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CIELO Y TIERRA - ¿QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO?

Política Nacional

HAY QUE ESTUDIAR HISTORIA

Necesitamos saber dónde estamos parados y hacia dónde vamos, es lo que todos solemos decir.

Entonces, "argentinos" miren este breve video, compilación de TVR.

Peripecias de un usuario que se queda sin INTERNET

No dejes de ver las desopilantes peripecias de un usuario de FIBERTEL Córdoba que temiendo que la empresa deje de prestar el servicio, intenta contratar un nuevo servicio siguiendo las empresas indicadas por la Comisión Nacional de Comunicaciones.

 

Luego, la opinión de Jorge Lanata sobre Fibertel, TN y papel prensa.

Declaraciones de SADOUS

Tal como sospechábamos, el delito puede existir, pero no hay pruebas.

Como diría Burt Simpson, "Yo no fui, nadie me vio, no pueden probarlo"

viernes 2 de julio de 2010

Versión en Word de la declaración de Sadous

Agradezco al blog Jovenes Cachariences que se tomó el trabajo de transcribir en formato word la nota de ayer de Tiempoe Argentimno con la declaración de Sadous en la Comisión de Relaciones Internacionales de la HCD.
Ahora es más fácil para copiar y reenviar a todo el mundo.
Gerardo
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Las palabras de Sadous derrumban todas las operaciones mediáticas (de Tiempo Argentino)

