barrio de La Boca había desfigurado los rostros de toda una familia. Fue un jefe del hospital Argerich el que le ordenó que se ocupara de ellos y allí comenzó una trayectoria inigualable.
 Después de estudiar en los Estados Unidos, Benaím volvió a la Argentina y trabajó durante 28 años en el Instituto de Quemados. En 1981 creó la fundación que lleva su nombre, donde en 1989 se desarrolló el primer banco de piel del país, que procesa y almacena tejido de donantes cadavéricos. Tres años más tarde, en 1992, Benaím realizó con su equipo el primer cultivo de células de la capa superficial de la piel de los propios pacientes. Y en 1999 utilizó por primera vez la piel artificial. Titular de la cátedra Quemaduras y Cirugía Reparadora de sus Secuelas, de la Universidad del Salvador, actualmente está realizando el estudio multicéntrico "Epidemiología de las Quemaduras en la Argentina" y, en cooperación con el Conicet, un estudio experimental para crear un nuevo medicamento para el tratamiento de las quemaduras. Entre sus múltiples iniciativas se destaca la que encara desde 2003 en escuelas primarias. Allí presenta la comedia musical Lo prudente no quita lo valiente , cuyo argumento motiva a los escolares a preparar trabajos individuales sobre cómo prevenir las quemaduras.

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