Operaciones cruzadas, campañas de prensa, espionaje comercial, supuestos negocios turbios entre dos países latinoamericanos, un grupo de diputados argentinos que se juramentan silencio, un ex embajador –Eduardo Sadous– con ansias de protagonizar una novela de Graham Greene, cables internacionales secretos entre embajadas, ironías entre legisladores, chicanas, 90 millones de dólares perdidos y encontrados y minucias sobre cómo funciona el comercio internacional, forman parte de este globo de ensayo mediático que necesitaría de un nuevo Osvaldo Soriano para relatar con pericia las delicias de este caso que bien podría llamarse “Nuestro hombre en Caracas”.
Tiempo Argentino pudo acceder en exclusiva a la versión taquigráfica de la exposición que el 23 de junio realizó Sadous ante la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara de Diputados,una muestra del despropósito mediático y al mismo tiempo una excelente oportunidad para fisgonear en la realpolitik internacional.
Según consta en el documento que los diputados no quieren dar a conocer, Sadous se asemeja al célebre personaje de Greene –Jim Wormold– que había logrado tener en vilo a la diplomacia británica haciéndole creer que tenía los mapas de una planta nuclear en la Cuba del dictador Fulgencio Batista.
A la postre, esos planos no eran otra cosa que el dibujo de un aspiradora. Algo similar ocurrió con las declaraciones del ex embajador en Venezuela. Mientras Clarín el 24 de junio había titulado “Sadous apuntó directo a Kirchner y a De Vido”, la verdad es que ese título no refleja lo que Sadous dijo, sino lo que le hubiese gustado a Clarín que dijera.
Respecto del ex presidente Néstor Kirchner, Sadous dice:
“Sobre si el presidente conocía el funcionamiento de esto, yo entiendo que sí, que lo debe haber conocido, evidentemente, por los numerosos viajes tanto de él como del presidente Chávez a la Argentina, por la cantidad de acuerdos que se firmaron en cada ocasión y no me cabe la menor duda de que estaba al tanto”.
¿Pero qué es exactamente el funcionamiento de “ésto”? La pregunta la hace el diputado del peronismo disidente Eduardo Amadeo y la versión textual dice: “¿Hasta dónde el presidente Néstor Kirchner en su conocimiento tuvo acceso a esta información vital sobre la manera en que se estaban desarrollando las negociaciones? No sólo el problema del fideicomiso, sino la estructura general de la operación…”.
Pero, a ver, ¿cuál es el problema del fideicomiso? Sencillo: en enero de 2005, Sadous había enviado un cable diplomático titulado “Gravísima situación” donde informaba de un faltante de 90 millones de dólares en el fideicomiso que administra PDVSA –la empresa pública de petróleo venezolana, que nada tiene que ver con el Estado Argentino– y a través del cuál Caracas paga los productos que Buenos Aires le exporta.
El único momento que “apuntó directo”– no es otra cosa que una gran nube de humo. Sadous estaba dibujando el plano de aspiradora.
Respecto de la denuncia contra Julio De Vido, Sadous dice, textual: “Los empresarios argentinos en forma permanente hacían comentarios sobre la necesidad de pasar por el Ministerio de Planificación Federal para resolver que sus ventas a Venezuela se imputaran al fideicomiso. Ahora,denuncias concretas obviamente no las hubo; si las hubiera habido yo lo hubiera puesto en conocimiento de la Cancillería, como es mi deber y como lo hice cuando tuvimos pruebas concretas de la desaparición de los 90 millones de dólares del fideicomiso y reaparición posterior”.
Habría que recordar que ningún empresario ratificó los dichos de Sadous. Y habría que agregar que en algún momento de su declaración admite que es posible que también hubiera negocios non sanctos de Venezuela con países como “Brasil, Chile o Francia”, pero que tampoco esto le constaba. Lo que sí, también se quejó porque dicen que dicen los que finalmente no dijeron que los “retornos” llegaban hasta el 15% cuando lo común es el siete o el diez. Es decir, el escándalo es apenas una cuestión de grado.
A esa altura, la reunión en la comisión estaba tomando un tono caricaturesco. El diputado Carlos Kunkel ya había interrumpido a Sadous denunciando que “la puerta de la sala ha quedado abierta y están filmando la reunión” y también había protagonizado un irónico cruce con la diputada de la Coalición Cívica, Patricia Bullrich, sobre la prosapia de la ex ministra de Trabajo durante la presidencia de Fernando de la Rúa. “La diputada Patricia Bullrich de Pueyrredón está pidiendo una interrupción”, dijo, entre las risas de otros diputados, Kunkel; y la respuesta jocosa fue “Pueyrredón de San Martín”.
La diputada fueguina Mariel Calchaquí había precisado que esto no era otra cosa que “una discusión sobre fondos que no eran públicos; son negocios de empresarios, facilitados, tal vez por las buenas relaciones bilaterales, pero no hay fondos públicos”.
Bullrich saltó y espetó “PDVSA son fondos públicos”. Y Heller terció: “¡No son argentinos!” Es decir, lo que quiso remarcar el diputado del Partido Solidario, es que si hubo un caso de corrupción estuvo sobre la órbita de la administración venezolana y no argentina.
En otro pasaje de su declaración, Sadous agrega un poco menos de luz sobre el tema del manejo del fideicomiso:
Calchaquí: – (…) ¿Qué intervención directa puede tener el Ministerio de Planificación de la Argentina de este tipo de pagos, cuando son el Banco de Venezuela y PDVSA, los que administrar y efectivizan?
Sadous: – Indicar a qué empresas se puede pagar o no, a qué empresas se puede imputar los pagos de los fondos del fideicomiso que administran PDVSA (…) El mecanismo era a través de PDVSA, al ser administradora era la que decidía en consulta con ministerios u organismos estatales venezolanos qué productos o bienes se compraban. Ahora, cómo…
Pinedo: – Nosotros no sabemos cómo.
Sadous: – Supongo que por negociaciones políticas entre distintos ministerios…
Pinedo: – ¿Cómo se hacía para enterarse de que querían comprar tal cosa?
Sadous: – PDVSA informaba al Ministerio de Planificación Federal y a la embajada cuáles eran los productos a comprar. Se transmitía esto a Cancillería y se presentaban las empresas que iban a vender dentro del sistema del fideicomiso (…).
Heller: – Y a la Cámara de Comercio.
Sadous: – En algunos casos se informaba a Cancillería, en otros casos al Ministerio de Planificación Federal, que era quien mantenía las relaciones regulares una vez por mes o dos veces por mes. Cuando venía Uberti o la delegación del Ministerio de Planificación mantenía reuniones con venezolanos, PDVSA, el Ministerio de Energía y Agricultura sobre las demandas que tenían estos ministerios para comprar productos.
Pinedo: – ¿Quién seleccionaba a los vendedores argentinos?
Sadous: – Ni la embajada ni la Cancillería.
Pinedo: – ¿Usted no sabe quién?
Sadous: –No.
Pero la decisión final sobre los pagos del fideicomiso no es la única cosa que no supo Sadous a lo largo de su exposición.
Tampoco supo explicar – nombrado Uberti y el Ministerio de Planificación – sobre la supuesta “diplomacia paralela” con la que tanto habían machacado los medios de comunicación.
Con respecto a la diplomacia paralela, yo nunca usé la expresión ‘diplomacia paralela’. Lo que sí creo que hubo fueron gestiones paralelas, es decir gestiones en las cuales la embajada no participó”.
Sadous no conoce de otros casos similares a lo largo de sus 37 años de trabajo, pero cualquier persona sensata y con un conocimiento de realpolitik internacional sabe que las embajadas guardan un rol protocolar mientras que el mundo de las presiones políticas, comerciales, de negocios, van por otro. Los Estados Unidos, España, Francia y Gran Bretaña, entre otros, lo saben a ciencia cierta.
El mayor despiporre político se produjo cuando el histriónico diputado Jorge Yoma intervino y, luego de quejarse del “horario castrense” impuesto por el presidente de la comisión Alfredo Atanasof, que le impidió tomar mate tranquilo con su familia, expuso: “Estábamos frente a un escándalo de corrupción de proporciones en la Argentina en el que un embajador iba a aportar datos confidenciales que poco menos que iban a generar una catástrofe institucional. Ello ameritó que dejara el mate de un lado y venga para esta reunión. La verdad es que estoy totalmente decepcionado y le transmito, presidente, esta queja en nombre de mi familia”.
Pero más allá de la ironía, Yoma, que fue embajador en México, puso el acento en algo interesante que se escapó de toda agenda mediática: “Nos parece trascendente el daño que se le provoca al país en un mercado tan importante como el de la maquinaria agrícola con este escandalote que no tiene ningún fundamento. (…) Lo que quiero decir es que este globo, esta expectativa, estas cámaras de televisión el único efecto que van a tener es absolutamente negativo en el comercio exterior argentino, en un segmento tan importante como el de la maquinaria agrícola, en provincias como Córdoba y Santa Fe, cuya actividad es tan importante, cuando no existe el más mínimo elemento de que haya habido participación de un funcionario argentino en actos de corrupción. Pero el daño al país sí es evidente”.
Sadous gesticulaba frente al micrófono y Atanasof se ponía nervioso, y lo cierto es que la testimonial naufragaba en un mar de suposiciones, especulaciones, inconsistencias, contradicciones y verosimilitudes que podían resultar similares a la verdad, pero que no tenían ninguna evidencia contundente de que lo fuera.
Mientras tanto, la diputada oficialista Juliana Di Tullio se quejaba porque cuando había salido a fumar había recibido el dato de periodistas de La Nación de que “la oposición ya había quebrado el acuerdo” de silencio.Envalentonada, dijo: “La verdad es que yo no hice ninguna declaración y tampoco creo que algún diputado de la oposición haya quebrado el acuerdo. Espero que así sea. Además, no creo que le convenga.” Margarita Stolbizer la cortó: “¿Qué quiere decir ‘no creo que les convenga’?” Cocorita, Di Tullio, estocó: “Que no les conviene dar información sobre esta reunión porque fue un escándalo y una vergüenza.” Con cara de convidado de piedra, el diputado Juan Carlos Morán, padre de la criatura –la investigación, claro– admitió: “Yo salí tres veces y la verdad es que nadie me obligó a hacer declaraciones.” Y es posible que diga la verdad, es decir, que nadie lo haya obligado.Otra de las intervenciones interesantes la realizó Heller cuando expresó: “Usted ha dicho textualmente que los intereses que se veían afectados por la presencia argentina estaban molestos y, en función de eso, era previsible que actuaran. Dijo que Venezuela tenía un gran comercio con los Estados Unidos. En segundo lugar, dijo que tenía un comercio muy importante con Colombia y, en tercer lugar, tenía un gran desarrollo comercial en las relaciones con Brasil (…). Usted ha dicho que escuchó comentarios de que había retornos. A partir de esos comentarios que usted dice que escuchó –pero que los otros niegan, ya que dicen que no los hicieron– se genera todo este debate y discusión. Sabiendo cómo funcionan determinados países y los servicios de inteligencia así como el vínculo que existe por la defensa de sus intereses comerciales, etcétera, ¿el crecimiento de las exportaciones argentinas a Venezuela en detrimento de terceros países –porque evidentemente eso es así– no generará acciones de inteligencia de esos países para enturbiar las relaciones argentino-venezolanas y de esa manera recuperar cuotas de mercado que están perdiendo? ¿No lo ve como una posibilidad que también deberíamos estar considerando? (…) En definitiva, me parece que existe un montaje de una operación política que no tiene absolutamente nada que ver.” Convertido Sadous en el protagonista de “Nuestro hombre en Caracas”, este hombre puesto por el ex presidente Eduardo Duhalde en la embajada en Venezuela, también es un personaje que aspira a una participación estelar en el cielo opositor. Con la intención de que su gestión fuera reconocida –habló de sus condecoraciones, de los aciertos de su embajada (la recomposición de las relaciones entre ambos países, el crecimiento del comercio binacional de 250 millones a dos mil millones, el acuerdo por el petróleo y la firma del protocolo adicional al convenio de intercambio del año 1978)− intentó tener sus 15 minutos de fama. En cierta manera, los obtuvo.Claro, a fuerza de versiones, de entredichos, de comentarios, que pueden servir para una buena novela de espionaje, pero no para poner en juego una estrategia de crecimiento económico basado en la explotación de nuevos mercados.Es decir, allí donde todos hablaron de una central nuclear, no había otra cosa que los planos de una aspiradora.Opinión¿Qué tapó el caso Sadous?Roberto Caballero Director.Desde el jueves 24 de junio, la Argentina vive un estado de conmoción política que confunde aun a aquellos lectores habituados a comprender los entresijos del poder. El “Caso Sadous” o, mejor dicho, la novela mediática escrita a partir de los dichos del ex embajador en Venezuela ante la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados, tiene hace una semana a la sociedad como espectadora desorientada, sin elementos ciertos para hacer un juicio correcto sobre lo sucedido.No es ocioso citar el jueves 24, porque ese día el diario Clarín, enfrentado con el gobierno por millonarios intereses comerciales en juego (la negativa oficial a cederle Telecom y la cláusula de desinversión de la nueva Ley de Medios que ataca su posición dominante en el mercado, entre muchos otros), publicó en su tapa, con título catástrofe: “Sadous apuntó directo a Kirchner y a De Vido.” Una afirmación contundente, en busca del estrépito social, que sólo se sostenía en la recreación literaria de lo que, se suponía, había sucedido el miércoles 23, durante la reunión a puertas cerradas entre Sadous y los legisladores de distintas bancadas. La edición de la nota interna pone en boca de diputados opositores, no sólo las frases, sino también las interpretaciones a las supuestas respuestas del ex embajador: allí aparecen Juan Carlos Morán, de la Coalición Cívica; Juan Pablo Tunessi, de la UCR; Eduardo Amadeo, del PJ disidente; y Patricia Bullrich, de la Coalición Cívica. Con lo cual, suponer queClarínactuó en tándem con las bancadas opositoras para magnificar un tema que se ajusta a la agenda de demolición cotidiana planteada por el grupo oligopólico, sería una casi certeza, que sólo podría ser puesta en duda por un documento irrefutable y de interés público: la versión taquigráfica de la sesión, a la que accedió Tiempo Argentino, bajo estricta reserva de fuente.De la lectura de la misma, se desprenden, al menos, tres conclusiones: 1) Sadous no agregó nada a lo que ya había declarado en sede judicial, donde es testigo. La causa, en realidad, se abrió por la denuncia de un diputado de la Coalición Cívica, es decir, ese expediente tiene un origen político, y la intención de sustraerlo del juzgado y llevarlo a una Comisión de Diputados para escandalizar a las abuelas con definiciones de alto impacto pero insustanciales, permite interrogarse sobre si lo que se busca con esto es la verdad o el rédito mediático en alianza con un grupo que tiene confun- dida su agenda periodística con la empresarial, dañando algo que es muy importante: el derecho de la sociedad a la información veraz.2) Sadous no involucra a Kirchner en las supuestas maniobras dolosas, y sólo lo menciona cuando el diputado peronista disidente, Amadeo, le pregunta lo siguiente: “¿Hasta dónde el presidente Kirchner, en su conocimiento, tuvo acceso a esta información vital sobre la manera en que se estaban desarrollando las negociaciones? No sólo el problema del fideicomiso, sino la estructura general de la operación. Tal vez esta pregunta resulte redundante, porque uno debería suponer que el presidente de la Nación sabe buena parte de las cosas que pasan en la administración, pero quisiera saber si usted puede hacer algún comentario adicional sobre el conocimiento que eventualmente podía tener el presidente Kirchner sobre este tema.” A lo que Sadous responde, luego de una larga explicación sobre la burocracia del sistema venezolano, de las trabas que se colocaban a las exportaciones argentinas, de la alta corrupción de los funcionarios de Caracas, de las bondades del fideicomiso porque agilizaba los pagos, de la intervención del Ministerio de Planificación para que se lograran dichos pagos a los empresarios nacionales, recién después de todo eso, Sadous manifiesta: “Sobre si el presidente Kirchner conocía el funcionamiento de esto, yo entiendo que sí, que lo debe haber conocido, evidentemente, por los numerosos viajes tanto de él como del presidente de Venezuela, por la cantidad de acuerdos en cada ocasión y no me cabe la menor duda de que estaba al tanto.” Sadous respondió lo mismo que respondería, por caso, cualquier embajador estadounidense, si le preguntaran si Obama está al tanto de que los Estados Unidos y España se compran y venden productos entre sí. Clarín, sin embargo, invitó a leer, desde su tapa del 24 de junio, que Kirchner estaba al tanto de la “diplomacia paralela” y, peor aún, del presunto pedido de coimas a empresarios.No es justo, aunque se piense lo que se piense del gobierno de los Kirchner. Y no es justo, además, porque en la versión taquigráfica de la única “corrupción” de la que se habla es de la venezolana.3) La pregunta que nosotros, como sociedad, deberíamos hacernos es qué sucedía mientras esta operación política inundaba los diarios, las radios y las pantallas.Ahora, en parte, lo sabemos, gracias a Radio Nacional: Felipe y Marcela Noble entran y salen del país cómo quieren, mientras la justicia recibe prendas contaminadas con hasta 4 ADN distintos para retratar la prueba que demostrará si son hijos de desaparecidos.Ni Sadous, ni los jubilados.Este es el único escándalo que sacude de veras al país.
Publicado en: Tirando al Medio.blogspot.com

ARGENTINA: SEGURIDAD PÚBLICA

SEGURIDAD PÚBLICA EN ARGENTINA: LA NECESIDAD DE CONSTRUIR CONSENSOS

Uno de los principales problemas políticos y sociales de los últimos años ha sido la seguridad pública; la agenda política y los sondeos de opinión pública lo han colocado en uno de los temas más preocupantes para la ciudadanía donde las demandas hacia decisiones políticas más efectivas se han ido incrementando día a día. Más allá de la discrepancia sobre los orígenes de la inseguridad y las medidas para solucionarla; es evidente que se necesita la construcción de consensos políticos sólidos y duraderos. Toda acción fuera de estos términos además de cortoplacista tiene garantizado un rotundo fracaso. Desde la ciencia política, en los últimos años, algunos colegas como Marcelo Sain, Eugenio Burzaco o Diego Gorgal han hecho de esta temática la orientación de su actividad profesional. Reflexionemos un poco sobre esto. Por Pablo Alberto Bulcourf*


El problema de la seguridad pública, como una de las funciones centrales de la dinámica estatal se encuentra en la razón misma que hace a la especificidad del Estado moderno; aunque va más allá de las propias políticas públicas que se encaren al respecto constituyendo una red de relaciones sociales que nos deberían permitir a las personas poder gozar planamente de nuestros derechos y desarrollar nuestras vidas en un marco de creciente de autonomía. Este ha sido el ideario emancipatorio de la modernidad, transformado en praxis política y cristalizado en las instituciones que hoy constituyen nuestra forma de gobierno. Pero éstas no son más que prácticas sociales que cobran sentido en la producción y reproducción de la vida cotidiana, siendo las personas con “nombre y apellido” las que las llevamos a cabo, aunque a veces nos cueste comprenderlo.

En materia de seguridad, la dirigencia política, ha permanecido inerte durante los primeros años de nuestra restaurada democracia en lo que respecta a las políticas de seguridad pública, dejando a las burocracias policiales el encargo de “mantener el orden”. Prueba de ello es la falta de legislación sancionada en este período y la supervivencia de leyes, estructuras y formas originadas durante regímenes no democráticos. Desde el plano científico-académico, en lo que respecta a la ciencia política vernácula, ésta no se vio interesada en estos temas siendo paradójicamente, central a cualquier concepción sobre el propio objeto de estudio de la disciplina. Es el estallido mediático del problema el que lo coloca en la escena, y el que ha obligado a tomar cartas en el asunto, por lo menos en el ámbito de las decisiones políticas. Sin embargo la forma de su tratamiento, y las percepciones ciudadanas al respecto, no logran visualizar la complejidad del problema, reduciéndolo a un conjunto de “delitos espectáculo” ligados a la criminalidad callejera común contra la propiedad y contra la vida.

No se toma conciencia cívica, por parte tanto de la clase política como por la ciudadanía, de la necesidad de analizar en forma integral la dinámica del conflicto social transformado jurídicamente en delito, sus causas históricas y el modelo de sociedad que queremos construir. Es cierto que en lo cotidiano se reclamen por un lado decisiones rápidas y efectivas, y por el otro se decida en consonancia, pero esta lógica impide ver el problema y encararlo de forma efectiva.

Los ciudadanos tienen que saber que no se pueden dar soluciones mágicas a un mapa delictivo de alta complejidad con ejes a veces en delitos transnacionalizados como el narcotráfico y bajo una situación de precarización de las relaciones sociales producto de una serie de políticas que hicieron desaparecer el espacio público, redujeron al Estado a su mínima expresión, hicieron desaparecer al trabajo asalariado como eje de integración y excluyeron de la vida social digna a millones de ciudadanos, despojados de los mismos derechos que intentamos preservar. A lo que hay que sumarle que irremediablemente el mantenimiento de la seguridad insume un costo económico muy elevado y se necesitan cuerpos policiales altamente capacitados y bien remunerados.

Por otro lado, los sectores dirigentes, deben tomar decisiones sobre un conocimiento real y válido de la situación delictiva, que analice sus causas y consecuencias. El facilismo demagógico sólo genera efectos mediáticos más efímeros que los fuegos artificiales navideños. En lo que respecta al rol de los académicos es necesario priorizar investigaciones de relevancia social y solidez empírica, rompiendo la burbuja de cristal autoreferenciada, reproductora de un vocabulario barrocamente incoherente y temáticamente irrelevante. A pesar de esta tendencia generalizada en las ciencias sociales, en la ciencia política algunos colegas se han animado en los últimos años a encarar el desafío tanto desde la gestión como desde el estudio de esta problemática, Encabezados por el trabajo pionero de Marcelo Sain, se han ido sumando otras generaciones de politólogos como Diego Gorgal o Eugenio Burzaco. Durante el último Congreso Nacional de Ciencia Política, organizado por la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP), se dedicó una reunión plenaria a este tema en la que expusieron Máximo Sozzo, el ya mencionado Marcelo Sain y el ministro de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Zaffaroni, el que es reconocido como uno de los penalistas y criminalistas más destacados del mundo.

Evidentemente poco a poco, desde la ciencia política, vamos tomando conciencia del deber ciudadano que tenemos hacia el estudio y la acción concreta sobre la seguridad pública.

Es necesaria la construcción de políticas de seguridad pública basadas en consensos a mediano y largo plazo, o sea en verdaderas políticas de Estado, con estudios previos sólidos y con la participación multisectorial de la ciudadanía organizada. Hay que articular acuerdos entre lo gobiernos provinciales y la Nación en base a un trabajo que contemple el carácter multicausal y la diversidad del mundo criminal. Necesitamos cuerpos policiales bien pagos, sindicalizados, bien formados y éticamente comprometidos con los valores democráticos y republicanos. Debemos, cuando es necesario, desmilitarizar algunos cuerpos; posiblemente sea la propia Policía Federal la que debería iniciar un fuerte proceso de reforma en este sentido. Sin estos enclaves compartidos, toda decisión tenderá al fracaso. Esperemos que el Bicentenario nos brinde el espacio tanto de reflexión como de construcción activa de nuestro futuro; no podemos eludir nuestra responsabilidad hacia las generaciones por venir.

*Profesor e investigador en la Universidad Nacional de Quilmes y en la Universidad de Buenos Aires. Director del Proyecto de Investigación Las políticas de seguridad pública y la conformación de los cuerpos policiales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desarrollado en el Instituto de Investigaciones en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

Publicado en Espacios Políticos

Dos magistrados en la cuerda floja

Son José Luis Rey y Horacio Gallardo. Participaron en el espionaje montado por Ciro James y el Fino Palacios. Dijeron haber sido engañados por los policías misioneros involucrados en la maniobra. El juicio político en su contra concluirá el próximo martes.

Por Irina Hauser y Raúl Kollmann

Algunos apuestan a que la votación será seis a uno. Otros dicen que será cinco a dos. Lo cierto es que en Misiones todos coinciden en que los jueces José Luis Rey y Horacio Gallardo serán destituidos el 20 de abril. Ese día se dará a conocer el fallo del juicio político que se les sigue por haber participado en la maniobra de escuchas telefónicas que encabezaron Ciro James y el comisario retirado Jorge “Fino” Palacios. En la jornada de ayer, el procurador de Justicia, Miguel Angel Piñero, alegó a favor de la destitución con argumentos que, según los presentes, fueron lapidarios: los magistrados no pueden justificar que hayan ordenado escuchas a lo largo de dos años, sin haberlas recibido nunca, sin haber escuchado ni una sola de las grabaciones y permitiendo que Ciro James retirara las cintas en Buenos Aires. Tanto Rey como Gallardo hablaron al final de la audiencia y se defendieron diciendo que fueron engañados por los policías misioneros que actuaban en combinación con James y Palacios.

En la última audiencia del jury estuvo presente Sergio Burstein, dirigente de Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado contra la AMIA, que fue la primera persona que –tras recibir una llamada anónima– denunció ante la Justicia que estaba siendo víctima de escuchas ilegales. Es más, de entrada señaló al Fino Palacios como la persona que estaba detrás de la operación de espionaje. Uno de los vértices de la maniobra estaba en Misiones, donde Rey y Gallardo le ordenaban a la SIDE la intervención de teléfonos y las cintas eran retiradas por James.

En su alegato final, Piñero aseguró que “se invade la privacidad con investigaciones que no tienen nada que ver con las que llevaban adelante los magistrados. Las intervenciones telefónicas no solamente deben ser fundadas sino motivadas, y consisten en el análisis de los hechos y valoración de la prueba, que no hicieron ninguno de los dos magistrados. Han vulnerado derechos constituciones sin ningún asidero”, indicó. Más adelante expresó que “este tribunal de enjuiciamiento se mueve en base a dos extremos: o absuelve o destituye”. Al respecto solicitó que se imponga la destitución “por la falta de cumplimiento de las obligaciones a sus cargos. No han honrado al juramento de práctica, no cumplieron las garantías constitucionales”. Finalmente reiteró que “dejo peticionado que este tribunal destituya a los magistrados por incumplimiento de sus obligaciones”.

Aunque en ningún momento se dijo expresamente, toda la impresión es que los jueces participaron de la maniobra tal vez a cambio de dinero. Es que tenían causas en las que investigaban un homicidio o un robo de piratas del asfalto en Misiones, y en esos expedientes involucraron a Burstein, al empresario de fútbol y televisión Carlos Avila, a abogados, a esposas y amantes de empresarios, y, finalmente, al cuñado de Mauricio Macri, Daniel Leonardo. Ninguno de los escuchados tenía relación con las causas y la mayoría ni siquiera pisó Misiones en los últimos 20 años. Si, como dijo el procurador, los magistrados no podían desconocer esa realidad, sólo cabe entender que fueron parte de la asociación ilícita que perpetró la operación de espionaje. Todo indica que el 20 de abril serán destituidos y en ese caso es posible que el juez Norberto Oyarbide ordene su detención.

La prueba más tajante de que Rey y Gallardo no ordenaron las escuchas para incorporarlas realmente a los expedientes es que de la SIDE nunca se retiraron las cintas y discos para llevarlos a Misiones. Siempre se las quedó Ciro James. Y, por supuesto, tampoco se incorporaron transcripciones de las escuchas a los expedientes misioneros.

Por su parte, Burstein, al ser consultado acerca de su presencia en el recinto, señaló: “Vengo a esperar a que estos dos jueces sean apartados de su cargo, se les quiten los fueros y la Justicia federal pueda cerrar el círculo, y que se les tome la indagatoria si es necesario”.

“Si estas escuchas ilegales tuvieron un tinte legal, los responsables son estos jueces corruptos, Gallardo y Rey, y el proceso de destitución es la única defensa que tenemos los ciudadanos”, dijo el directivo de Familiares.

Publicado en Página 12 : 14-04-2010

El secreto de sus piojos

08/04/10 - Por Alfredo Grande - Para Agencia de Noticias Pelota de Trapo

 

“-Disculpame, querido León. Pero no todo
está clavado en la memoria”

(aforismo implicado)

La cartera de Educación porteña censuró materiales pedagógicos del Bicentenario por su “tendencia ideológica”. Hay libros que el ministro no deja leer en el aula. “Como ministro no puedo permitir que se publiquen materiales con alguna tendencia ideológica”, argumentó Esteban Bullrich.“Creo que ningún jefe de Gobierno, ni ministro, ni director de Area debe definir o influir en que los docentes y alumnos utilizen (sic) material con una tendencia ideológica, sea ésta de izquierda, derecha o ‘centro’”.

“Esteban Bullrich, el sucesor de Abel Parentini Posse en la cartera educativa porteña, sinceró con este argumento la decisión de ‘no publicar’ los materiales sobre el Bicentenario, elaborados por especialistas de la Dirección de Currícula, aunque sí, en cambio, colgarlos en su página web personal (www .estebanbullrich.com). Cinco pedidos de informes en la Legislatura reclamando explicaciones, la publicación impresa del trabajo realizado durante 18 meses por los docentes, más un dictamen en el mismo sentido de la Defensoría del Pueblo, una marcha, dos grupos en Facebook de repudio a la ‘censura ideológica’ y una rueda de prensa convocada para el viernes en la Legislatura, muestran que la solución on line del licenciado en sistemas está lejos de conformar a las partes.
(Nora Veiras, Página/12)


(APe).- Luis Landriscina contaba un cuento. Un señor se levanta por la mañana y se da cuenta que le quedan 5 pelos. “Me peino dos para la izquierda, dos para la derecha y uno al medio”. Al dia siguiente, sólo encuentra 4. “Bueno, dos para un lado, dos para el otro”. Un día más y sólo quedan tres: “Uno para la izquierda, otro para la derecha y el del centro. atrás”. Cuando sólo quedan dos, resuelve: “una para este costado, uno para el otro”. Finalmente, al día siguiente se encuentra con un solo pelo. “¡Ma sí, hoy no me peino!”. Cuando no quedan pelos, se nota. Cuando no quedan ideas, se nota menos. Suponer que en la educación puede haber ideas que no impliquen tendencias, mas aún, que no impliquen firmes posicionamientos ideológicos, es haberse quedado pelado de neuronas.

El Bicentenario, para el señor ministro del imposible, al decir del poeta Mario Benedetti, son sólo doscientos años. Habría que preguntarle: “doscientos años… ¿de que?”. Sin tendencia ideológica alguna, apenas podríamos balbucear que el pueblo “quería saber de qué se trataba”, que “French y Berutti tenían el franchising de las escarapelas”, que “llovía, pero, como de costumbre, siempre que llovió, paró”, que “el obispo Lué era un alcahuete de Fernando” (no, en realidad, esto es un poco tendencioso),bueno, que hay gente que viene, que hay que gente que va, como en la casa de Irene. Recordar, conmemorar, evocar, convocar al primer gobierno criollo sin tendencias, apenas permitiría con el rostro grotesco de Stella y Amore, los compradores compulsivos de la tele, decir: “la junta de Mayo financia mejor. Qué grande questa targeta”.

El señor ministro del imposible ha regresado a las épocas del pensamiento único, pero lo ha mejorado. Ha demostrado tener un único pensamiento. A los demás pensamientos se los llevó el peine de la historia. Y el único pensamiento es que el Bicentenario sea tan descafeinado como nuestro himno nacional, amputado, castrado, emasculado justamente para el Centenario. Porque para que las tendencias ideológicas de los criollos no se notaran demasiado y Infanta no se acalorara, se consideró que, por ejemplo, “escupió su pestífera hiel”, era un texto demasiado directo. Por eso tenemos un himno que, en la actualidad, hasta sirve como cortina musical de un aviso de la banca solidaria.

Seguramente, el ministro del imposible cantará sin preguntarse cuál es la tendencia ideológica del himno censurado. Pues bien: es simplemente acallar las voces de los rebeldes de la Historia, para que todo sea más parecido a un partido de bridge o de tute, que a una lucha sin cuartel de un pueblo en armas contra un ejército invasor. Es más grave que censurar. Al menos Tato, aquel voyeur, no ocultaba que cortaba las películas de acuerdo con sus obscenas tendencias ideológicas y eróticas. Cuando en la década del ‘40 se censuraron las letras de algunos tangos, todos recordaban que “en mi pobre vida paria” tenía poco que ver con “en mi existencia azarosa”.

La censura prohíbe lo censurado, pero no puede eliminarlo. La censura no es neutral, ni pretende serlo. El censor es un cerdo que tiene bien claro en qué chiquero le dan de comer. Pero este ministro del imposible aspira a que ninguna tendencia “no de izquierda, ni de derecha, ni de centro” manche el recuerdo inodoro, incoloro e insípido del Bicentenario. No es poca cosa señalar que este ministro no está en condiciones mentales de conmemorar el Bicentenario, porque no puede tolerar tendencias.

Pobres los historiadores revisionistas de la historia “no tendenciosa” de Mitre. ¿O será una de las tantas zonceras que Jauretche no pudo incluir en su libro? Sin embargo, a pesar del grotesco educativo que propone, el tema es grave, muy grave. Tan grave porque de un plumazo, es decir, de un bromazo, sepulta décadas de educación popular, de bachilleratos populares, de experiencias autogestionarias en Educación.

La crítica a la educación formal, sarmientina (con el perdón de las notebooks, que son muy necesarias)ha señalado con justicia que hay educación para el sometimiento o hay educación para la libertad. Y que, en todo caso, quizá sea cierto que el saber es poder, pero no será en los espacios que la cultura represora habilita donde ese poder pueda ser ejercido.

El ministro del imposible pretende una educación que no eduque. Porque educar no es instruir. No es una catequesis laica. No es escuchar comunicados de las fuerzas conjuntas. Educar al soberano es poder disputar la hegemonía de sentidos que los enemigos decantaron durante décadas en la conciencia de los pueblos. Supongo que este ministro del imposible estará de acuerdo en que hubo una Campaña del Desierto, y que eso no tiene que ver con ninguna tendencia ideológica. Pues bien: lo que hubo no fue una campaña, sino una expedición de exterminio; y no fue del desierto, sino al desierto; y además, el desierto no estaba desierto. Pero este ministro contento hubiera ido en ancas de Roca, ya que cuando se habla de tendencias ideológicas, políticas, siempre es para descalificar los intentos de subvertir la historia oficial.

Haga memoria, ministro del imposible: ¿Qué pensó cuando escuchó la noticia que Mónica Cahen D’Anvers dijo en Telenoche que “dos piqueteros fueron muertos en una pelea entre diferentes grupos”? Maximiliano y Darío fueron rescatados por el fotógrafo que no ocultó las pruebas de otra infamia. Pero Mónica, aséptica, no expresaba ninguna tendencia. Apenas una de las tantas historias oficiales.

Señor ministro del imposible: ¿gritó usted los goles del mundial del horror? Seamos democráticamente sinceros, señor ministro. Publique sus propias tendencias ideológicas sobre el Bicentenario. Tómelo como un desafío. Recoja el guante. Quiero leer lo que usted piensa del tema convocante. Después de todo, habrá que esperar 100 años para el Tricentenario y ni usted ni yo estaremos.

Pero ahora sí, quiero que me enseñe cómo se escribe un material pedagógico sin tendencias ideológicas. Usted debe saberlo. No será de los que predica sin dar el ejemplo. Seguro que este texto le va a llegar y, como dicen en el barrio, sabe donde encontrarme. Esto es lo hermoso de la democracia, a pesar de que no siempre cura, de que muchas veces no permite comer y de que, por lo que veo de su gestión, casi nunca educa. No obstante, es democracia, y yo ejerzo mi derecho de pedirle las pruebas de aquello que pretende.

Mientras espero su texto sin tendencias, le adelantaré cuál es la mía: “Con los pobres de la tierra / quiero yo mi suerte echar. / El arroyo de la sierra / me complace mas que el mar”. Es de José Martí, que tenía fuertes tendencias ideològicas. Y se lo dedico a Carlos Fuentealba, que fue asesinado por aquellos que, como usted, no aceptan que las ideologías se expresen, aunque apenas sea, en las tendencias, para conmemorar un Bicentenario de los Pueblos.

Conferencia magistral de Álvaro García Linera en Sociales

(AW)El Licenciado Álvaro Marcelo García Linera, actual Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, dictará la conferencia "La construcción del Estado" en el Salón de Actos de la FACULTAD DE DERECHO, Figueroa Alcorta 2263, el jueves 8 de abril a las 19 hs en el aula 201, invitado por las Facultades de Ciencias Sociales y Filosofía y Letras. Asimismo, recibirá el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires por su destacada trayectoria académica y su profundo compromiso social y político. Por iniciativa de la Facultad de Ciencias Sociales, el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires le otorgó el título de Doctor Honoris Causa en marzo de 2010. García Linera es matemático egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y realiza su postgrado en la misma área de las ciencias exactas.
Hace años viene desarrollando su tarea intelectual en el ámbito de las Ciencias Sociales, en las que ha realizado destacados aportes en distintas disciplinas tales como sociología, política y economía. Su profundo compromiso social y político lo ha llevado a ser elegido Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia.

Desde 1997 se dedica a la docencia y a la investigación social. Ha sido invitado a dar conferencias en instituciones académicas de Francia, España, México y Argentina. En Bolivia, es y fue docente en las Carreras de Sociología, Ciencias de la Comunicación y Ciencias Políticas en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), en la Maestría en Sociología de esa misma universidad, en la Maestría en Filosofía y Ciencia Política del CIDES/UMSA, en la Maestría en Ciencias Sociales en la Universidad La Cordillera, en la Carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Nuestra Señora de La Paz entre otras.

Paralelamente al trabajo intelectual y docente, Álvaro M. García Linera incursiona en la arena comunicacional como analista político-social, participando como panelista, analista e investigador social. Entre otros, ha participado durante cuatro años en uno de los programas televisivos de debate político-social con mayor audiencia en el país: "El Pentágono".

Ha publicado ensayos, artículos académicos e investigaciones, y también libros sobre teoría política, régimen económico, movimientos sociales y sistema democrático. Muchas de sus investigaciones han sido publicadas por organismos de apoyo internacional.

El 2004 recibió el premio en Ciencias Sociales "Agustín Cueva" por la Escuela de Sociología y Ciencias Políticas de la Universidad Central del Ecuador.

La pelea de Aníbal contra el hombre fuerte de la SIDE sacude al Gobierno

La interna entre el jefe de Gabinete Aníbal Fernández y el número dos de la SIDE, Francisco “Paco” Larcher, escaló a guerra abierta. El delicado cruce de acusaciones, los negocios con Ciccone y el impacto de esta pelea en la gestión de Cristina Kirchner.

La Política Online  |  23.03.2010 18:38:00

Un dato causó moderada intriga en el mundo del poder, el repentino pase a un segundo plano de las intervenciones públicas de Aníbal Fernández, quien en las últimas semanas cedió cierto protagonismo al ministro del Interior Florencio Randazzo, como principal espada mediática del Gobierno.

Se atribuyó no el ostracismo, pero si cierta moderación en su exposición, a un orden directa de Néstor Kirchner acaso molesto por la sucesión de torpezas que protagonizó en el verano el jefe de Gabinete en la pelea con Martín Redrado y la Justicia, cuando por ejemplo no tuvo mejor idea que enviarle un patrullero a la jueza María José Sarmiento, ocurrencia que la Casa Rosada sigue pagando con fallos adversos.

Incluso, quiene sostienen la teoría de que su relación con el matrimonio presidencial no estaría pasando por su emjor momento, tratan de leer señales del poder en actos cotidianos: por ejemplo, que llegó tarde a la reunión de la Presidenta con legisladores kirchneristas en la Quinta de Olivos, algo por cierto inusitado para un jefe de Gabinete.

También es verdad, su estilo provocador y pendenciero ya cansa en la sociedad y el Gobierno en vez de ganar suele perder cada vez que el jefe de Gabinete ataca a los ocasionales adversarios del kirchnerismo. Al menos esa es la lectura que hacen en el bloque de diputados oficialistas. “Tenemos que cambiar el vocero, si Kirchner de verdad quiere ser electo presidente, no puede seguir siendo Aníbal la cara visible del Gobierno, cada vez que habla perdemos miles de votos”, afirmó a La Política Online una importante diputada de la bancada que lidera Agustín Rossi.

La pelea con “Paco”

Sin embargo, como suele suceder con el kirchnerismo, el mal momento que está pasando el jefe de Gabinete obedecería más a cortocircuitos con el círculo de los “pingüinos” históricos que rodean al matrimonio presidencial, que con consideraciones sobre la opinión pública.

Y en esa línea, es bastante obvio que los “ruidos” en ese mundo no derivan de sesudas discusiones ideológicas o programáticas, sino por peleas de poder y negocios. Según comentaron a La Política Online fuentes del Gobierno, Aníbal Fernández hace bastantes semanas que comenzó a chocar con el número dos de la SIDE y en los hechos el verdadero jefe de esa repartición, Francisco “Paco” Larcher.

Como se sabe, el jefe de Gabinete es el único funcionario que logró formar su propio equipo de inteligencia por fuera de la SIDE y suele deleitarse acercando a Kirchner “informes reservados” que contradicen la información que surge de las oficinas de la calle 25 de mayo.

Esta suerte de auditoria externa, que Kirchner usa con deleite para descolocar a Larcher y los suyos, genera el obvio resentimiento de los hombres de la SIDE. Esa pelea cada tanto llega a la superficie con algún escándalo confuso de espionaje, como el caso de esos espías truchos que hackeaban mails y terminaron exiliados en Uruguay –que según las distintas versiones respondían a la SIDE o al Jefe de Gabinete-.

Sin embargo, ahora las diferencias se habrían agravado ya que ingresaron en el resbaladizo terreno de los negocios, materia sagrada para los kirchneristas. Es que Aníbal Fernández viene liderando una cruzada personal contra la empresa menemista Ciccone Calcográfica, a quien consiguió sacarle el contrato de confección de los pasaportes.

Esta firma, según fuentes del mercado consultadas por La Política Online, encontró en Larcher el compañero ideal para defender sus intereses, algo que en los noventa hizo con mayor eficacia un célebre ministro del Interior.

Lanzada así la guerra abierta, en el entorno de Aníbal Fernández acusan a Larcher de ser una de las fuentes de una reciente tapa de la revista Noticias que se metió con la vida privada del jefe de Gabinete, golpeándolo en un costado especialmente sensible.

Mientras que viejos conocidos de Larcher le atribuyen a Aníbal haber sido quien filtró a la prensa –también a la revista Noticias- la ubicación de la flamante mansión del número dos de la SIDE que al parecer le costó un millón de dólares.